Entrevista al director de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía y Finanzas
—¿Cuál es la situación financiera del país?
—Uruguay tiene avances significativos en la reducción de las vulnerabilidades y no presenta desequilibrios ni a nivel fiscal, ni a nivel del sector externo de la economía. El sector financiero se encuentra sólido. Si uno mira a los indicadores tradicionales del sistema bancario, puede observar rápidamente que los bancos cuentan con un nivel de capitalización muy importante, un alto nivel de liquidez, un bajo nivel de morosidad. Es decir, el sistema bancario está sólido y no existe ningún tipo de movimientos en materia de depósitos. También tiene un nivel de liquidez suficiente como para enfrentar cualquier tipo de ruido que se produzca en el sistema.
—¿Cuáles son las principales fortalezas en relación al 2002?
—Las principales fortalezas radican en un sector bancario con mayor nivel de capitalización y menor nivel de morosidad. Además el nivel de crédito es muy bajo y por lo tanto el canal financiero que en otros países ha operado en forma recesiva —en estas coyunturas—, en Uruguay es un canal más reducido. Nosotros estamos esperando verificar impactos del sistema financiero por el canal real, no por el canal financiero por ser escasamente desarrollado para los estándares internacionales.
—¿Podría explicitar algún indicador sobre el nivel de crédito?
—Podríamos estar hablando de un 20% de crédito a las familias en términos del PIB, que es significativamente menor que en otros países, que están en 50% o 80% y hasta el 100% en porcentaje del PIB.
—¿Cómo evolucionó el nivel de depósitos de extranjeros, particularmente de argentinos?
—La vulnerabilidad a la situación externa es mucho menor. Uruguay tiene 3.000 millones de dólares de depósitos de no residentes, básicamente argentinos. Es un nivel significativamente menor al existente en 2001, antes de la crisis de 2002, donde los depósitos de argentinos representaban el 40% del total de depósitos. Al día de hoy este guarismo es equivalente a un 10%, lo que implica una reducción significativa de la importancia de los depósitos de argentinos en el sistema financiero uruguayo.
Y del lado de los créditos es muy importante que los bancos uruguayos no estén expuestos al riesgo argentino, como si ocurría en el pasado. Los activos de los bancos uruguayos están colocados en el exterior en activos con muy poco riesgo crediticio. Por lo tanto, es una situación tanto de los pasivos de los bancos, como de los activos bastante más sólidos que la que se registraba a principios de la década.
—¿Entonces desde el punto de vista financiero no hay ninguna vulnerabilidad con respecto a la situación de crisis internacional?
— No diría ninguna, pero las vulnerabilidades son reducidas
—¿Y por el lado de la economía real?
—Por el lado de la economía real hay algunos sectores que se podrían ver afectados. Son los sectores más sensibles al cambio de las situaciones internacionales. Ya en la crisis de 2008 y 2009 sectores que representan una porción menor de las exportaciones sí sufrieron consecuencias y es posible que si la situación internacional se agrave.