Capacitación y profesionalización
Este año se registró un crecimiento importante de expedientes, que incluye lo relativo a condiciones ambientales y generales de trabajo, es decir, por un lado salud y seguridad y, por otro, documentación, tanto sea planilla de trabajo, recibos de pago, horas extras, personal registrado y cobertura del Banco de Seguros del Estado (BSE), detalló la inspectora general de Trabajo, Cristina Demarco.
También hubo un aumento notable de los números vinculados a la labor de la Inspección, añadió Demarco en extensa entrevista con la Secretaría de Comunicación.
En lo que va de 2014 ya se realizaron más de 8.000 inspecciones en ambos ámbitos. A esto se suman los controles que se realizan tras esas intervenciones (se les da un plazo para que cumplan y por ende se concurre a verificar que fue así). En ese mismo lapso ingresaron más de 400 expedientes de denuncias de acoso laboral, maltrato, destrato, discriminación, acoso sexual y todo lo vinculado a los derechos inespecíficos.
“Hay más control y hay más denuncias. Nosotros actuamos por operativo determinado por el jerarca, por rama de actividad o por denuncias. Hicimos muchos, pero también se incrementó el número de denuncias”, explicó.
Este resumen es un balance tras conmemorarse el 17 de noviembre el Día de la Inspección General de Trabajo y Seguridad Social (IGTSS), según lo establecido por el decreto 472/2005, aniversario que coincide con una etapa de celebraciones de importantes hitos en lo referente a la seguridad y salud en el trabajo.
Por ejemplo, en esa misma fecha se cumplieron 99 años de promulgada la Ley 5.350 de Trabajo Obrero, que creó el primer cuerpo de inspectores laborales para controlar el cumplimiento de la jornada laboral de ocho horas, y se considera formalmente la conformación de la Inspección como tal. Asimismo, se recuerda la reciente conmemoración del centenario de la Ley N° 5.032 de Prevención de Accidentes de Trabajo.
En este escenario y a pocos días de finalizar el año, Demarco realizó una puesta a punto del accionar de la dependencia que representa y su evolución en los últimos años.
Explicó que en este mandato se hizo hincapié en los sectores de la construcción y del área rural, con más salidas al interior del país para recorrer lugares que nunca habían sido inspeccionados, a la vez que tuvo más injerencia en la detección de personal extranjero en determinadas actividades.
Otra área en la que se incrementaron los controles ministeriales fue en el relevamiento del personal doméstico. Si bien hace cinco años que viene creciendo en fiscalización, de alguna forma la difusión de la normativa se reflejó luego en las inspecciones.
Actualmente se desempeñan en la tarea 120 inspectores, de los cuales 60 se abocan a condiciones generales y la otra mitad a la seguridad y la salud.
Demarco indicó que en estos años se logró una profesionalización de los inspectores, como es el caso de muchos de los que están abocados a condiciones ambientales, que son especialistas en la materia con títulos medios o universitarios, y el de los técnicos prevencionistas. Lo mismo ocurre en condiciones generales de trabajo.
El personal se ha capacitado mucho más. En los últimos cinco años la capacitación adquirió relevancia y la concientización, la sensibilización y el llegar al interior del país se da mucho más que en años anteriores.
Omisiones y sanciones
“Muchas empresas aún no tienen la planilla de control de trabajo y hay personal sin anotar. Eso es bastante grave, porque incide en lo que es la historia laboral de la persona y, cuando se quiera jubilar, esos años no son fácilmente reconocidos”, advirtió.
“También tenemos algún caso de personal extranjero sin la debida documentación para trabajar en el país, y hay muchos casos en los que no existe la afiliación al Banco de Previsión Social y al Banco de Seguros del Estado. En esos casos estamos pasando el oficio correspondiente a los organismos”, agregó.
Demarco aseguró que “hay empresas que son infractoras natas, que se siguen reiterando las infracciones e, incluso, no vienen a interesarse por los expedientes, llegan a la clausura administrativa (por seis días en los que empleador debe abonar los salarios), porque no cumple reiteradamente”, señaló.
