A pesar de sobrecosto energético

Lorenzo afirmó que Uruguay tiene una “posición fiscal sólida”

El ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, destacó la posición fiscal del Uruguay, tanto en comparación con sus resultados históricos como en relación al resto del mundo. A pesar del sobrecosto energético generado por la falta de lluvias, el déficit fiscal sería en 2012 del 1,7% del PIB, según lo establece el Proyecto de Rendición de Cuentas 2011.

Ministro Lorenzo en conferencia de prensa

“Tenemos los niveles de déficit más bajos en términos históricos”, apuntó el ministro Lorenzo en la Sala de Prensa de la Torre Ejecutiva, en la presentación del Proyecto de Rendición de Cuentas 2011. Y añadió: “A nivel internacional Uruguay ocupa una posición destacada”. 


En el contexto latinoamericano, Chile y Perú tienen mejores resultados fiscales que Uruguay. No obstante, Lorenzo indicó que ello se sustenta en los ingresos extraordinarios que reciben ambos países por las exportaciones de minerales, productos que aumentaron sus precios internacionales. 


Sobrecosto energético 

Lorenzo sostuvo que el sobrecosto energético equivaldrá en 2012 al 1% del PIB y fue absorbido íntegramente por el resultado fiscal. Acotó sobre el punto: “Si en el semestre hubiéramos trasladado este costo habría que haber duplicado el costo de las tarifas a las empresas y los hogares”. 


Crisis internacional 

Uruguay tiene mayores oportunidades de actuar ante contextos adversos, ya que el Gobierno tiene más liquidez que en 2007 y 2008. En tal sentido, el ministro destacó la mejora de la calidad de la deuda pública y el incremento de la liquidez. Este incremento, según informó Lorenzo, se originó para mejorar las posibilidades del país de enfrentar posibles adversidades originadas en al crisis económica internacional. 


El titular del MEF resaltó que cuando se compara el año 2007 con el año 2011 se extraen las siguientes conclusiones: la deuda bruta pasó del 69,4% del producto al 55,9%; la deuda neta de activos totales del sector público pasó del 41,1% del producto al 28,2%; los activos líquidos del sector público pasaron del 17,2% al 19,3%; mientras que la dolarización de la deuda pasó del 74% del total al 51%.