Gobierno uruguayo realiza gestiones con Estados Unidos por deportaciones violentas
El prosecretario Diego Cánepa informó, el viernes 19 de agosto, a los medios de prensa que el Gobierno uruguayo analiza con preocupación las reiteradas denuncias por malos tratos recibidas de uruguayos deportados desde Estados Unidos. Por su parte, el canciller Luis Almagro explicó en el día de ayer, que la situación es monitoreada y que ya se han realizado contactos con autoridades de ese país, para buscar soluciones al tema.

En declaraciones a la prensa, Cánepa explicó que la situación se analiza junto a la Cancillería y aclaró, que lo que se desaprueba es el desempeño de las medidas llevadas a cabo en la deportación, no las disposiciones migratorias de cada país. Agregó que la mayoría de los casos están ocurriendo en las zonas de Elizabeth y Orange, localidades de Nueva York, donde se ha llegado a expulsar a dos uruguayos por semana.
Por su parte, el canciller uruguayo Luis Almagro explicó que sigue con atención esta situación desde hace varios meses, que tiene como protagonistas a uruguayos residentes ilegales en Estados Unidos. Coincidió con Cánepa en que no cuestionan las leyes de ese país, sino que la inquietud proviene por el destrato o la inhabilitación de derechos que estas personas reciben.
Entre las dificultades detectadas destacó el aislamiento e imposibilidad de acceder a la autoridad consular inmediatamente, lo cual perjudica en gran medida a las familias de las personas detenidas, que luego también son expulsadas. “Tratamos de que se contemplen de la mejor manera las vulnerabilidades sociales y psicológicas de la que son objeto estos ciudadanos”, afirmó.
Según el director de Vinculación del ministerio, Gerardo Pérez, el efecto secundario que tienen estas deportaciones –mayormente de hombres- es que desintegra a sus familias. Actualmente el gobierno norteamericano solo paga el pasaje del expatriado y esto lleva a que al poco tiempo, la esposa deba vender sus pertenencias para financiarse su pasaje y el de sus hijos.
Pérez también informó que en la Oficina de Retorno y Bienvenida de la Cancillería uruguaya, se contabilizaron en los últimos meses cerca de 350 personas al mes y consideró que no todos los que regresan saben de la existencia de esa dependencia.