El Cóndor también depredó en el este

Una “Marca de la Memoria” en Maldonado para dos detenidos desaparecidos argentinos

Una placa conmemorativa marca desde este martes en la intersección de las calles 31 y 20 en Punta del Este el lugar donde fueron secuestrados por fuerzas dictatoriales hace 38 años los entonces jóvenes hermanos argentinos Claudio y Lila Epelbaum. El canciller interino de Uruguay, Luis Porto, sostuvo tras la celebración del acto que mantener la memoria es clave para alcanzar la verdad y justicia respecto de los desaparecidos.

La marca de la memoria por dos hermanos argentinos desaparecidos por la dictadura
Claudio y Lila Epelbaum fueron apresados mientras adquirían sus pasajes en lo que eran las oficinas de la hoy disuelta aerolínea nacional Pluna en el marco de un operativo conjunto argentino-uruguayo del Plan Cóndor, la coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur de América nacida a comienzos de los años 70 en Chile.

Ambos fueron trasladados ilegalmente hacia Argentina, donde pasaron por distintos campos de concentración montados por la dictadura de ese país (1976-1983) y torturados reiteradamente según testimonios de sobrevivientes que los vieron en distintos lugares, para posteriormente ser asesinados.

Los restos de Lila fueron hallados finalmente en mayo de este año en el cementerio de Avellaneda, la contigua localidad ubicada al sur de Buenos Aires, pero Claudio permanece en calidad de detenido desaparecido.

La placa colocada este martes corresponde a la segunda “Marca de la Memoria” que se instala en Maldonado, según una iniciativa formulada en 2006 por la Comisión “Proyecto Memoria de la Resistencia 1973-1985”, aprobada en 2010 con el fin de identificar y señalar los lugares de todo el territorio donde ocurrieron acciones relacionadas con la represión ilegal o la resistencia a la dictadura uruguaya (1973-1985). En Montevideo ya hay 15 de estas marcas.

Al encuentro asistieron, además de Porto y otras autoridades, la directora general de la Intendencia de Maldonado, María del Carmen Salazar, representantes de la embajada argentina en Uruguay y la diputada electa Macarena Gelman, nieta del poeta argentino fallecido este año Juan Gelman e hija de María Claudia García Irureta-Goyena, quien fue detenida ilegalmente en 1976 en Buenos Aires y traída y desaparecida en un cuartel de Montevideo.
 
Porto reflexionó en la importancia de no olvidar los delitos perpetrados por las dictaduras de los años 70 y 80 en la región.

Las dictaduras de la región que no tenían frontera a la hora de perseguir dejaron un reguero de violaciones a los derechos humanos y crímenes contra la humanidad, simbolizados en los detenidos desaparecidos en los distintos países. Solo en Argentina se calcula alrededor de 30.000 personas en esa situación, según organizaciones humanitarias.

“Hoy estamos acá para hacer memoria y la memoria es el primer elemento de la búsqueda, (…) porque casi sin saberlo, naturalmente, buscamos justicia, la que nos llevará indefectiblemente a la reparación”, apuntó Porto.

Por su parte el encargado de Derechos Humanos de la Embajada de Argentina en Uruguay, Máximo Gowland, señaló que la memoria es clave en las decisiones tomadas en los últimos años, “porque sin memoria no se llega a la verdad, y sin verdad no hay justicia”.

Resaltó que la placa, además de honrar la memoria de Claudio y Lila, permite hacer conocer los hechos ocurridos durante las dictaduras que afectaron a varios países sudamericanos. Agregó que ejercitar la memoria fue lo que permitió que 38 años después de su secuestro los restos de Lila fueran encontrados.

“Esta es una lucha que continuará hasta que puedan ser ubicados también los restos de Claudio”, subrayó.

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