Régimen de inversiones

Desde 2007 se promovieron 3.900 proyectos de inversión por más de US$ 10.000 millones

El régimen de promoción de inversiones adquirió un rol protagónico a partir de la reglamentación, por el Ejecutivo en el año 2007, de la Ley de Inversiones. Hasta octubre de 2013 se aprobaron 3.900 proyectos por más de US$ 10.000 millones. Poco más de un tercio (38 %) fue el beneficio de IRAE aplicado en relación a la inversión promovida. En tanto, el 84 % de la inversión promovida fue ejecutada.

Obreros de la construcción trabajando

El monto de inversiones logrado en el período representa el 25 % de las inversiones totales. La información surge de un documento elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) con motivo del Foro Económico organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), realizado el pasado martes 19 en Punta Cala.

El ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, señaló en su exposición que la reglamentación de la Ley de Inversiones fue impulsada en 2007 porque Uruguay tenía “niveles de vergüenza en materia de inversiones". Y añadió: “El sistema estaba diseñado para trabar las inversiones y el otorgamiento de beneficios”.

En el año 2012 se aprobó un nuevo decreto reglamentario que incentiva la cantidad y calidad del empleo generado, así como la contratación de colectivos vulnerables. Lorenzo señaló que las modificaciones realizadas mediante el decreto 002/2012 surgieron como una adaptación del instrumento a la nueva realidad de la economía del país. Señaló que las modificaciones impulsadas por el Ejecutivo implicaron mayores beneficios sociales.

La renuncia fiscal asociada al régimen de promoción de inversiones equivale a 0,5 % del PIB. El documento detalla que, si las inversiones promovidas hubieran usado el régimen general de exoneración por inversiones, el gasto tributario asociado alcanzaría a aproximadamente 0,2 % del PIB. Por lo tanto, el costo fiscal adicional del régimen de promoción de inversiones es 0,3 % del PIB.

“El régimen anterior tenía mucho menos capacidad de valoración de las exportaciones, mucho menos capacidad de impulso del empleo, menos capacidad de generar innovación y progresos tecnológicos”, subrayó el jerarca. 

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