Presidencia Uruguay

Los ministros de Relaciones Exteriores, Luis Almagro; de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, y de Desarrollo Social, Daniel Olesker, participaron del acto conmemorativo del Día Internacional de los Derechos Humanos que tuvo lugar en el Hotel Radisson.

Almagro explicó que esta instancia es oportuna para rendir cuentas a la sociedad ya que “en este tiempo se hizo mucho en cada una de las líneas de trabajo que tienen que ver con los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos. Hemos avanzado mucho en estos siete años y medio de gestión”. 

Recordó el valor que supuso para el país recuperar trabajo y generar inversión productiva con sentido social. El Canciller sostuvo que en materia de hechos civiles y políticos el Estado recobró la pretensión punitiva que había perdido y desarchivó las causas que habían sido puestas en esa condición por administraciones anteriores. “Hemos redinamizado cada variable que tiene que ver con los derechos fundamentales de aquellos que hacen a nuestra escala de necesidades y hemos resuelto los temas que acucian a la gente con una reforma en la salud, con una reforma tributaria que favorece la redistribución, pero también con una proyección política al exterior de lo que somos como país”, afirmó. 

Conquista gradual y silenciosa

Almagro dijo que quienes violan los Derechos Humanos ya no tienen resguardo seguro ni son impunes. Aseguró que este Gobierno privilegió la promoción y protección de los DDHH, acción que se convirtió en una de sus causas principales y eje de sus políticas públicas. Citó como otros ejemplos de protección a los DD.HH., la lucha contra la violencia doméstica, la equidad racial y las oportunidades para la población afrodescendiente que son personas históricamente relegadas. 

“Uruguay concretó una conquista gradual y muchas veces silenciosa”, indicó. Asimismo, recordó que estos derechos ya no son letra muerta, ya que se crearon nuevas instituciones para brindar garantías a todos los ciudadanos. En este sentido, Almagro homenajeó a todos quienes trabajaron y trabajan por esta causa. 

Sostuvo que el compromiso del país con los DD.HH. se refleja en la política exterior y su participación en organismos internacionales. En este contexto, felicitó la labor de Uruguay en la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (junio 2011-diciembre 2012), al promover una cultura de diálogo entre los distintos países involucrados y de esta forma fomentar la cooperación. Reiteró el reconocimiento internacional que tiene el país y del que muchas veces cuesta ser consciente. Manifestó que Uruguay es miembro activo y comprometido y no un mero observador en el área DD.HH.. 

Una sociedad que debate

Ehrlich dijo que es posible reconocer los síntomas y  los reflejos de un cambio civilizatorio que “sacude” de diversas formas a los países y trajo tiempos nuevos a nuestro continente. Habló de cohesión social y convivencia. Aseguró que la fragmentación crea diferencias sectoriales que dividen aún más y se anteponen a valores solidarios. 

“El dilema entre ser y tener marca nuestro tiempo”, indicó el ministro, quien consideró que la buena convivencia supone igualdad de derechos y un valoración positiva de las personas. “Más igualdad y más diversidad”, que cada uno tenga un lugar en el mundo donde desarrollar su proyecto de vida. Instó a promover el rol de “constructores del futuro”. 

El ministro aludió a la importancia de la educación en el área DD.HH. porque las nuevas generaciones se visualizan, a veces, como un problema y una sociedad que ve a sus jóvenes de esa manera “compromete seriamente su futuro”, añadió. “La educación es un eje transversal de los DD.HH. y por ello este año se trabajó en el diseño de un plan nacional de DD.HH.” que podría aplicarse en 2013. “Nos convertimos en una sociedad que debate sobre estos temas. Seguimos buscándonos a nosotros mismos, nos miramos cada vez más como un país integrado. Hoy es nuestro tiempo”, indicó.  

Derechos económicos, sociales y culturales

Olesker rindió cuentas sobre los derechos económicos, sociales y culturales (DESC). En este sentido aludió a cinco vertientes incluidas en la Declaración Universal de los DDHH: el trabajo (políticas activas de empleo que redujeron la tasa de desempleo); los ingresos (aumento del salario mínimo y jubilación mínima, producto de políticas públicas); la salud (la universalidad que generó la reforma, considerada por ONU y CEPAL como la más potente de los últimos tiempos a nivel mundial); el derecho a la protección social y seguridad social (las reformas incluyendo la reducción a la mitad de la informalidad en el mercado de trabajo) y las políticas de inclusión de sectores vulnerables (ley de cupos para afrodescendientes, Tarjeta Uruguay Social para personas transexuales, políticas de igualdad de oportunidades de hombres y mujeres). 

La presidenta del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Laura Dupuy, y la alta comisionada de la ONU para los DDHH, Navi Pilay, emitieron un mensaje por video en alusión a la jornada y a la labor de nuestro país en el citado consejo.