Dispositivos de base comunitaria actúan como sostén social de poblaciones vulnerables
Centros de escucha, equipos de proximidad y puntos de encuentro son algunas de las modalidades que los dispositivos de base comunitaria han tomando, favoreciendo la ampliación de la oferta local a la medida de las necesidades y recursos de cada territorio. Todos apuntan a lo mismo: la construcción de un sostén social que combata la vulnerabilidad de los usuarios con consumo problemático de drogas.

Entre 13 y 15 jóvenes de 18 a 35 años trabajan cada día en los distintos talleres de producción de El Achique, uno de los seis dispositivos de tratamiento de base comunitaria instalados en la capital con apoyo de varios organismos del Estado, empresas de la zona y agentes comunitarios.
La jornada empieza temprano con un desayuno que posibilita a los jóvenes intercambiar experiencias e interactuar con técnicos y educadores. A ellos se suman sobre el mediodía otros cuatro jóvenes que integran una cooperativa social, recientemente formada, y que completan su jornada laboral integrándose a las tareas de El Achique.
El dispositivo, instalado en el corazón del barrio montevideano del Cerrito de la Victoria, atiende a unos 100 usuarios anualmente, consumidores problemáticos de pasta base, mayoritariamente varones en situación de exclusión social grave, que viven en la cuenca de Casavalle y otros barrios aledaños.
Apunta a generar un ámbito saludable en el que el usuario pueda disminuir la exposición al consumo. Allí acceden a abordajes terapéuticos y a actividades formativas como talleres de cocina saludable, de arte y educación corporal, boxeo, taller de prevención de recaídas, derechos ciudadanos y cooperativismo. Reciben además tratamiento psicoterapéutico individual y un espacio de apoyo a la educación formal.
Estrategia de cercanía
Si bien los seis dispositivos disponibles en Montevideo adoptan distintas modalidades, el objetivo es el mismo: llegar a la población más vulnerable con consumo problemático de drogas y difícil acceso al sistema de salud, para ayudar a su inserción en la comunidad desde el reconocimiento de sus derechos como ciudadano.
A partir del año 2010, la Junta Nacional de Drogas comenzó a definir acciones de intervención territorial en drogas, con laarticulación de actores y la conformación de redes locales, definiendo en algunos enclaves una agenda de trabajo conjunto interinstitucional y comunitario.
En ese contexto, se conformó un equipo interinstitucional, con participación de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el Instito del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), la Policía Comunitaria, las intendencias de Montevideo y de Canelones, la estatal Facultad de Psicología y organizaciones de la sociedad civil que dieron sustentabilidad a este proceso.
Dispositivos atienden a 500 personas al año
Actualmente funcionan distintos dispositivos en diferentes modalidades como la Policlínica Barrial de La Teja, un dispositivo de orientación, asesoramiento, diagnóstico y derivación ambulatorio diurno que funciona en Carlos Tellier 4442 y atiende en diferentes horarios durante toda la semana. También está presente el Centro de Escucha de Carrasco Norte, otro dispositivo de orientación, asesoramiento y diagnóstico ambulatorio, que opera como equipo de proximidad en avenida Bolivia 2591 de lunes a viernes en diferentes horarios.
Otra opción de base comunitaria es el Punto de Encuentro de Punta de Rieles, un dispositivo con las mismas características que los anteriores que trabaja en el kilómetro 14 de Camino Maldonado los jueves de 14 a 19 horas.
El Punto de Encuentro “Lagarto San Antonio”, de Malvín Norte, en Hipólito Irigoyen e Iguá, trabaja los viernes de 11 a 14 horas a lo que se agregan otros días y horarios móviles para el acompañamiento de situaciones puntuales.
El Achique, del barrio montevideano de Casavalle es un centro de escucha, acogida, equipo de proximidad, ambulatorio y diurno que tiene atiende en Manual Meléndez 4447 de lunes y viernes de 9 a 17 horas.
El dispositivo comunitario Vista Linda, un centro ambulatorio, centro de escucha e inserción social que funciona en José de la Riera en Canelones; el Centro de Información y Escucha CCZ3 en Estación Goes funciona los miércoles de 18.30 a 20.30 horas, al tiempo que el programa Aleros, coordinado por la División Salud de la Intendencia de Montevideo, trabaja en distintos barrios capitalinos de la zona Oeste y Este.
El objetivo de la Junta Nacional de Drogas es que estos dispositivos sean replicados en el interior del país asociados a la creación de un centro Ciudadela en cada departamento, adelantó Andrea Toyos, del Departamento de Atención y Tratamiento de la Junta Nacional de Drogas, haciendo referencia a la puesta en marcha en cada departamento de los centros de diagnóstico y derivación llamados “Ciudadela”.
La técnica confirmó finalmente que, en total, estos dispositivos de base comunitaria atienden a unas 500 personas al año y que un número significativo de ellos logra su inserción social y laboral.