MSP promueve vacunación, control mediante el PAP y métodos de barrera
Autoridades de Salud Pública presentaron el Programa Nacional Integral de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, el cual es el único tipo de cáncer que surge de una enfermedad de transmisión sexual y por ende, se puede prevenir. Aclararon que la vacuna no es 100% segura porque previene 2 de los 4 tipos de HVP y que no se debe generar falsas expectativas acerca de no necesitar controles ginecológicos ni uso de preservativos.
El subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, informó sobre los principales alcances del plan nacional para la prevención de este tipo de cáncer, para el cual es necesario informar y sensibilizar a la población sobre los principales aspectos de la prevención. En la conferencia, realiza el 17 de agosto en la sede del MSP, participaron: la responsable del Área de Salud Sexual y Reproductiva, Leticia Rietti; la directora del Programa Nacional de Vacunación, Teresa Picón; la directora del Programa Nacional de Cáncer, Gabriela Sabini; Giselle Tomaso, de la Unidad de Información en Salud y el consultor de UNFPA, Fernando Nossar.
Este proyecto aborda múltiples aspectos que detectan problemas en la actual situación del país, respecto a la mortalidad por este tipo de cáncer, y que registra fallas en el sistema sanitario en relación al control a través del papanicolau. Entre esas fallas se encuentra la baja cobertura del sistema para el control en todo el país, sobre todo en los sectores con mayor vulnerabilidad social, mientras que se registró que las mujeres que tienen mejor posición socioeconómica (y menos riesgo) realizan controles que superan la cantidad necesaria.
Briozzo resaltó que para el Gobierno la equidad es un tema central y, en ese sentido, es clave que la opinión pública conozca y pueda establecer que todas las mujeres tengan acceso al PAP al menos una vez cada tres años. El desarrollo de esta propuesta comprende al MSP, a la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer y también están involucrados sectores de la academia, de la sociedad civil y de los medios de comunicación.
Briozzo sostuvo que más del 95% de los casos de cáncer de cuello de útero se pueden prevenir. El primer paso es la educación, sobre el uso del preservativo como único método de barrera y la desmitificación respecto a que este tipo de virus está presente en la mayoría de las mujeres. En ese sentido, aclaró que aproximadamente el 20% de las mujeres se encuentra con prevalencia del HPV.
Desmitificación acerca de la vacuna contra el cáncer de cuello de útero
El subsecretario de Salud Pública resaltó que la vacuna previene infecciones y lesiones precancerosas, en 2 de los 4 virus del HPV, al tiempo que en nuestro país no se identificó la cantidad de tipos de virus que existen. Asimismo, para que la vacuna sea efectiva, se deben completar las tres dosis, antes del contacto con el virus.
También se desconocen la evolución del virus, la duración de la vacuna a largo plazo y la posibilidad de infecciones cruzadas. El MSP espera implementar la vacuna pero no descartó la necesidad de la realización del PAP, cuyo nivel de cumplimiento no es el óptimo. “Cuando alcancemos llegar a un 60% estaremos en condiciones de incorporar, de manera segura y efectiva, la vacuna a las prestaciones del sistema. Pero con la vacuna sola no se soluciona el problema, se debe continuar el control con el PAP y el uso de métodos de barrera”, aseguró Briozzo.
A su vez, el jerarca señaló que el costo de la vacuna (alrededor de 2.000 pesos por dosis) es relevante pero no es el tema determinante en la resolución del MSP de no incorporarlo en la rendición de cuentas de 2012. “Las prioridades son otras, tenemos una baja cobertura de papanicolau que tenemos que mejorar y cuando se logre eso, no creemos que por el tema del costo no se incorpore”, indició.
La mujer, previo a vacunarse, debe ser HPV negativa, lo cual es seguro antes del inicio de las relaciones sexuales. Además, se informaron sobre algunos efectos adversos que pueden incluir afecciones de trombosis y enfermedades neurológicas, pero como el uso de la vacuna es incipiente, no se conocen a ciencia cierta los riesgos secundarios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la realización de estrategias de prevención primaria, como la vacunación, pero como parte de la estrategia de coordinación para prevenir el cáncer. A su vez, subraya que no se deben desviar los esfuerzos organizativos ni de financiación.
En Uruguay, este tipo de cáncer es el tercero con mayor prevalencia, luego se encuentra el de mamas y de colon. En el norte y en el litoral del país son los lugares con mayor manifestación de cáncer de cuello uterino. Con el fin de reducir la mortalidad, por esta enfermedad, en un 30% para 2014, se instalarán dos centros de salud especializados en ese sector del país.