Gobierno y sociedad analizan trabajo y articulación con la vida familiar, cuidados e igualdad de oportunidades
El trabajo y la articulación con la vida familiar, la educación, los cuidados, igualdad de oportunidades y el territorio en referencia a las etapas de la vida como la niñez, la juventud y la vejez, fueron temas destacados abordados en las sesiones realizadas desde julio y hasta este jueves 29 en la Mesa 8 de Género y Generaciones, en el marco del Diálogo Social “Uruguay hacia el futuro”, entre el Gobierno y la sociedad civil.

En nombre del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mariela Mazzotti, agradeció a las organizaciones sociales y a las instituciones estatales que se acercaron para abordar las políticas públicas por generaciones en las diferentes etapas de la vida vinculadas a la infancia, juventud y vejez, desde un análisis de género.
Afirmó que las distintas poblaciones a las que atienden las políticas públicas no son homogéneas y por ello es fundamental tomar en cuenta las particularidades sin perder la universalidad de la garantía de los derechos.
Mazzotti agregó que en las seis sesiones que realizó desde julio la Mesa Género y Generaciones apareció el tema género y su vinculación con el lugar donde se vive en el territorio, la incidencia de la clase socioeconómico junto a lo étnico racial que se suma a las particularidades de cada situación.
“El eje género y el étnico racial se mantienen a lo largo de toda la vida y van condicionando a las personas desde la infancia y hasta la vejez”, indicó.
En la apertura de la Mesa 8 participaron 25 organismos del Estado y 54 de la sociedad civil, además de la cooperación internacional, lo que sumó unas 84 entidades, número que fue variando a lo largo de las reuniones.
En la síntesis de los intervenciones de las sesiones, se destacan cuatro áreas de políticas públicas que aparecieron nombrados en forma sistemática como educación, trabajo, violencia y cuidados en referencia a las diferentes etapas de la vida.
La síntesis de educación de acuerdo al ciclo de vida, tuvo como aportes importantes en primera infancia, la valoración de la educación sexual desde temprana edad, educar desde el cuerpo, el arte, lo lúdico y la salud; y la necesidad de fortalecer las experiencias de integración, equidad y encuentro.
Algunas propuestas señalaron la importancia en la formación de los médicos de incorporar un enfoque integral gerontológico y de salud mental en su formación básica.
Otra área presentada fue el trabajo donde se abordó la conciliación entre la maternidad y la paternidad y las obligaciones familiares y el empleo.
Ahí se mencionó en particular el rol que podría jugar este tema en la negociación colectiva, el fomento de la responsabilidad empresarial y la necesidad de flexibilizar los horarios de los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) y los criterios de acceso a los mismos.
También se dijo que a las mujeres jóvenes se las hace responsables en forma temprana de los cuidados porque se las ve como "cuidadoras naturales" y esto obstaculiza su inserción laboral por lo que planteó una mejor distribución del trabajo no remunerado en las familias.
Varias intervenciones pusieron énfasis en que el Sistema Nacional de Cuidados sea una política universal que garantice el enfoque de derechos y género. Se propuso que cubra la demanda de cuidados de toda la población, en particular se reflexionó acerca del acceso al cuidado de mujeres trabajadoras y familias que no integran poblaciones vulnerables, pero que no pueden acceder a los centros Caif y a otros servicios de calidad privados.
Mencionó, además, la necesidad de contar con más políticas de apoyo a la lactancia, la promoción de la corresponsabilidad paternal y en particular garantizar el pago de las pensiones alimenticias.
Algunas organizaciones plantearon la necesidad de redefinir la pobreza teniendo en cuenta la pobreza de tiempo y de oportunidades que abarca e impide el desarrollo personal, laboral y educativo de mujeres trabajadoras y sus familias.
En referencia a infancia y la adolescencia, distintas organizaciones plantearon la necesidad de que los medios de comunicación generen una reflexión sobre los contenidos que transmiten y la necesidad de revisar los estereotipos de género.
Otro de los conceptos que se abordó es el desarrollo de políticas que realmente pasen de la igualdad formal a la real y de la necesidad de superar el enfoque asistencialista de las políticas sociales.