Ministro Mario Bergara 
Bergara explicó que el manejo fiscal prudente de Uruguay ha permitido reducir el peso de la deuda neta, que en su relación con el producto interno bruto (PIB) bajó de 66 % en 2004 a 23 % en 2013.
En tal sentido, resaltó que la evolución de la deuda neta es consistente con un menor superávit primario, que pasó de 4,8 % a 0,5 % del PIB en el mismo lapso.
Por otra parte, los datos oficiales indican que el déficit fiscal llegó a 2,3 %.
"La economía se fortaleció y puede enfrentar de mejor manera escenarios menos favorables", aseguró a los participantes en el almuerzo que el jueves organizó la Asociación de Dirigentes de Marketing.
El titular de la cartera de Economía y Finanzas detalló luego que 63 % de la deuda ya fue pasada a pesos, mientras que en 2004 apenas 10 por ciento de esos compromisos estaban en nuestra moneda Además los activos de reserva aumentaron significativamente.
Ambos aspectos fueron promovidos desde la política económica y generaron impactos en el resultado fiscal, agregó.
El mantenimiento de altos niveles de reservas de divisas generó un costo de 0,5 % del PIB, si se considera el stock de reservas excedentes alcanzado.
En segundo lugar, indicó que la desdolarización de los adeudos también implicó un costo en materia de intereses. “Si en 2013 el total de la deuda bruta hubiera estado denominada en moneda extranjera, el ahorro de intereses habría sido 0,8 % del PIB”, expresó.
Precisó que desde mediados de 2013, cuando Estados Unidos modificó su política monetaria, la depreciación del peso frente al dólar alcanzó el 10 %.
La desdolarización de la deuda permite enfrentar esta situación con menores impactos en el campo fiscal. “La amortización de la deuda pública para los próximos 15 o 20 años no presenta situaciones de estrés y los activos de reserva están en 30 % del PIB”, aseguró el jerarca.
En otro orden, el ministro dijo que “se toma el tema de la inflación como excusa para decir que hay que hacer un ajuste fiscal”.
Como respuesta tomó un estudio del Fondo Monetario Internacional sobre Uruguay en el que señala que para lograr una reducción de dos puntos porcentuales de la inflación habría que realizar un ajuste fiscal de 4,5 % del PIB.
“Plantear eso para resolver el problema inflacionario no se sostiene ni técnica ni políticamente”, enfatizó. Además recordó que 75 % del gasto público es social.
Las cuentas públicas son sustentables y hacer un ajuste fiscal no está en el menú
“Tenemos la tranquilidad de que el proceso fiscal sigue siendo prudente y que la sustentabilidad no está cuestionada, por lo que no es necesario un ajuste fiscal”, afirmó el ministro de Economía, Mario Bergara. Añadió que la desdolarización de la deuda pública y el aumento de las reservas de divisas, si bien implicaron un costo para las cuentas del Estado, hicieron que disminuyera la vulnerabilidad del país.
En tal sentido, resaltó que la evolución de la deuda neta es consistente con un menor superávit primario, que pasó de 4,8 % a 0,5 % del PIB en el mismo lapso.
Por otra parte, los datos oficiales indican que el déficit fiscal llegó a 2,3 %.
"La economía se fortaleció y puede enfrentar de mejor manera escenarios menos favorables", aseguró a los participantes en el almuerzo que el jueves organizó la Asociación de Dirigentes de Marketing.
El titular de la cartera de Economía y Finanzas detalló luego que 63 % de la deuda ya fue pasada a pesos, mientras que en 2004 apenas 10 por ciento de esos compromisos estaban en nuestra moneda Además los activos de reserva aumentaron significativamente.
Ambos aspectos fueron promovidos desde la política económica y generaron impactos en el resultado fiscal, agregó.
El mantenimiento de altos niveles de reservas de divisas generó un costo de 0,5 % del PIB, si se considera el stock de reservas excedentes alcanzado.
En segundo lugar, indicó que la desdolarización de los adeudos también implicó un costo en materia de intereses. “Si en 2013 el total de la deuda bruta hubiera estado denominada en moneda extranjera, el ahorro de intereses habría sido 0,8 % del PIB”, expresó.
Precisó que desde mediados de 2013, cuando Estados Unidos modificó su política monetaria, la depreciación del peso frente al dólar alcanzó el 10 %.
La desdolarización de la deuda permite enfrentar esta situación con menores impactos en el campo fiscal. “La amortización de la deuda pública para los próximos 15 o 20 años no presenta situaciones de estrés y los activos de reserva están en 30 % del PIB”, aseguró el jerarca.
En otro orden, el ministro dijo que “se toma el tema de la inflación como excusa para decir que hay que hacer un ajuste fiscal”.
Como respuesta tomó un estudio del Fondo Monetario Internacional sobre Uruguay en el que señala que para lograr una reducción de dos puntos porcentuales de la inflación habría que realizar un ajuste fiscal de 4,5 % del PIB.
“Plantear eso para resolver el problema inflacionario no se sostiene ni técnica ni políticamente”, enfatizó. Además recordó que 75 % del gasto público es social.