Sin precedentes en el país 
En diálogo con la Secretaría de Comunicación, el director general del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), Wilson Netto, realizó un balance de los primeros dos meses del año lectivo.
Explicó que la UTU venía creciendo en el orden del 2% o 2.5% anual, pero en 2012 se está superando el 10% de incremento. Actualmente la institución recibe a 80 mil estudiantes, a los que se suman en breve unos 350 jóvenes que ingresan en forma tardía al sistema por distintos motivos.
El crecimiento de la matrícula obligó a las autoridades a pensar en alternativas edilicias que otorguen mayor capacidad. Netto informó que se construyeron unas 24 aulas, algunas de las cuales aún están en proceso, que permitieron atender parcialmente el incremento. También se realizaron ampliaciones. “Se generaron 73 nuevos espacios educativos en los centros de UTU”, agregó. A esto se suman otros 10 espacios por fuera de los centros.
El director sostuvo que la gran mayoría de los centros educativos funcionan con normalidad. Funcionan en todo el país 121 centros (institutos o escuelas superiores), algunos se componen por más de un edificio. Alrededor de cada uno de ellos se desarrollan otros centros satélite, unos 60. Se trata de nodos gestionados por alguno de los 121 locales.
Más de 8600 personas trabajan en la órbita de la UTU con unas 9500 situaciones funcionales. Algunos son adscripto-profesor o administrativo-profesor.
La UTU dispone de más de 16 propuestas educativas, divididas entre Básica, Media Superior y Terciaria. Son propuestas que logran una misma formación general por nivel pero con especificidades distintas.
La elección de la propuesta
El jerarca dijo que en Educación Básica las áreas nuevas como Informática y Deporte, así como las vinculadas con algunos servicios en particular tienen una gran demanda en los últimos años. Un ejemplo es Gastronomía. En el nivel Medio Superior se reitera el interés por estas áreas y se suma Química, Administración y Comercialización y Turismo.
“Intentamos no dejar gente fuera de las áreas que los motivan a inscribirse, pero muchas veces estamos al límite de la demanda”, reflexionó. “Peleamos con la dificultad de encontrar todos los espacios de infraestructura y capacidad humana para poder desarrollar las propuestas”, indicó.
El mercado laboral
Netto aseguró que la mayoría de los egresados encuentra empleo. “El joven que quiere trabajar, trabaja. Hay otros que quieren continuar profundizando el estudio, lo que quizás le cuesta articular horarios entre ambas tareas. Pero todo estudiante egresado prácticamente no tiene dificultades para encontrar empleo en el rubro en el que se formó”, puntualizó. Incluso aseguró que es mayor la demanda de trabajadores expresada por las empresas que la oferta disponible.
“Es la primera vez en la historia del Uruguay que en un nivel de desempleo tan bajo, crece tanto el número de estudiantes”, explicó. Según reflexionó, era común que cuando aumentaba el desempleo, se incrementaba la presencia de jóvenes en el sistema educativo y cuando disminuía también se reducía esta presencia.
Esto puede analizarse como “la búsqueda de la especialidad”. “La sociedad comprende la necesidad de calificarse”, indicó. En muchos casos se hace el esfuerzo de la doble tarea trabajador y estudiante para mejorar su nivel de formación y así aspirar a trabajos de mejores ingresos y de mayor responsabilidad.
Netto se refirió a lo que se denomina “núcleo duro” de desempleo (por debajo del 6%). “Tenemos unos 9000 estudiantes en Formación Profesional Básica que eran jóvenes que no estaban estudiando y que la gran mayoría no trabaja. Eso muestra que si aparecen nuevas propuestas que entusiasmen a los jóvenes, esa situación de ‘no estudio ni trabajo’ claramente se revierte”, aclaró.
De todas formas reconoció que hay distintos niveles de dificultad en los jóvenes que no están estudiando ni trabajando. En los sectores más duros hay elementos que deben tenerse en cuenta para trabajar articuladamente en procura de lograr convocarlos, sostenerlos y generan los aprendizajes necesarios para poder acceder a un empleo basado en conocimientos adquiridos y no en “apoyo social”, manifestó.
Netto concluyó que “cuando aparecen propuestas que ponen a los jóvenes de cara al mundo del trabajo y de la educación, que van logrando aprendizajes y cumpliendo ciclos, esa ausencia de formación y trabajo se va gradualmente minimizando”.
