Presidencia Uruguay

En diálogo con la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, se refirió al momento que atraviesa la industria de la construcción. Aseguró que se encuentra en franco crecimiento y esto exige más personal capacitado. Explicó que el bajo nivel de desempleo y la necesidad de incorporar más personal, hace que se acerquen al sector personas que quizás carecen de la cultura del trabajo, lo que lleva a que se generen problemas como el ausentismo. "Para revertirlo, es importante que actúen en conjunto trabajadores y empleadores generando estrategias de capacitación, que le otorguen valor a la tarea", indicó. 

Un ejemplo exitoso de acción mancomunada es la experiencia de la que recientemente egresó la primera generación de docentes de la construcción (jubilados de la obra). Esta experiencia muestra que “los acuerdos se alcanzan por consenso y no con imposiciones de unos sobre otros”, explicó Brenta. 

El presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, coincidió con el ministro en el momento que atraviesa el sector y el país todo. Negó que las turbulencias que presenta la economía global, y sobre todo Europa, puedan afectar al país. Otegui no cree que se genere un cambio drástico negativo en los próximos meses. 

El titular del SUNCA, Pedro Porley, explicó que la industria alcanzó en el sector formal el número más alto de su historia. “Esto es muy bueno, pero las gremiales del sector tenemos el compromiso de seguir trabajando para efectivamente mantenerlo. Si se da cumplimiento a las inversiones públicamente anunciadas se crecerá aún más”, aseguró. 

Según cifras del BPS correspondientes a mayo, 57.212 personas se desempeñan en la construcción en todo el país en forma directa. Pero si el cálculo se hace según la medición del sector, la cifra se duplica, dado que se considera que, por cada puesto directo, se genera uno indirecto. En ese caso, se podría hablar de 115 mil trabajadores. “En una población económicamente activa de un millón, se puede señalar que la incidencia de la industria de la construcción es importante”, reflexionó Porley. 

La seguridad laboral es otro tema que preocupa a todas las partes involucradas (sindicato, empresarios y gobierno). Existe una comisión tripartida de Salud y Seguridad en el Trabajo que funciona sobre la base de la formación de trabajadores que cumplen el rol en la obra. Son los encargados de salud y seguridad, y por tanto de hacer cumplir las normas, además de las competencias del propio ministerio. La Inspección General del Trabajo coordina cursos para capacitar a obreros, para que éstos ayuden a controlar en su propia obra que los trabajadores hagan uso de las herramientas de seguridad disponibles. En caso de carecer de los implementos requeridos, son éstos los que deben reclamar la  presencia del Ministerio de Trabajo, para que actúe como cuerpo inspectivo. 

Porley reconoció un avance en materia de seguridad laboral, pero entiende que aún es insuficiente, dado que aspiran a que no haya más accidentes fatales. El sindicato entiende que todos los actores deben esforzarse y contribuir para que se concrete una mejora de las condiciones laborales. 

El gremio confía en la importancia de continuar realizando campañas de sensibilización que contemplen los elementos de mayor riesgo, sobre todo que de cumplimiento de la normativa existente en el sector. Si se analizan los accidentes que ocurren en cada año, se encuentra que las principales razones tienen que ver con el incumplimiento de la normativa, esencialmente el desplome de objetos, la caída de altura, la falta de implementos de seguridad y la electrocución.