Mides refleja que el centro de su trabajo son las personas en publicación “Posibilidades, tensiones y desafíos de la intervención social”
“El centro del trabajo del Ministerio de Desarrollo Social es la vida de las personas. Para nosotros no son números ni estadísticas, aunque después puedan convertirse en ello para poder medir, investigar y evaluar datos, que sirven para seguir trabajando”, dijo la ministra Arismendi en la presentación de la publicación “Posibilidades, tensiones y desafíos de la intervención social” realizada por técnicos de la institución.

La ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, afirmó que las evaluaciones de impacto hacen que se vuelva a revisar el trabajo práctico que se está realizando para saber si es adecuado al momento histórico y a la realidad de la sociedad. Destacó que este libro es un aporte que hacen los técnicos que trabajan en la Dirección de Protección Integral en Situaciones de Vulneración en contacto con los propios protagonistas de las intervenciones. Agregó que la publicación brinda miradas e interrogantes que demandan pensar sobre los resultados de las prácticas, lo que es un aporte para saber cómo seguir con una proyección a largo plazo con el objetivo de modificar la realidad.
Por su parte, la directora de Protección Integral en Situaciones de Vulneración, Mayra Aldama, destacó que el libro es una reflexión de los técnicos que trabajan en la atención integral de las familias. Precisó que la principal reflexión es el lugar que ocupan las familias en la intervención social. “No deben ser culpabilizadas por su situación de exclusión ni interpeladas acerca de sus roles, su capacidad de cuidar a los niños ni su capacidad de asistir a las instituciones. En realidad, nosotros entendemos que debemos revisar los soportes y los apoyos que el Estado le da a las familias para que cumplan los roles que tienen respecto a la protección de los niños”, señaló.
Aldama dijo que el incremento de los aportes debe ser revisado en cada uno de los programas de proximidad que ha desarrollado el Gobierno, que demuestran avances importantes en la protección social de las familias, lo que es notorio en la baja de la pobreza. “Sobre los avances alcanzados es necesario repensar cómo seguir progresando”, afirmó, y agregó que es necesario fortalecer los medios para fortalecer los derechos que atiendan a la fragmentación social, territorial y a la exclusión de las familias.
En la publicación se analiza en cien páginas algunos de los resultados del programa Cercanías y advierte sobre los riesgos de responsabilizar a las familias cuando estas se encuentran con dificultades sistemáticas a la hora de acceder a ciertos bienes y servicios.
También se considera la relocalización habitacional y la necesidad de promover la participación entre quienes forman parte de estas políticas, a partir de la experiencia de miembros de los 55 equipos territoriales de atención familiar (ETAF) del programa Cercanías, que despliegan durante 18 meses una metodología de proximidad, en el marco de una intervención realizada, en este caso, con un grupo de familias del barrio Marconi en Montevideo. La mayoría de las personas atendidas por Cercanías son jóvenes, con referentes adultos mujeres y con numerosa presencia de niños y adolescentes.
Asimismo, se examina la incidencia de la vulneración de derechos en el surgimiento de las enfermedades mentales, se reflexiona acerca de la migración desde una perspectiva institucional y sobre la ética y la acción socioeducativa con familias.