Ministerio del Interior revé casos de aspirantes a policías ejecutivos excluidos por problemas de visión
La cartera del Interior analiza una solución para 10 aspirantes a policía ejecutivo que superaron las pruebas de ingreso, pero fueron desestimados por problemas de baja visión, informó este viernes 7 su titular, Eduardo Bonomi. En dos de los casos, en que se necesitan lentes, se les volverá a tomar un examen y en los otros ocho, con baja visión o daltonismo, se propondrá que ingresen como empleados administrativos.

En diálogo con medios informativos, Bonomi explicó que el ministerio trabaja para solucionar la situación de varias personas que acampan frente a la sede de la cartera estatal, a modo de protesta, porque se les impide ingresar al cuerpo policial como ejecutivos. Indicó que, en la mayor parte de esos casos, se debió a que las personas en cuestión no superaron el examen psicológico o el físico y, en menor porcentaje, el problema responde a un tema de baja visión.
Bonomi recordó que los aspirantes firman un documento antes de iniciar las pruebas, por lo que saben que se les exigirá la aprobación de todas. En el caso de los que presentaron baja visión, dijo que a dos se les tomó la prueba sin lentes y, por considerar que el procedimiento fue injusto, se los reexaminará.
En cuanto a las otras ocho personas que presentan baja visión o daltonismo y que sí aprobaron los exámenes, se propondrá su ingreso como administrativos.
Por otro lado, el jerarca sostuvo que las acciones desarrolladas por el Ministerio del Interior en el barrio Casavalle de Montevideo comprenden varias iniciativas: procesamientos de personas que usurpaban viviendas, intervenciones urbanas y apertura de calles con la instalación de sus respectivas veredas y espacios verdes. “Es una intervención urbana, no solo un hecho policial, es la forma en que hay que actuar”, señaló.
Asimismo, lamentó el aumento de la violencia que se visualiza en los últimos años en rapiñas y robos. “En parte, son consecuencia de la actuación más dura y rápida de la Policía y, en parte, producto de una subcultura marginal de delincuentes, que eligen robar con armas, aunque sea más dura la pena, por una cuestión de prestigio en su ambiente”, concluyó.