Cooperación internacional

Expertos en "ciberdelitos" se reúnen para profundizar eficiencia de investigación

Montevideo es sede de un encuentro del Grupo de Trabajo Latinoamericano de Delitos Tecnológicos-INTERPOL (GTLDTI), entre el 30 de agosto y el 2 de setiembre. La finalidad es intercambiar información sobre las nuevas formas delictivas mediante el uso de Internet, y su combate. Una de las primeras conclusiones es que Uruguay trabaja con herramientas y conocimientos similares a los aplicados en el resto del mundo.

Autoridades
El grupo está integrado por unidades de investigación de: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Panamá, Perú, Venezuela, España, Francia, República Dominicana, Ecuador, Paraguay, Estados Unidos y Uruguay, dedicadas al combate del cibercrimen en todas sus modalidades.
 
El acto de apertura realizado en el Hotel Embajador, contó con la participación del ministro del Interior, Eduardo Bonomi (MI); el director nacional de Policía, Julio Guarteche; el jefe de Policía de Montevideo, Walder Ferreira y el presidente de la organización, Miguel Justo, entre otras autoridades.

Este grupo regional es uno de los equipos que INTERPOL instala ante  modalidades delictivas que, por su complejidad y especificidad, merecen un análisis en particular o requieren cuidados especiales en la técnica de investigación (narcotráfico, ciberdelito, crimen organizado). En el caso del cibercrimen o delitos tecnológicos existe cuatro grupos regionales, entre ellos el latinoamericano.

El ministro Bonomi definió a la tecnología como una herramienta que, dependiendo de quién y cómo la utilice, brinda comodidades pero también genera un nuevo nicho para delincuentes. "Más allá del daño a sistemas informáticos, son potenciales amenazas que pueden impactar en el sistema de interconexión a gran escala manejados por computadoras”, explicó el jerarca, quien aludió a otro escenario: la telefonía móvil, de uso masivo y considerada de interés para delincuentes tecnológicos. Dijo que se debe preparar a la Policía para que investigue estos delitos. Hablo de la importancia de actuar en forma coordinada ya que se trata de un delito transnacional.

Cooperación internacional
El titular de esta red explicó que el equipo funciona en: intercambio de información, planificación de operaciones y análisis de amenazas emergentes. Permite conocer la situación de la región y su marco normativo. “La cooperación internacional es el arma necesaria para dar respuesta a una investigación”, dijo.

“Hoy no hay un delito del Código Penal de ningún país que no pueda ser cometido a través de un medio tecnológico”, reflexionó Miguel Justo. Existen delitos tradicionales realizados a través de un medio informático (amenazas vía mail o redes sociales) y delitos tecnológicos (jaqueo, negación de servicios). En este último caso, se trata de modalidades fraudulentas que se realizan mediante ingeniería social para hacerse de datos y cometer fraudes.


Consultado por los casos de pornografía infantil, Justo recordó que no es el delito más frecuente pero por el impacto que produce su investigación y por el flagelo que implica que involucren niños, es un tema que sensibiliza a los trabajadores policiales y a la sociedad que recepciona la información. Recientemente Uruguay participó de una serie de operaciones internacionales lideradas por este grupo.


La realidad uruguaya
El jefe de Delitos Informáticos de Uruguay, Gabriel Lima, informó que existe una amplia gama de delitos tecnológicos como: robo de información de un servidor, uso de la informática como medio de negociación de una extorsión o secuestro (Messenger, Twitter, correos electrónicos), entre otros. Hasta hace cuatro meses, el principal delito registrado en el país eran las amenazas de muerte. En los primeros cinco meses de 2011 se procesó a cinco personas por pornografía infantil, sin embargo la tendencia cayó y no se originaron más casos. En tanto, el delito más reciente es el uso de la informática para estafas y falsificaciones.
 
Lima sostuvo que en conocimiento y tecnología, nuestro país se encuentra en condiciones paralelas al resto del mundo, pero no se compara con Chile y Brasil que tienen unidades de 100 policías trabajando en estos temas. Aseguró que el equipo uruguayo –compuesto por tres personas especializadas- domina todos los temas que le tocaron investigar, y en caso de requerir apoyo externo, se recurre a esta red internacional.

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