Revalorización

Comisión de Patrimonio comenzó nuevos estudios subacuáticos en muelles del ex Frigorífico Anglo

Técnicos de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y del Paisaje Industrial Fray Bentos comenzaron la segunda fase de la exploración subacuática en el entorno de los muelles del ex Frigorífico Anglo. El objetivo de las tareas es tratar de detectar bienes de valor patrimonial que pueden ser afectados por las previstas obras de recuperación del muelle proyectadas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Paisaje Industrial ex Frigorífico Anglo

Un equipo conformado por técnicos de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y del Paisaje Industrial Fray Bentos comenzó este martes 10 el barrido sistemático en el entorno del muelle del ex Frigorífico Anglo. La tarea se extenderá por unos 10 días, dependiendo de las condiciones climáticas, informó la Intendencia de Río Negro.

Los trabajos forman parte de la segunda exploración subacuática en el área que fue declarada, en 2015, patrimonio mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) e incluirán la inmersión en el río para tomar contacto directo con los objetos.

Alejo Cordero y Valerio Buffa, técnicos de la comisión, junto con la arqueóloga de la comisión técnica del sitio Andrea Castillo intentarán detectar bienes de valor patrimonial que pueden ser afectados por las futuras obras de recuperación del muelle.

La operación será similar a la realizada en mayo de 2017, pero ahora se concentrará exclusivamente en la zona fluvial que rodea los muelles. Los tres técnicos recorrerán el área una y otra vez embarcados en una nave provista de equipos de detección remota y sistemas de posicionamiento vía satélite (GPS), aptos para localizar objetos enterrados en el lecho del río Uruguay.

La búsqueda subacuática es parte de los estudios necesarios para planificar la reconstrucción del muelle principal del complejo. Este proyecto, a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, apunta a habilitar el atracadero para embarcaciones menores y como paseo turístico.

Está previsto efectuar una aproximación instrumental con equipos de detección remota, mediante una sonda monohaz variable y un sonar de barrido lateral, conjuntamente con la aplicación de un gradiómetro (instrumento que mide la tasa de cambio de gravedad con un cambio de posición vertical u horizontal) gravitacional.

Con posterioridad, se desarrollarán inmersiones en el río con equipos de buceo, a fin de concretar un contacto directo con los objetos que eventualmente se encuentren. Este procedimiento aportaría información suficiente para describir, relevar y contextualizar los objetos detectados, y determinar las acciones de mitigación o corrección de impacto que sean necesarias para realizar las obras de reconstrucción del muelle.

Los estudios iniciales del año pasado solo permitieron obtener imágenes a distancia por medio de un sonar y sin contacto directo con los objetos, al tiempo que se confirmó la existencia de innumerables piezas que podrían presentar interés patrimonial.

Por entonces, el buzo instructor en arqueología náutica y curador de la comisión de patrimonio, Cordero, explicó que se encontraron vagonetas, pilotes yacientes, uno o dos anclas, cadenas de importantes dimensiones, otros posibles restos náuticos y decenas de piezas de menor tamaño vinculadas al tipo de actividad desarrollada en el enclave industrial.

Se trata de objetos sumergidos o enterrados en el lecho del río que pudieran haber caído al agua durante las operaciones de carga y descarga de buques, desde 1865, en que funcionó la Liebig’s Extract of Meat Company y que luego se convirtió en Frigorífico Anglo, hasta su cierre definitivo, en 1979.