Macroeconomía estable y baja inflación contribuyen a la igualdad social y reducen brechas de género
La vicepresidenta del Banco Central del Uruguay (BCU), Ana Claudia de los Heros, expuso sobre la relación entre género, inclusión financiera y estabilidad macroeconómica, durante el III Congreso Nacional e Internacional de la Banca Central, desarrollado en Bogotá, Colombia. Sostuvo que la inclusión financiera favorece la formalidad e integra a los sectores vulnerables.

En primer término, De los Heros subrayó que Uruguay estima un crecimiento anual de 2,5% del producto bruto en 2025, en un marco de volatilidad e incertidumbre regional y global. En segundo lugar, destacó que la inflación de los últimos doce meses se encuentra en 4,25%, es decir, dentro del rango meta establecido por el organismo (de entre 3% y 6%).
La jerarca recordó que el país permanece en el mayor período con la inflación dentro del rango meta. “¿Por qué les muestro esto? Porque la estabilidad macroeconómica es una condición necesaria, no suficiente, para que haya una traducción en inclusión y en resiliencia social”, señaló.
Fuerte desarrollo de la inclusión financiera
En cuanto a inclusión financiera, recordó la implementación de la ley n.° 19.210, del 29 de abril de 2014, la hoja de ruta del sistema de pagos y el programa BCU Educa.
Asimismo, señaló que el banco mide el despliegue del uso de instrumentos financieros en el país. Según el último reporte del sistema de pagos minorista, presentado en octubre por el BCU, durante los primeros seis meses de 2025, el 79% de las compras e intercambios fueron realizados con medios electrónicos de pago.
Además, hay instalados en Uruguay casi 150.000 terminales de puntos de venta (POS).
Con estas líneas de trabajo, se buscó “poner en el centro a quienes históricamente quedaron al margen del sistema financiero”, como las jefas de hogar de bajos ingresos o las mujeres rurales, afirmó.
En este aspecto, indicó que el objetivo es que las mujeres, sean líderes de empresas grandes o pequeñas, emprendedoras o rurales, accedan a instrumentos de crédito y pago y estén integradas en el sistema financiero.
Cuidados, empleo y protección social: la inclusión financiera no puede pensarse de forma aislada
Por otro lado, De los Heros recordó que la encuesta promovida en 2022 por el BCU, junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mostró que el 46% de las mypimes están encabezadas por mujeres, pero solo el 15% de estas últimas solicitaron un crédito. Además, requirieron un monto 50% menor en comparación con las de varones.
“La infraestructura no garantiza la inclusión, hay que garantizar el acceso [a los instrumentos financieros], en particular, que las mujeres usen y se beneficien de estas herramientas. Las oportunidades de digitalización reducen las barreras territoriales y de acceso, y formalizan la actividad y la autonomía económica”, reflexionó.
Para la jerarca, “las políticas de inclusión financiera no pueden pensarse aisladas de las políticas de cuidado, empleo y protección social”. “La misión del Banco Central, bien ejercida, definitivamente debe favorecer a las personas más vulnerables”, añadió.
Asimismo, indicó que “una inflación baja de verdad, que mejora a las personas de menores ingresos, y poder acceder a instrumentos y un sistema financiero que nos permita estar integrados realmente mejora la equidad en las sociedades”.
Como conclusión, sostuvo: “Uruguay ha demostrado que la estabilidad y la inclusión pueden ir de la mano. Cuando las políticas financieras integran la mirada de género no solo se reducen brechas, también se amplía el horizonte de desarrollo”.
