Equipo de estudiantes y profesores de UTU recorrió 2.500 kilómetros en experiencia única de convivencia y aprendizaje
Con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), se presentó este miércoles 9 la publicación “2.500 kilómetros de educación”, que relata lo aprendido, observado, compartido y descubierto por un equipo de estudiantes y profesores de Formación Profesional Básica de Construcción, que por 15 días hicieron un seguimiento del territorio uruguayo y de la obra de Eladio Dieste.

La idea de la recorrida comenzó en Joaquín Suárez, en Canelones, y el 23 de noviembre de 2015 se concretó con el inicio de un viaje que dio el nombre a la publicación 2.500 kilómetros de educación, que muestra las localidades, carreteras y departamentos recorridos por estudiantes y profesores del Consejo de Educación Técnico Profesional-Universidad del Trabajo del Uruguay (CETP-UTU), quienes se autodenominan equipo, tras las experiencias de convivencia en común en busca de la obra del ingeniero Dieste (1917-2000).
Federico Graña, director de la División de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), dijo que las trayectorias educativas siempre tienen muchas historias que se viven en forma intensa tanto individual como colectiva. Agregó que conocer otras realidades, personas y paisajes les permitió a esos jóvenes ser más independientes, en el marco de una experiencia que los hizo crecer desde la convivencia, el aprendizaje, lo colectivo y en forma individual.
Las propuestas de Formación Profesional Básica Comunitaria entre el CETP-UTU y el Mides surgen en 2009, como un intento por superar barreras geográficas y simbólicas que obstaculizan la continuidad educativa de muchos adolescentes de Uruguay. La iniciativa de los jóvenes se consolidó como una propuesta educativa que permite pensar los procesos de inclusión en el marco de acuerdos interinstitucionales.
Esa experiencia permitió a los jóvenes conocer el territorio uruguayo, quedarse en las escuelas técnicas y convivir con otros jóvenes, además de conocer lugares de los 19 departamentos de Uruguay y sorprenderse ante las construcciones de Dieste.
En forma paralela a la planificación del viaje, el grupo fue al encuentro de los padres de los participantes, que al principio eran dos o tres, pero se fueron sumando y comprometiendo con la propuesta y al finalizar el proceso de integración todos los padres estaban presentes.
El consejero Miguel Ángel Venturiello indicó que “los jóvenes que participan en Formación Profesional Básica son aproximadamente 10.000, pero de las experiencias comunitarias participa un número más reducido, que llega a un millar en todo el país”, indicó.
Las autoridades agregaron que es una experiencia que tiene una dimensión relacionada con los procesos socioeducativos con clases magistrales sobre los contenidos históricos, geográficos, sociales y culturales de cada departamento, registros fotográficos, escritos o trabajos monográficos al cerrar cada unidad temática.
También implicó un ejercicio democrático con diferenciación de roles, lugares de poder y saber, además de aportar a la autonomía y ayudar a salir de la zona de confort a cada uno de los jóvenes y profesores que participaron de la experiencia.