Francisco Beltrame exhortó a construir nuevo modelo de organización territorial nacional
Este jueves 22, en el salón de actos de la Torre Ejecutiva, el Ministerio de Vivienda llevó a cabo una jornada de revisión crítica del proceso de implementación de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible, a 5 años de su promulgación. Los ministros Francisco Beltrame y Roberto Kreimerman realizaron un análisis de la puesta en práctica de la ley hasta la actualidad y expusieron proyecciones a futuro.
Las instituciones involucradas en la implementación de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible —que rige desde 2008— fueron convocadas por la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (DINOT) a una jornada de revisión crítica de la gestión hasta la actualidad.
En la ocasión, el ministro de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame, expresó que la aprobación de la ley otorgó competencias a los gobiernos departamentales “desde el punto de vista del ordenamiento de su territorio, a través de distintos instrumentos que buscan mejorar el desempeño de las actividades”, de manera que no se estorben entre sí, por ejemplo, a raíz del crecimiento residencial en torno a industrias preexistentes.
Por otra parte, estableció la necesidad de reflexionar “sobre la construcción de un nuevo modelo de organización territorial nacional”, poniendo énfasis en las directrices nacionales de ordenamiento territorial y desarrollo sostenible que fueran elaboradas en cumplimiento del artículo 9 de la referida ley. Según lo afirmó el jerarca, las directrices “nos entregan una primera aproximación o prefiguración de este nuevo modelo, identificando caminos rumbo a acciones para su concreción consensuada y democrática”.
Además, reflexionó que la conformación histórica del modelo territorial ha estado caracterizada por una relación crítica de centro periferia, generando “algunas disfunciones en el aspecto socio territorial que es necesario comenzar a resolver”. Al respecto, hizo hincapié en la necesidad de atender “lo vinculado a la acelerada fragmentación social de los territorios urbanos; la expansión irracional de áreas urbanas periféricas carentes de servicios y equipamientos básicos; las asimetrías pronunciadas entre las distintas áreas del territorio; la subutilización de los recursos disponibles, a menudo asociados a su mal manejo de suelos productivos, agua, áreas turísticas, áreas protegidas…”, entre otros numerosos aspectos.
Beltrame expresó que, en esa medida, las directrices nacionales son “una respuesta y una propuesta para iniciar un camino de reversión de tales disfunciones”, que de ningún modo constituyen “disposiciones de freno que obstaculicen el necesario e imprescindible desarrollo social y económico del país”, dijo.
Por su parte, Roberto Kreimerman sostuvo que el tipo de producción que el Uruguay impulse tendrá una influencia directa en la calidad del uso territorial.
Además se remitió a lo que considera uno de los principales y más recientes cambios de la actividad productiva del país, que es el crecimiento de las cadenas de producción: “lo que antes se hacía en forma única en un país ahora da lugar a distintas actividades”, dijo. Y afirmó que frente a la crisis financiera, energética y alimentaria de los últimos años a nivel global, se ha modificado sustancialmente la manera de producir, dando lugar a que los eslabones de las cadenas productivas “integren la producción de bienes y servicios con el uso de las nuevas energías y con la producción ambiental, no solo con el mal considerado ‘costo’ en el que piensan siempre las empresas, sino como un elemento indeclinable, irrenunciable de conservación y hasta de uso productivo”.
Finalmente, razonó que “el aprendizaje de estos últimos años, de donde hubo que hacer mejoras, de donde hay que marcar cambios y adecuaciones en la relación entre lo nacional y lo departamental va a ser fundamental para los años que vendrán”, concluyó.