Ganadería extendió hasta fin de noviembre el plazo de presentación de planes lecheros en cuenca del río Santa Lucía
El Ministerio de Ganadería pospuso hasta el 30 de noviembre el plazo para presentar planes de tratamiento de efluentes para los tambos familiares y de escala media de la cuenca del río Santa Lucía. Hasta ahora se han presentado 349 proyectos, cuyo objetivo es cuidar la calidad del agua. Asimismo, todos los productores lecheros de la zona deben presentar programas de uso de suelos para combatir la erosión hídrica.

Las autoridades dispusieron que podrán presentar subproyectos productores lecheros con menos de 300 vacas en ordeñe ubicados en la cuenca del río Santa Lucía. Será entregado apoyo económico por hasta 16.000 dólares no reembolsables por cada establecimiento para inversiones, independientemente del apoyo por asistencia técnica.
El objetivo es controlar y aplicar medidas de manejo sobre los efluentes de tambos en forma directa, como piletas, captación y distribución, o indirectas, como en los casos de agua para abrevadero, de delimitación de zonas buffer o de contención de impacto ambiental.
El fondo económico será aportado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, con recursos del proyecto Manejo Sustentable de los Recursos Naturales y Adaptación al Cambio Climático.
Planes para la producción lechera sostenible
Todos los productores lecheros ubicados en la cuenca del río Santa Lucía deberán presentar, además, planes de uso de suelos. Se pretende que al 30 de noviembre también hayan entregado esas propuestas de uso para los sistemas lecheros en todos los tambos de la zona.
Con esa medida se busca combatir la erosión hídrica. Al determinar una rotación o sucesión de cultivos asociados con la producción lechera en una unidad de producción, no se generan pérdidas de suelo por erosión estimadas por encima de la tolerancia para ese tipo de suelo.
Además, los planes incluyen la elaboración de un programa de manejo de la fertilización química y orgánica como medida para controlar el nivel de fósforo.