Mujica en Radio Uruguay
El Presidente de la República, José Mujica, analizó el crecimiento de la economía uruguaya, saliendo al cruce de los medios que suelen destacar los aspectos negativos, como una especie de “tendencia humana generalizada”.
En su audición por Radio Uruguay, el mandatario sostuvo que, pese a los pronósticos “bastante grises”, la economía creció “y mantuvo una tasa interesante”.
La referencia se basó en los datos divulgados el lunes por el Banco Central, en los que se confirma que en el cuarto trimestre de 2013 se registró un incremento interanual de 4,6 % del producto interno bruto (PIB) y el acumulado de ese año fue de 4,4 %, con tasas positivas en la mayoría de los sectores.
Explicó que los analistas, “como disecadores de la economía”, hablaban de una “tendencia global a la caída, al enlentecimiento”. Empero, los hechos no les dan la razón y esa tendencia al alza obedece a varias causas, en particular la confianza que se ganó el país, con un nivel importante de inversión, lo cual se vuelve dinamizador de la actividad productiva.
También resaltó la fuerte demanda interna, debida al incremento del poder adquisitivo de los uruguayos en los últimos años.
Al respecto, Mujica sostuvo que algunos empresarios tienen cierta contrariedad con la política que aplica el Gobierno, que busca promover los acuerdos de sueldos, convocando a los consejos de salarios, buscando todos los mecanismos de reparto.
Recordó que en Uruguay, tres de cada cuatro de sus habitantes son asalariados y que ese ingreso es el instrumento más importante de reparto social de la riqueza.
“Esa constante lucha por mejorar la igualdad y por la distribución a través del salario es un elemento dinámico de la economía, que determina que también le vaya mejor a las empresas, pese al aumento de los costos”, observó. “Si la gente gana más, gasta más, y eso activa la economía”, reflexionó.
Cuando la economía global se enlentece, cuando hay dificultades en el mundo, el mercado interno ayuda a sostener en gran medida el tono de la actividad productiva nacional, aunque reconoció que todo tiene un límite. “No se puede tirar de ninguna piola hasta el infinito”, aclaró.
Memoria
El Presidente de la República llamó a la población a tener memoria y comparar.
“La gente se olvida de que en este país la economía creció incluso en los años de la dictadura (1973-1985), cerca de 40 % y, sin embargo, merced a la dictadura, el salario real efectivo bajó casi 50 %”, recordó.
“En 1990, cuando asume el gobierno blanco (de Luis Alberto Lacalle), la economía creció y lo hizo hasta 1998 (ya en pleno mandato de Julio María Sanguinetti), pero el valor real del salario bajó considerablemente”, añadió.
“Eso quiere decir que no alcanza solo con que la economía crezca”, sino que debe crecer el salario en proporción similar, puntualizó.
Mujica insistió en que una de las características de los dos últimos gobiernos, del Frente Amplio, es que han hecho crecer la economía y, en paralelo, el valor de los salarios. Los mecanismos utilizados fueron varios. Uno de ellos fue la política laboral, mediante la cual se volvió rutina la convocatoria a los consejos de salarios, algo que no se había hecho ni en dictadura ni en los 90.
“Se puede hablar de libertad todo lo que se quiera, y se pueden hacer hermosos discursos, pero si no hay ámbito para discutir el verdadero valor del trabajo, las otras libertades son siempre relativas”, sentenció.
Otro elemento es el pleno empleo. “Si no hay trabajo o escasea como en 2002, la gente acepta trabajar en cualquier condición, porque la primera ley es la de la necesidad, pero la política de pleno empleo determina que la gente pueda luchar por pretender mejores condiciones económicas en su empleo”, indicó. La desocupación ha llegado a estar por debajo de 6 % de la población económicamente activa.
El mandatario también se refirió a la política de formalización del trabajo, ya que creció la masa laboral. No solo creció el valor del salario, sino que creció el empleo formal. Hay casi 600.000 nuevas personas cotizantes en estos años, que antes trabajaban en negro o no trabajaban.
Mejor distribución, más igualdad
“La política de estos años en torno al trabajo se basó en el concepto de propender a la igualdad, tratando de integrar la política económica que le da ventajas a quien generara más puestos de trabajo (Ley de Promoción de Inversiones), con una política social (Fondo Nacional de Salud, Asignaciones Familiares y otras) y una laboral, concordante a la económica. Todo esto constituyó un conjunto de medidas articuladas”, detalló.
Recordó que la experiencia uruguaya fue destacada internacionalmente en los últimos meses, porque introdujo servicios de salud universales, así como impuestos progresivos, aumentó el salario mínimo, provee protección social a trabajadores rurales y domésticos —eternos olvidados— e hizo acciones afirmativas a favor de las minorías, lo cual redundó en una disminución de las desigualdades en el país, contrariamente a lo que ocurre en el resto del mundo.
Al aludir al índice Gini, “que los economistas utilizan para medir la igualdad”, el Presidente dijo que Uruguay tiene hoy las mejores cifras de igualdad desde que existe este registro. “Esto no es regalo de los dioses ni es consecuencia automática de la demanda asiática”, apuntó.
“Es la culminación de un conjunto de políticas laborales, económicas y sociales convergentes, tras una visión de favorecer el acercamiento de las distancias que hay en la sociedad. Como contracara, ayuda a sostener el tono económico del país, porque la igualdad significa aumentar el poder adquisitivo de las grandes mayorías del país”, reafirmó.