De todas formas, producto de la campaña de sensibilización que se lleva adelante, una parte importante del personal empresario toma conciencia y se están dando grados de cumplimiento.
“La difusión y sensibilización está haciendo tomar conciencia de que es preferible tener a la empresa en forma legal o formalizada que estar por fuera”, agregó.
La Ley 15.903 ofrece un mecanismo de amonestación, sanción o clausura, en ese orden de prelación, según la gravedad del asunto.
La amonestación implica solamente un aviso, un alerta que deja registrado un antecedente ante el Ministerio de Trabajo, mientras que la sanción supone la aplicación de una multa económica en unidades reajustables.
En cuanto a la clausura, existen la administrativa, cuando persiste el incumplimiento y ya no alcanza con poner multas e intimar porque igual no acata, y está la preventiva, que es cuando el inspector de trabajo en el espacio laboral ve un riesgo evidente para la salud y la integridad física del ser humano que está trabajando allí y, por ello, inmoviliza el andamio, la hormigonera o lo que sea necesario en el momento.
Para levantar una clausura se deben presentar los estudios correspondientes o cambiar la forma de trabajo y volverlo más seguro. A toda esta actividad se suma lo que en seguridad y salud se genera en las tripartitas del sector.
“Casi todas las tripartitas de rama tienen un ámbito aquí. En este momento tenemos más de 16, algunas de las cuales funcionan mejor, otras peor, pero estamos con eso armado, formado y se fueron generando en los últimos cinco años”, puntualizó.
“Son todos de ramas de actividad, la más antigua es la construcción y la química que ya venía funcionando, pero a lo largo de estos 10 años y con más ímpetu en los últimos cinco, se formaron metalúrgica, call centers, láctea, muchas que vienen trabajando para seguridad y salud en el trabajo”, detalló.
“La tripartita madre de todas estas, donde llegan los problemas que no se pueden resolver en las bipartitas de empresas o en las tripartitas de la inspección, es la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo”, indicó Demarco.
Inspección del Trabajo realizó más de 8.000 intervenciones y recibe cada vez más denuncias
Dado el incremento de las denuncias y la profesionalización de los funcionarios, la Inspección General del Trabajo aumentó la cantidad de fiscalizaciones en los últimos años, llegando este 2014 a 8.000 inspecciones y 400 expedientes en proceso. La plantilla de controladores es actualmente de 120, divididos según las áreas. Ante incumplimientos, se utilizan mecanismos que van de la amonestación a la sanción y hasta la clausura.

También hubo un aumento notable de los números vinculados a la labor de la Inspección, añadió Demarco en extensa entrevista con la Secretaría de Comunicación.
En lo que va de 2014 ya se realizaron más de 8.000 inspecciones en ambos ámbitos. A esto se suman los controles que se realizan tras esas intervenciones (se les da un plazo para que cumplan y por ende se concurre a verificar que fue así). En ese mismo lapso ingresaron más de 400 expedientes de denuncias de acoso laboral, maltrato, destrato, discriminación, acoso sexual y todo lo vinculado a los derechos inespecíficos.
“Hay más control y hay más denuncias. Nosotros actuamos por operativo determinado por el jerarca, por rama de actividad o por denuncias. Hicimos muchos, pero también se incrementó el número de denuncias”, explicó.
Este resumen es un balance tras conmemorarse el 17 de noviembre el Día de la Inspección General de Trabajo y Seguridad Social (IGTSS), según lo establecido por el decreto 472/2005, aniversario que coincide con una etapa de celebraciones de importantes hitos en lo referente a la seguridad y salud en el trabajo.
Por ejemplo, en esa misma fecha se cumplieron 99 años de promulgada la Ley 5.350 de Trabajo Obrero, que creó el primer cuerpo de inspectores laborales para controlar el cumplimiento de la jornada laboral de ocho horas, y se considera formalmente la conformación de la Inspección como tal. Asimismo, se recuerda la reciente conmemoración del centenario de la Ley N° 5.032 de Prevención de Accidentes de Trabajo.