Matrícula de estudiantes de UTU crece 10% pese a que desempleo alcanza su mínimo histórico
“Es la primera vez en la historia del país que con un desempleo tan bajo, crece tanto el número de estudiantes”, sostuvo Wilson Netto, director del CETP-UTU. Lo común es que al aumentar el desempleo, crezca la presencia de jóvenes en el sistema educativo y cuando desciende se reduzca la convocatoria. La lectura que Netto realiza del fenómeno es que la sociedad comprendió que para aspirar a un mejor empleo hay que calificarse.
Explicó que la UTU venía creciendo en el orden del 2% o 2.5% anual, pero en 2012 se está superando el 10% de incremento. Actualmente la institución recibe a 80 mil estudiantes, a los que se suman en breve unos 350 jóvenes que ingresan en forma tardía al sistema por distintos motivos.
El crecimiento de la matrícula obligó a las autoridades a pensar en alternativas edilicias que otorguen mayor capacidad. Netto informó que se construyeron unas 24 aulas, algunas de las cuales aún están en proceso, que permitieron atender parcialmente el incremento. También se realizaron ampliaciones. “Se generaron 73 nuevos espacios educativos en los centros de UTU”, agregó. A esto se suman otros 10 espacios por fuera de los centros.
El director sostuvo que la gran mayoría de los centros educativos funcionan con normalidad. Funcionan en todo el país 121 centros (institutos o escuelas superiores), algunos se componen por más de un edificio. Alrededor de cada uno de ellos se desarrollan otros centros satélite, unos 60. Se trata de nodos gestionados por alguno de los 121 locales.
Más de 8600 personas trabajan en la órbita de la UTU con unas 9500 situaciones funcionales. Algunos son adscripto-profesor o administrativo-profesor.
La UTU dispone de más de 16 propuestas educativas, divididas entre Básica, Media Superior y Terciaria. Son propuestas que logran una misma formación general por nivel pero con especificidades distintas.
La elección de la propuesta
El jerarca dijo que en Educación Básica las áreas nuevas como Informática y Deporte, así como las vinculadas con algunos servicios en particular tienen una gran demanda en los últimos años. Un ejemplo es Gastronomía. En el nivel Medio Superior se reitera el interés por estas áreas y se suma Química, Administración y Comercialización y Turismo.
“Intentamos no dejar gente fuera de las áreas que los motivan a inscribirse, pero muchas veces estamos al límite de la demanda”, reflexionó. “Peleamos con la dificultad de encontrar todos los espacios de infraestructura y capacidad humana para poder desarrollar las propuestas”, indicó.
El mercado laboral
Netto aseguró que la mayoría de los egresados encuentra empleo. “El joven que quiere trabajar, trabaja. Hay otros que quieren continuar profundizando el estudio, lo que quizás le cuesta articular horarios entre ambas tareas. Pero todo estudiante egresado prácticamente no tiene dificultades para encontrar empleo en el rubro en el que se formó”, puntualizó. Incluso aseguró que es mayor la demanda de trabajadores expresada por las empresas que la oferta disponible.
“Es la primera vez en la historia del Uruguay que en un nivel de desempleo tan bajo, crece tanto el número de estudiantes”, explicó. Según reflexionó, era común que cuando aumentaba el desempleo, se incrementaba la presencia de jóvenes en el sistema educativo y cuando disminuía también se reducía esta presencia.
Esto puede analizarse como “la búsqueda de la especialidad”. “La sociedad comprende la necesidad de calificarse”, indicó. En muchos casos se hace el esfuerzo de la doble tarea trabajador y estudiante para mejorar su nivel de formación y así aspirar a trabajos de mejores ingresos y de mayor responsabilidad.
Netto se refirió a lo que se denomina “núcleo duro” de desempleo (por debajo del 6%). “Tenemos unos 9000 estudiantes en Formación Profesional Básica que eran jóvenes que no estaban estudiando y que la gran mayoría no trabaja. Eso muestra que si aparecen nuevas propuestas que entusiasmen a los jóvenes, esa situación de ‘no estudio ni trabajo’ claramente se revierte”, aclaró.
De todas formas reconoció que hay distintos niveles de dificultad en los jóvenes que no están estudiando ni trabajando. En los sectores más duros hay elementos que deben tenerse en cuenta para trabajar articuladamente en procura de lograr convocarlos, sostenerlos y generan los aprendizajes necesarios para poder acceder a un empleo basado en conocimientos adquiridos y no en “apoyo social”, manifestó.
Netto concluyó que “cuando aparecen propuestas que ponen a los jóvenes de cara al mundo del trabajo y de la educación, que van logrando aprendizajes y cumpliendo ciclos, esa ausencia de formación y trabajo se va gradualmente minimizando”.