Crecimiento económico deriva de políticas convergentes y de mejor distribución de riqueza
“Los dos últimos gobiernos no solo se ocuparon de que la economía creciera, sino de redistribuir los ingresos”, afirmó Mujica, tras lo cual instó a tener memoria y comparar. Señaló, además, que el incremento constante del producto, pese a la crisis global, se debe a las políticas sociales y laborales concordantes con esa expansión. Se repartió mejor la riqueza, aumentó el poder adquisitivo y, por ende, también la demanda.

En su audición por Radio Uruguay, el mandatario sostuvo que, pese a los pronósticos “bastante grises”, la economía creció “y mantuvo una tasa interesante”.
La referencia se basó en los datos divulgados el lunes por el Banco Central, en los que se confirma que en el cuarto trimestre de 2013 se registró un incremento interanual de 4,6 % del producto interno bruto (PIB) y el acumulado de ese año fue de 4,4 %, con tasas positivas en la mayoría de los sectores.
Explicó que los analistas, “como disecadores de la economía”, hablaban de una “tendencia global a la caída, al enlentecimiento”. Empero, los hechos no les dan la razón y esa tendencia al alza obedece a varias causas, en particular la confianza que se ganó el país, con un nivel importante de inversión, lo cual se vuelve dinamizador de la actividad productiva.
También resaltó la fuerte demanda interna, debida al incremento del poder adquisitivo de los uruguayos en los últimos años.
Al respecto, Mujica sostuvo que algunos empresarios tienen cierta contrariedad con la política que aplica el Gobierno, que busca promover los acuerdos de sueldos, convocando a los consejos de salarios, buscando todos los mecanismos de reparto.
Recordó que en Uruguay, tres de cada cuatro de sus habitantes son asalariados y que ese ingreso es el instrumento más importante de reparto social de la riqueza.
“Esa constante lucha por mejorar la igualdad y por la distribución a través del salario es un elemento dinámico de la economía, que determina que también le vaya mejor a las empresas, pese al aumento de los costos”, observó. “Si la gente gana más, gasta más, y eso activa la economía”, reflexionó.
Cuando la economía global se enlentece, cuando hay dificultades en el mundo, el mercado interno ayuda a sostener en gran medida el tono de la actividad productiva nacional, aunque reconoció que todo tiene un límite. “No se puede tirar de ninguna piola hasta el infinito”, aclaró.
Memoria
El Presidente de la República llamó a la población a tener memoria y comparar.
“La gente se olvida de que en este país la economía creció incluso en los años de la dictadura (1973-1985), cerca de 40 % y, sin embargo, merced a la dictadura, el salario real efectivo bajó casi 50 %”, recordó.
“En 1990, cuando asume el gobierno blanco (de Luis Alberto Lacalle), la economía creció y lo hizo hasta 1998 (ya en pleno mandato de Julio María Sanguinetti), pero el valor real del salario bajó considerablemente”, añadió.
“Eso quiere decir que no alcanza solo con que la economía crezca”, sino que debe crecer el salario en proporción similar, puntualizó.
Mujica insistió en que una de las características de los dos últimos gobiernos, del Frente Amplio, es que han hecho crecer la economía y, en paralelo, el valor de los salarios. Los mecanismos utilizados fueron varios. Uno de ellos fue la política laboral, mediante la cual se volvió rutina la convocatoria a los consejos de salarios, algo que no se había hecho ni en dictadura ni en los 90.
“Se puede hablar de libertad todo lo que se quiera, y se pueden hacer hermosos discursos, pero si no hay ámbito para discutir el verdadero valor del trabajo, las otras libertades son siempre relativas”, sentenció.
Otro elemento es el pleno empleo. “Si no hay trabajo o escasea como en 2002, la gente acepta trabajar en cualquier condición, porque la primera ley es la de la necesidad, pero la política de pleno empleo determina que la gente pueda luchar por pretender mejores condiciones económicas en su empleo”, indicó. La desocupación ha llegado a estar por debajo de 6 % de la población económicamente activa.
El mandatario también se refirió a la política de formalización del trabajo, ya que creció la masa laboral. No solo creció el valor del salario, sino que creció el empleo formal. Hay casi 600.000 nuevas personas cotizantes en estos años, que antes trabajaban en negro o no trabajaban.
Mejor distribución, más igualdad
“La política de estos años en torno al trabajo se basó en el concepto de propender a la igualdad, tratando de integrar la política económica que le da ventajas a quien generara más puestos de trabajo (Ley de Promoción de Inversiones), con una política social (Fondo Nacional de Salud, Asignaciones Familiares y otras) y una laboral, concordante a la económica. Todo esto constituyó un conjunto de medidas articuladas”, detalló.
Recordó que la experiencia uruguaya fue destacada internacionalmente en los últimos meses, porque introdujo servicios de salud universales, así como impuestos progresivos, aumentó el salario mínimo, provee protección social a trabajadores rurales y domésticos —eternos olvidados— e hizo acciones afirmativas a favor de las minorías, lo cual redundó en una disminución de las desigualdades en el país, contrariamente a lo que ocurre en el resto del mundo.
Al aludir al índice Gini, “que los economistas utilizan para medir la igualdad”, el Presidente dijo que Uruguay tiene hoy las mejores cifras de igualdad desde que existe este registro. “Esto no es regalo de los dioses ni es consecuencia automática de la demanda asiática”, apuntó.
“Es la culminación de un conjunto de políticas laborales, económicas y sociales convergentes, tras una visión de favorecer el acercamiento de las distancias que hay en la sociedad. Como contracara, ayuda a sostener el tono económico del país, porque la igualdad significa aumentar el poder adquisitivo de las grandes mayorías del país”, reafirmó.