Ehrlich inauguró la decimotercera “usina cultural” del país, esta vez en Maldonado
“Las usinas trabajan a muy buen ritmo, convocan a personas de todas las edades que se acercan a desarrollar propuestas creativas”, explicó el ministro Ricardo Ehrlich, quien hizo énfasis en los beneficios de estos servicios para las comunidades, ya que se convierten en lugares de estímulo a la creación cultural. El jerarca destacó que la usina cultural de San Carlos, Maldondado, es la decimotercera del país.

El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, en entrevista con la Secretaría de Comunicación, informó que visitó la semana pasada la ciudad de San Carlos, en el departamento de Maldonado, con el objetivo de inaugurar una nueva usina cultural. La actividad incluyó la participación del intendente, Oscar de los Santos, autoridades departamentales y municipales, así como legisladores.
Se trata de la decimotercera usina cultural que instala el ministerio en distintas localidades. Esta instalación en particular permitió establecer un centro de edición de audio y video, entre otras actividades.
“Tenemos usinas en muchos departamentos, y en sitios bien diversos”, resaltó Ehrlich. Hay usinas en centros de reclusión; en el COMCAR, en Montevideo, así como en la cárcel de Paysandú. Esta última está abierta tanto a la población reclusa como al resto de los habitantes del departamento. En la capital las usinas se ubican en el Centro de Desarrollo Económico Local (CEDEL) de Casavalle, en el CEDEL de Carrasco Norte; otra, en el Cerro y, próximamente, se abrirán nuevas en varios puntos del territorio nacional.
“Las usinas trabajan a muy buen ritmo, convocan a personas y grupos de todas las edades (jóvenes, adultos y adultos mayores), que se acercan a desarrollar propuestas creativas a partir de estas iniciativas”, dijo. Entre los logros alcanzados mediante esta forma de trabajo, recordó a las orquestas de jóvenes en Rocha y la producción de series de video, que se difunden actualmente, así como propuestas musicales con importante difusión. Una de ellas ganó recientemente uno de los premios nacionales de música.
“El impacto de estas usinas es realmente interesante. La gente viene de lejos a ese lugar para sacar hora, para tener un espacio de grabación y tienen apoyo técnico e instancias de formación. Se ha convertido realmente en lugares de estímulo a la creación cultural. Esta experiencia ha sido reconocida a nivel internacional, en particular, por la UNESCO como una buena práctica cultural, y experiencias parecidas empezaron a realizarse en otros países”, concluyó el ministro.