Ministerio Público y Fiscal incorpora 82 fiscales adscriptos para agilizar funcionamiento
Los días 24 y 25 de mayo se realiza un seminario de formación dirigido a los 82 fiscales adscriptos que ingresan al Ministerio Público y Fiscal en breve. El objetivo es brindarles información sobre el rol que desempeñarán y datos de la institución a la que pertenecerán. El fiscal de Corte y procurador general de la Nación, Jorge Díaz, informó que la elección se hizo por concurso público y que en su mayoría son mujeres.
En entrevista con la Secretaría de Comunicación, el fiscal de Corte y procurador general de la Nación, Jorge Díaz, brindó detalles del seminario de formación que se realiza los días 24 y 25 de mayo en la sede del Hotel Escuela Kolping, para los 82 nuevos fiscales adscriptos que ingresarán al Ministerio Público y Fiscal.
El objetivo del encuentro, denominado de “inmersión”, es mostrarles a los futuros fiscales un panorama exhaustivo del Ministerio, así como de las diferentes funciones que se desarrollan a nivel nacional, las características de las unidades fiscales donde se desempeñarán, y cuales son los resultados esperados de las tareas a cumplir.
Estas 82 personas fueron seleccionadas a través de un concurso abierto de oposición y méritos que se realizó entre noviembre de 2012 y abril de 2013, con alto nivel de exigencia y al que se presentaron más de 700 profesionales. Uno de los requisitos para la selección era que fueran abogados. No se puso condición de edad. En su mayoría se trata de personas jóvenes y de sexo femenino.
Los cargos y el rol
El llamado procuraba cubrir cargos vacantes de dos fuentes: por un lado los que se crearon en la Rendición de Cuentas, cuando se estableció la categoría de fiscal adscripto dentro del escalafón de magistrados, y por otro lado cargos técnicos vacantes que se transformaron, en Rendición de Cuentas, a adscriptos. “Lo que se buscaba con esta transformación es dotar a las unidades fiscales de todo el país de una base de recursos humanos que permitiera cumplir fielmente con las obligaciones del Ministerio Público, para mejorar el funcionamiento de la administración de justicia y la eficacia y eficiencia del Estado en la represión de los delitos”, explicó. Lo que resta ahora es la venia del Senado.
Un fiscal representa a la sociedad organizada del Estado en los procesos penales, es el acusador, el que define si acusa o no a un individuo, sea menor o mayor de edad, de cometer un delito. “El fiscal acusa, la defensa defiende y el juez juzga”, explicó. También tiene una función en el área civil que es proteger los intereses de la causa pública, y de los menores, incapaces y ausentes. Esta última función en el resto del mundo se fue dejando de lado, porque se tendió a convertir las fiscalías solamente en penales. “En Uruguay aún tenemos la figura del fiscal civil y cumple el rol que la Ley le asignó”, sostuvo.
Mejora de gestión
“Queremos que este importante número de fiscales que ingresan, que es histórico a nivel del Ministerio Público, sirva para crecer; para hacer lo que ahora no estamos haciendo; para hacer bien lo que estamos haciendo mal”, agregó. Además, implica un cambio de paradigma en la metodología de trabajo de los fiscales. “Estamos acostumbrados a lo que se conoce como fiscales de gabinete, que están en su despacho, ven solo expedientes y no le ven la cara a la gente. Queremos fiscales que vayan a las audiencias y vean la cara de los justiciables”, indicó.
“La idea es que ellos desarrollen todas las tareas que realiza un fiscal, bajo la dirección del fiscal titular, es decir el jefe que distribuye y asigna las tareas”, añadió. Díaz reafirmó la importancia de concurrir a las audiencias para que el fiscal “tenga rostro”, y que se pronuncie al final de la misma, evitando todo el papeleo de enviar expedientes a la Fiscalía, darles ingreso y egreso, con la consiguiente pérdida de tiempo para el justiciable, y de tiempo y dinero para el Estado.