Nin Novoa en homenaje a Wallenberg

Línea política de Gobierno implica consolidar memoria nacional y rechazo a actos violentos

El canciller Nin Novoa se refirió a la ópera Brundibár y el homenaje a “héroes” que lucharon contra hechos de violencia extrema. Dijo que es un llamado a la memoria, alineado a la política de Presidencia “de rescatar nuestro pasado y saber cuáles fueron las condiciones en que desaparecieron muchos compatriotas”. Insistió en el rechazo rotundo de este Gobierno a métodos de violencia, persecución, tortura, desaparición y muerte.

Ministro de Relaciones Exteriores, Nin Novoa, en homenaje a Raoul Gustav Wallenberg

En el marco del estreno de la ópera infantil Brundibár, Thomas Venetianer y Ella Weibessger, sobrevivientes del campo de concentración de Terezín Praga–República Checa, colocaron una ofrenda floral en el monumento a Raoul Gustav Wallenberg ubicado en Parque Batlle. El acto fue presenciado por la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz,  y el canciller Rodolfo Nin Novoa.

Raoul Gustav Wallenberg (1912-1947) fue un diplomático sueco que, en las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, trabajó asumió riesgos para salvar a miles de judíos húngaros del holocausto. Fue arrestado por los soviéticos tras la entrada del Ejército Rojo en Budapest, acusado de ser un espía del Office of Strategic Services (OSS) y falleció cuando aún estaba bajo su custodia. Su muerte, aún hoy, es motivo de controversia.  

El canciller Nin Novoa dialogó con la Secretaría de Comunicación tras finalizar el acto. Dijo que la realización de esta obra, la presencia de los sobrevivientes de Terezín y el homenaje a Wallenberg “es un reconocimiento a los que luchan, a los que no se desentienden, a los que piensan en los demás, a los que hacen de su vida una vocación de servicio, a los que son valientes y héroes, que pudiéndose quedar en la comodidad de su casa y hacerse los desentendidos, se juegan para luchar contra la injusticia, contra la intolerancia, contra la discriminación”.

Sostuvo que, como el ejemplo de Wallenberg, debe haber muchos en el mundo. “Él simboliza los miles de héroes que ayudaron a los demás a escapar de un infierno como los campos de concentración, los guetos, las cámaras de gas, niños, mujeres, hombres, ancianos que fueron despiadadamente exterminados, pero no todos fueron exterminados porque hubo personas como Wallenberg para impedir un magnicidio de esa naturaleza”, añadió.

En cuanto a la obra Brundibár, la definió como un llamado a la memoria, lo que va en línea con la política de la Presidencia de la República, de rescatar nuestro pasado y saber exactamente cuáles fueron las condiciones en que en Uruguay también desaparecieron muchos compatriotas. “Aunque después perdonemos esas acciones, nos parece importante saberlo”, aseguró.

Además indicó que los jóvenes deben ser factores fundamentales en la consolidación de la memoria nacional que habla de un rechazo rotundo a los métodos de violencia, persecución, tortura, de desapariciones forzadas y de muerte. “Los debemos evitar y luchar contra ellos por todos los medios”, concluyó.

La ministra Muñoz les deseó una buena estadía en nuestro país a los sobrevivientes de Terezín y recordó la lucha de Uruguay por la democracia, en tiempos en los que perdió “a muchos de sus hijos”. Dijo que para que nunca más se repitan este tipo de situaciones (en alusión al holocausto y a las desapariciones) es oportuno recordarlos. También felicitó a todos quienes luchan por la paz.

El acto culminó con la presentación del coro Ayre, cuyos integrantes cantaron a capela algunos tramos de la ópera Brundibár que se presenta en el Auditorio del Sodre en estas vacaciones de julio, con participación de decenas de niños y jóvenes uruguayos.

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