Experta de ONU destacó avances en trato de género ante situaciones de emergencia
Marta Pérez del Pulgar, experta en Género y Desarrollo del ONU, participó en un seminario organizado por Inmujeres y el SINAE cuya temática fue el desarrollo de alarmas para prevenir la violencia de género en situación de emergencia. Reconoció que es un avance pensar estas acciones en épocas de tranquilidad porque es necesario contar con esa información y protocolos para prevenir casos de vulneración de derechos en el futuro.
“Si existe violencia de género en situaciones normales, más aún existen en casos de emergencia”, sostuvo la experta que subrayó la importancia de generar este tipo de análisis, reflexión y sensibilización en momentos de “tranquilidad”, fuera de casos de emergencia activa. “Es el momento en el que se puede identificar los mecanismos y la información, no en una emergencia porque el tiempo no lo tenemos”, aseguró.
Este taller se realizó en el marco del convenio entre Inmujeres y el Sistema Nacional de Emergencias y tuvo como objetivo tratar el enfoque de género en los casos de emergencia ante catástrofes naturales para generar alertas tempranas y evitar que los derechos de las mujeres sean vulnerados.
Entre las sugerencias, se destacó la importancia de transversalizar las acciones de los comités departamentales de emergencia, con la perspectiva de género para atender a las víctimas y supervivientes de la violencia de género en contexto de emergencia.
Pérez del Pulgar explicó que el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA-ONU) coordinó un estudio en el año 2011 para tratar de comprender la prevención y abordaje de la violencia de género en contextos humanitarios causados por un fenómeno natural. Aseguró que existe bibliografía sobre violencia de género en contextos de conflicto armado, pero muy poco material acerca de situaciones causadas por desastres naturales.
Ese estudio concluyó con la identificación de una falta de articulación entre quienes trabajan las cuestiones de género y quienes atienden la emergencia. En muchos casos, los primeros no cuentan con las capacidades, recursos y protocolos de actuación aplicables a situaciones de crisis. Por otra parte, las entidades que dan respuestas coordinadas para atender esas emergencias no cuentan, en muchos casos, con la sensibilidad para atender los problemas de género.
“Si en tiempos normales no hay datos suficientes o datos fidedignos, si no contamos con la información que necesitamos como para poder tratar el tema de una manera integrada y bien articulada, es mucho más difícil poder hacerlo en un momento de emergencia donde no tenemos la información ni el tiempo”, reiteró.
Asimismo, dijo que el hecho de que no se cuente con esa información no significa que no exista. “Precisamente, el hecho de no tener información significa que tenemos que poner en marcha medidas para saber qué es lo que está pasando, porque si hay violencia de género en un tiempo normal, la hay —sin duda— en una emergencia, y por diferentes cuestiones: porque hay una fractura en los sistemas sociales, porque hay hacinamiento en el caso de que las personas se encuentren en refugios, porque hay un aumento de la tensión ante la incertidumbre y ante una situación que es nueva para las personas. Los comportamientos violentos suelen aumentar con ese aumento de la tensión; y todo indica que a pesar de que tenemos ese subregistro, que los casos de violencia de género en esos contextos, aumenta”, resaltó la experta.
Recomendaciones desde UNFPA
A través de este taller se identificó la necesidad de fortalecer la articulación entre los referentes de género en el territorio y los comités de emergencia departamentales. “Se están dando pasos y yo creo que el hecho que se organizara este taller ha sido un avance muy importante”.
Afirmó que se progresa para mejorar la articulación entre las entidades que atienden la emergencia y los referentes e instituciones sobre género. También reconoció que es necesario incrementar la sensibilización ante la falta de información en relación con estos temas.
También subrayó la necesidad de capacitar a las personas que trabajan en estas entidades para que puedan transversalizar el género en las acciones y las políticas, ya que no es un tema que compete únicamente a Inmujeres o al SINAE, sino que es una cuestión de todos los actores que intervienen tanto en la gestión de riesgo como en la respuesta a un desastre natural, si lo hubiere.