Mieres expuso sobre empleo en seminario de alto nivel de la Cepal
“La principal lección aprendida luego de la crisis sanitaria de 2020 fue la importancia de construir y desarrollar una red de contención y prestaciones sociales para los desprotegidos”, dijo el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, en el 39.° período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La reunión se realiza hasta el miércoles 26 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Durante la participación en el seminario de alto nivel “Crecimiento y distribución. La centralidad de la creación de empleo”, en el Centro Cultural Kirchner, Mieres comentó que la Cepal es una referencia ineludible “para todos los latinoamericanos, para la definición de políticas y de los caminos a seguir”.
Respecto a la situación del empleo en Uruguay, recordó que durante 2020 hubo gran pérdida de puestos de trabajo, caída de poder adquisitivo del salario y aumento de la pobreza.
Asimismo, afirmó que la invasión de Rusia a Ucrania “desató un fuerte y sostenido impacto inflacionario a escala planetaria”, lo que dificultó la recuperación del empleo y el salario. Sostuvo que ese acontecimiento mantiene un efecto en el aumento del precio de los alimentos, lo que dificulta avanzar respecto a la recuperación ante situaciones de pobreza. “Se encienden las alarmas de una ralentización del crecimiento económico mundial”, subrayó.
En Uruguay, el desempleo aumentó de manera continua desde 2016, hasta 8,9% en 2019, con una pérdida de 50.000 puestos de trabajo en esos últimos tres años anteriores a la pandemia.
Mieres indicó que la tasa de crecimiento en la economía para el quinquenio 2015-2019 se redujo sustancialmente y fue del entorno del 1% anual. La pobreza a partir de 2017 empezó a aumentar y llegó en 2019 al 8,8%. Por todo esto, señaló que la pandemia "encontró" a Uruguay en una coyuntura de “deterioro relativo” de los indicadores económicos y sociales.
El jerarca indicó que la irrupción de la pandemia generó una fuerte caída del producto bruto interno (PBI), y hubo un aumento del desempleo y de la pobreza.
Sin embargo, precisó que la incidencia en las variables sociales fue menos aguda que en la región. En términos de recuperación, informó que en 2021 hubo un crecimiento en la economía, y reactivación del empleo. En este sentido, añadió que el desempleo se ubica actualmente en cifras inferiores a 2020.
Además, subrayó que el poder adquisitivo del salario comenzó a recuperarse. “Uruguay sufrió una caída amortiguada, y un proceso rápido de recuperación”, afirmó, y estimó que las claves de una performance como la sucedida en el país se debe a la decisión de no adoptar una cuarentena obligatoria, lo que permitió que la actividad productiva y económica se mantuvieran “con los motores encendidos”.
En segundo lugar, mencionó la red de protección social preexistente y su rápida adaptación a la pandemia. Se refirió a los subsidios por enfermedad y por desempleo, y cómo esta red se desplegó al máximo incorporando nuevas medidas, como la creación del subsidio por desempleo parcial, subsidios especiales para empresas unipersonales, por enfermedad, y prórrogas reiteradas del derecho al subsidio por desempleo.
Mieres consideró que esta estrategia explica la recuperación del empleo y la reducción de la informalidad, así como la cultura de negociación tripartita permitió concretar acuerdos sobre los protocolos sanitarios para desarrollar la actividad laboral en pandemia.
Recordó que las políticas sociales permitieron establecer una cobertura amplia de prestaciones para las familias con menores ingresos y que el sistema de salud fue muy útil para desarrollar una campaña de vacunación en 2021, con velocidad y cobertura.
Según el ministro, el desafío actual para el país implica completar el proceso de recuperación salarial, seguir impulsando el crecimiento del empleo y combatir las inequidades de género, de edad, de nivel socioeconómico, y para las personas con discapacidad.
También señaló que es preciso diseñar políticas de capacitación para atender a quienes puedan “quedar por el camino” en el proceso de reconversión laboral, y avanzar en la reducción de la pobreza, con énfasis en la infancia.
El ministro cerró su participación enunciando dos lecciones principales aprendidas durante los últimos años: la importancia de construir una red de contención y prestaciones sociales dirigidas a los más débiles que revista un carácter “institucional, permanente, y sistemático”, y la de mantener un "diálogo social amplio", con el objetivo de acordar los parámetros de las políticas por desplegar. Precisó que este diálogo no implica la delegación de la toma de decisiones, pero sí consulta e intercambio. “Diálogo siempre, y cuanto más diferencias, más diálogo”, concluyó.