Ministerio de Desarrollo Social asistió en este período de gobierno a 4.000 emprendimientos productivos
Desde 2015, unos 1.300 emprendimientos productivos por año contaron con el respaldo de la Dirección de Economía Social e Integración Laboral del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que incluye el seguimiento de la marcha del proyecto, capacitación en oficios y gestión empresarial, financiamiento sin intereses y comercialización. El 60 % de los proyectos son liderados por mujeres.

El Mides apoyó a 1.300 emprendimientos productivos por año mediante créditos de República Microfinanzas. En tal sentido, Canelones, Paysandú, Salto y Montevideo fueron los departamentos con más créditos otorgados en los rubros comercio, textil, servicios comunitarios y personales. Esta acción constituye uno de los ejes de la descentralización que estamos realizando a nivel país, dijo Mariela Fodde a la Secretaría de Comunicación Institucional.
En promedio, son otorgados 30.000 pesos por emprendedor y se ha registrado un nivel de pagos en fecha que la jerarca consideró excelente. También destacó que un 60 % de esos emprendimientos son desarrollados por mujeres.
Las personas se acercan a las oficinas territoriales en búsqueda de nuevas oportunidades para generar ingresos y luego son visitadas en sus domicilios por técnicos del Mides, quienes proyectan en conjunto sobre ideas posibles y sustentables. Tras el análisis económico del emprendimiento y de la capacidad de pago del beneficiario, se aprueba el apoyo en dinero efectivo o en maquinaria, según el caso. Posteriormente, el Departamento de Microfinanzas del Banco República —administrador de los fondos de la Dirección Nacional de Economía Social e Integración Laboral (Dinesil)— otorga el monto requerido.
El solicitante debe reintegrar sin pagar intereses, en un año el 70 % del monto; el 30 % restante deberá ser pagado con actividades comunitarias en base a la situación económica del peticionario. “A nosotros nos parece un componente bien interesante que el 30 % del subsidio sea devolución comunitaria, lo que es un compromiso con la comunidad (mediante tareas en escuelas, instituciones del barrio o liceos) en la que están establecidos”, destacó Fodde.
La dirección acompaña con capacitación sobre diseño del producto, publicidad y recomendaciones para generar un proyecto y comercializar. También respalda la formalización a través del monotributo social, así como la organización de espacios para la venta de productos que agrupan a más de 300 emprendimientos. Estos lugares también son lugares educativos en los que se aprende a realizar boletas, mejorar la atención al cliente y trabajar según las normas de inclusión financiera a través de la utilización de terminales para el cobro de forma electrónica —POS— mediante tarjetas de débito y crédito.