En dimensión humana

Gira presidencial por Europa, una experiencia inolvidable entre castillos y catedrales

Acompañando al Presidente José Mujica durante once días de gira por Europa, quienes trabajamos junto a él en la Secretaría de Comunicación, pudimos deleitarnos y conocer, a pesar de una ajetreada agenda, otras realidades culturales y tener el privilegio de recorrer hermosas e históricas ciudades del viejo continente como Estocolmo, Oslo, Hamburgo, Berlín y Bruselas.

Plaza europea

En todas ellas, el denominador común a destacar, desde una óptica montevideana fue la limpieza, el orden y el silencio, ya que los automóviles circulan casi inadvertidamente sin bocinas ni ruidos de caños de escape y las motos que rodeaban la comitiva oficial no utilizan sus sirenas para abrirse paso en un tráfico ordenado y respetuoso de las disposiciones de circulación.

Observamos con admiración como estos ciudadanos europeos de todas las edades utilizan las bicicletas como medio de transporte permanente, y a su vez, como son respetadas por el parque automotor y los propios peatones que no invaden las ciclovías predeterminadas. Asimismo merece especial distinción la fluidez del transporte público de estas ciudades del cual un importante porcentaje es eléctrico.  

Por las empedradas calles con siglos de historia, nos trasladamos durante esos días de otoño, entre cientos de personas que prefieren caminar a utilizar sus vehículos, lo cual nos habla del cuidado que le otorgan al medio ambiente y la dedicación a la práctica de la salud física.

Antiguos y señoriales palacios, catedrales y edificaciones de distintos estilos arquitectónicos le dieron una calurosa bienvenida a la pequeña comitiva que partió de Montevideo el pasado 11 de octubre colmada de expectativas, que apostó a la promoción del Uruguay como un país amigable y transparente en espera de inversiones europeas y de reforzar los lazos entre naciones amigas.

Es digno de destaque el reconocimiento brindado al Presidente Mujica por su historia de vida y la estabilidad del Gobierno democrático que encabeza, en todos los encuentros que mantuvo con ministros, reyes y presidentes de organismos.

Tal es así, que en la cena de honor de la que participó en la Cámara de Comercio de  Hamburgo, su discurso fue ovacionado de pie por los presentes. Otro hecho anecdótico de camaradería fue protagonizado por el Presidente del Parlamento Europeo, quien apenas se encontró con Mujica se quitó la corbata y la guardó en su bolsillo para luego abrazarlo calurosamente.

Un espacio aparte merecen los encuentros con los uruguayos residentes en Estocolmo, Oslo, Bruselas y Luxemburgo, que acudieron a reunirse con su Presidente en espacios cargados de emoción, que en muchos casos llegaron hasta las lágrimas.

Ya de vuelta y reflexionando sobre este viaje que en su vorágine nos dejó a todos las retinas colmadas de imágenes inolvidables, nos sentimos orgullosos de ser uruguayos porque pudimos comprobar de forma directa el respeto del que goza nuestro pequeño país al Sur de un continente siempre dispuesto a otorgar el abrazo fraterno.

También  recogimos como ejemplos a seguir la importancia de dejar de lado el sedentarismo uruguayo y el aprender a querer más nuestras ciudades otorgándole al cuidado del medio ambiente y el valor que realmente tiene, no solo para nosotros sino para las generaciones que vienen.  

Exhaustos pero repletos de experiencias volvimos con la satisfacción del deber cumplido.