Las palabras andantes 
Inclusión de personas de baja visión y sordomudas al mundo del teatro
La Comedia Nacional, Teatro Solís, la Fundación Braile y la Secretaría para la Gestión de la Discapacidad de la Intendencia de Montevideo, crearon un sistema de audiodescripción para personas ciegas o baja visión, con el cual pueden disfrutar del teatro y de esta forma no sentirse excluidos. En la misma dirección se realizó un taller para personas sordomudas para permitirles disfrutar de esta experiencia artística.
Este proyecto fue originalmente presentado a la Comisión del Bicentenario y fue seleccionado por su extraordinario aporte a la inclusión en este caso al disfrute de las artes.
La iniciativa se realizó por primera vez el año pasado durante la reposición de la obra «El enfermo imaginario», de Molière, dirigida por el actor y director teatral Juan Antonio Saraví, quien además es secretario de la Fundación Braille del Uruguay. La segunda obra puesta en cartel bajo esta experiencia integradora fue este año la pieza teatral Doña Ramona.
Funcionamiento del sistema de audiodescripción
Previamente al estreno de la obra, los especialistas del Instituto Braile asisten antes del estreno de la obra a los ensayos donde eligen la obra más conveniente para implementar el sistema y la manera en que se lo va a relatar.
Las personas ciegas o con baja visión reciben descripciones orales, mediante auriculares unidos a un dispositivo de grabación, complementarias al espectáculo en vivo e idóneas para permitir su pleno disfrute.
El operador del teatro da una orden a la computadora para que comience a ejecutar el sistema. Se trata de un registro grabado pero el operador ante un imprevisto que surja durante su representación puede realizar en vivo una modificación. Por eso, el técnico debe estar atento y conocer la obra a fondo. Los requisitos que tiene que tener una obra para poder implementar este método es la claridad en la historia a narrar.
Por otra parte, según informó el director de la Comedia Nacional, Mario Ferreira durante este año se realizó un taller de actuación para sordomudos a cargo del actor Lucio Hernández, al cual asistieron unos 16 jóvenes que aprendieron que las personas sordomudas también pueden expresarse a través del arte.
Según los participantes, esta experiencia les permitió sentirse a gusto y descubrir un universo que en principio les parecía imposible convertirse en actores y vivir la pasión por el teatro.