En este escenario y a pocos días de finalizar el año, Demarco realizó una puesta a punto del accionar de la dependencia que representa y su evolución en los últimos años.
Explicó que en este mandato se hizo hincapié en los sectores de la construcción y del área rural, con más salidas al interior del país para recorrer lugares que nunca habían sido inspeccionados, a la vez que tuvo más injerencia en la detección de personal extranjero en determinadas actividades.
Otra área en la que se incrementaron los controles ministeriales fue en el relevamiento del personal doméstico. Si bien hace cinco años que viene creciendo en fiscalización, de alguna forma la difusión de la normativa se reflejó luego en las inspecciones.
Actualmente se desempeñan en la tarea 120 inspectores, de los cuales 60 se abocan a condiciones generales y la otra mitad a la seguridad y la salud.
Demarco indicó que en estos años se logró una profesionalización de los inspectores, como es el caso de muchos de los que están abocados a condiciones ambientales, que son especialistas en la materia con títulos medios o universitarios, y el de los técnicos prevencionistas. Lo mismo ocurre en condiciones generales de trabajo.
El personal se ha capacitado mucho más. En los últimos cinco años la capacitación adquirió relevancia y la concientización, la sensibilización y el llegar al interior del país se da mucho más que en años anteriores.
Omisiones y sanciones
“Muchas empresas aún no tienen la planilla de control de trabajo y hay personal sin anotar. Eso es bastante grave, porque incide en lo que es la historia laboral de la persona y, cuando se quiera jubilar, esos años no son fácilmente reconocidos”, advirtió.
“También tenemos algún caso de personal extranjero sin la debida documentación para trabajar en el país, y hay muchos casos en los que no existe la afiliación al Banco de Previsión Social y al Banco de Seguros del Estado. En esos casos estamos pasando el oficio correspondiente a los organismos”, agregó.
Demarco aseguró que “hay empresas que son infractoras natas, que se siguen reiterando las infracciones e, incluso, no vienen a interesarse por los expedientes, llegan a la clausura administrativa (por seis días en los que empleador debe abonar los salarios), porque no cumple reiteradamente”, señaló.
De todas formas, producto de la campaña de sensibilización que se lleva adelante, una parte importante del personal empresario toma conciencia y se están dando grados de cumplimiento.
“La difusión y sensibilización está haciendo tomar conciencia de que es preferible tener a la empresa en forma legal o formalizada que estar por fuera”, agregó.
La Ley 15.903 ofrece un mecanismo de amonestación, sanción o clausura, en ese orden de prelación, según la gravedad del asunto.
La amonestación implica solamente un aviso, un alerta que deja registrado un antecedente ante el Ministerio de Trabajo, mientras que la sanción supone la aplicación de una multa económica en unidades reajustables.
En cuanto a la clausura, existen la administrativa, cuando persiste el incumplimiento y ya no alcanza con poner multas e intimar porque igual no acata, y está la preventiva, que es cuando el inspector de trabajo en el espacio laboral ve un riesgo evidente para la salud y la integridad física del ser humano que está trabajando allí y, por ello, inmoviliza el andamio, la hormigonera o lo que sea necesario en el momento.
Para levantar una clausura se deben presentar los estudios correspondientes o cambiar la forma de trabajo y volverlo más seguro. A toda esta actividad se suma lo que en seguridad y salud se genera en las tripartitas del sector.
“Casi todas las tripartitas de rama tienen un ámbito aquí. En este momento tenemos más de 16, algunas de las cuales funcionan mejor, otras peor, pero estamos con eso armado, formado y se fueron generando en los últimos cinco años”, puntualizó.
“Son todos de ramas de actividad, la más antigua es la construcción y la química que ya venía funcionando, pero a lo largo de estos 10 años y con más ímpetu en los últimos cinco, se formaron metalúrgica, call centers, láctea, muchas que vienen trabajando para seguridad y salud en el trabajo”, detalló.
“La tripartita madre de todas estas, donde llegan los problemas que no se pueden resolver en las bipartitas de empresas o en las tripartitas de la inspección, es la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo”, indicó Demarco.