Expertos finlandeses en educación confían en proceso de transformación que lleva a cabo Uruguay
Matti Kourelahti y Aki Tornberg son especialistas en educación de Finlandia y llegaron a Uruguay gracias a la gestión del presidente Vázquez. Los expertos repasaron su experiencia considerada exitosa a nivel mundial. Aseguran que el secreto está en igualdad de oportunidades, formación docente y confianza y respeto a la profesión. Confían en el proceso que realiza Uruguay y comprometieron apoyo para concretar la transformación.

El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) organizó una actividad con expertos finlandeses en sistemas de educación, quienes detallaron su experiencia, mediante videoconferencia este miércoles 28 en la Torre de las Comunicaciones, y valoraron la realidad de Uruguay respecto al tema. La ponencia de Matti Kourelahti y Aki Tornberg fue presenciada por la ministra María Julia Muñoz, la subsecretaria, Edith Moraes, y por autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública.
Los expertos visitan Uruguay tras las gestiones realizadas por el presidente Tabaré Vázquez durante su viaje a Finlandia. La ministra Muñoz aseguró que este tipo de iniciativas, que procuran sumar al debate del próximo Congreso Nacional de Educación, confirman el compromiso del Gobierno con avanzar en el proceso de transformación.
En su ponencia, los finlandeses se refirieron a la necesidad de realizar reformas constantes en la educación: “Es una ley natural. El desarrollo digital, la inmigración y los cambios de las sociedades obligan a hacer modificaciones”, indicó Kourelahti. El proceso finlandés comenzó hace 30 años, cada 10 actualizan las currículas escolares y cada cuatro se integran nuevas ideas a los programas. En este contexto, evaluaron como posible el llamado cambio del ADN de la educación en Uruguay y sostuvieron que el país realiza un proceso necesariamente largo. Además, ofrecieron su apoyo.
Explicaron que el sistema finlandés se basa en garantizar igualdad de oportunidades, capacitar a los docentes y manifestarles confianza. Relataron que para ser maestro de 1.° a 9.° grado se debe cursar una maestría de cinco años y que solo pueden ser licenciados (carrera de tres años en ese país) quienes se desempeñen a nivel de educación inicial, aunque el 30 % de estos últimos también realiza la maestría.
Cada año hay 3.000 aspirantes, pero solo ingresan 200, “por lo que es fácil elegir a los mejores”, indicó Mourelahti. El 85 % se mantiene en la profesión a lo largo de su vida, bajo un concepto de capacitación constante.
“La confianza es clave. Nosotros, los finlandeses, confiamos en que son profesionales independientes, capaces de comprometerse junto con las familias. Es un compromiso ético”, dijo. El experto explicó que no recurren al sistema de inspecciones, sino a mecanismos de apoyo. “El entusiasmo docente se centra en que su profesión es respetada porque los ciudadanos son conscientes de que la educación es la clave del éxito”, indicó.
Los docentes en Finlandia trabajan un promedio de 25 horas semanales y perciben una remuneración cercana a los 3.100 euros. Los especialistas aseguraron que destinan a la educación el 6 % del producto bruto interno. Asimismo, se refirieron a los resultados académicos, sobre los cuales registran mejores indicadores entre los estudiantes con mayores dificultades.
En materia de educación inclusiva, los finlandeses utilizan cada vez menos las escuelas especiales y apuestan a incorporar a los niños con necesidades especiales en la escuela regular. Recurren a la figura de “maestro de apoyo”, según la especialidad requerida. Un 15 % de sus docentes se capacitan en esas necesidades especiales. Acceso, participación y educación de calidad son las tres claves de la inclusión. Los especialistas aseguran que detectar de forma temprana una dificultad, como podría ser dislexia, vuelve más evitable el desfasaje respecto al grupo. En ese sentido, promueven la lectura y la escritura.