Kreimerman afirmó que la acreditación es "fundamental" para el crecimiento del país
En el Día Mundial de la Acreditación, el ministro Roberto Kreimerman afirmó que Uruguay debe ser “prudente” en momentos de crisis derivadas por las crisis económico-financiera, alimentaria y climática. “El Gobierno apoyará a los sectores con más dificultades, a la vez que es necesario tener la inteligencia para aportar más a las cadenas de valor de bienes y servicios”, aseguró.

La página de Internet del Ministerio de Industria, Energía y Minería informa que el ministro Roberto Kreimerman participó en los festejos por el Día Mundial de la Acreditación, realizada este 12 de junio por el Organismo Uruguayo de Acreditación (OUA). El lema del festejo de este año fue “Acreditación-Apoyando la seguridad alimentaria y el agua limpia para el consumo”.
La acreditación es, según la OUA, un procedimiento por el cual un organismo autorizado otorga reconocimiento formal de que una entidad es competente para efectuar tareas específicas de evaluación de la conformidad. A su vez, esta última propicia la competencia justa, facilita el comercio exterior, protege e informa al consumidor y estimula la mejora continua de calidad.
El ministro Kreimerman afirmó que el eslogan de la actividad es “muy apropiado” porque incluye a los tres desafíos que tiene actualmente la humanidad: la crisis económico-financiera (que ha implicado la desindustrialización de Europa y una paralela oportunidad de crecimiento para América Latina que debe ser acompañada de un cambio en su estructura productiva); un aumento de la población mundial en un entorno en el que mucha gente ha mejorado su calidad de vida pero se ha producido una fuerte tensión sobre el uso de los recursos alimenticios; y el cambio climático. Sobre este último, próximo a discutirse en la cumbre Río+20, Kreimerman sostuvo que los países deben conciliar su desarrollo con el cuidado del medio ambiente.
Kreimerman enfatizó que, para cumplir la meta de mejorar la seguridad alimentaria, Uruguay “debe ser inteligente”, aportando cada vez más a sus cadenas de valor de servicios y bienes. Como ejemplo, recordó que nuestro país ha sido designado para ser sede del Congreso Mundial de la Carne de 2016, algo para lo que fue clave el logro de la trazabilidad.
El secretario de Estado subrayó que, en el corto plazo, “Uruguay debe ser prudente” ante la crisis internacional que “cada vez se desdobla en forma más negativa”, en cualquiera de los tres niveles analizados. En esta situación, el Gobierno apoyará específicamente aquellos sectores con más problemas para “lograr atravesar la tormenta, como la atravesó hace tres o cuatro años”.
De cualquier modo, Kreimerman fue enfático al indicar que, pensando a largo plazo, Uruguay debe continuar creciendo en su productividad y su competitividad, buscando mercados internacionales y, al mismo tiempo, asegurando calidad en sus productos a los consumidores locales. “En esta realidad, la acreditación resulta fundamental”, agregó.
“En este corto plazo de turbulencias estos dos elementos son estratégicos, y por ello la importancia de la acreditación, y la importancia de que la acreditación se haya fijado en dos temas claves para la humanidad”, concluyó el ministro.
En el evento, que se realizó en la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, disertaron representantes de las autoridades reguladoras en las áreas de alimentos y agua y sus laboratorios, así como el vicepresidente del OUA, Teodoro Kunin, y la directora ejecutiva de la institución, Liliane Somma.