Sesión plenaria de CELAC

Mujica abogó por construir inteligencia en el marco de la integración latinoamericana

“El desarrollo no es solo sumar riquezas, aumentar consumo, es la lucha por la felicidad humana”, dijo el Presidente José Mujica frente a sus pares en la Cumbre de la CELAC. Añadió que "defender la vida significa poder dejar por el camino las aristas del despilfarro y la contaminación". Instó a construir inteligencia alrededor de la integración de una región que ha dado “un paso fantástico, pero queda mucho por hacer”.

Presidente Mujica en el cierre de sesión plenaria de CELAC

Se sabe que hay un sentimiento histórico, una tradición cultural y hondas raíces que vienen desde el tiempo de los libertadores, así como un silencio histórico en los pueblos aborígenes, dijo Mujica en su intervención en la sesión plenaria de clausura de la II Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que finalizó este miércoles 29 en La Habana.


“La historia es una mochila y la única cosa real que podemos entrever, el futuro es siempre incertidumbre, pero es nuestro anhelo, nuestra preocupación, nuestro desafío”, reflexionó. 


Señaló que la civilización actual trajo los dones de la masificación del conocimiento y de una forma de vida que extendió en no menos de 40 años el promedio de la vida humana, que levantó una gigantesca vidriera, con ilusión de felicidad para que las masas del mundo la contemplen.


“Pero así como los agricultores que fertilizan saben que no solo fertilizan el cultivo sino que además fertilizan las malezas y se tienen que ocupar de ellas, lo bueno viene de la mano de lo malo. No hay un mundo perfecto y anodino, sino un suma y resta”, puntualizó. 


“Tenemos que integrarnos por nuestro propio desarrollo, pero este no es solo sumar riqueza, aumento del consumo, es la lucha por la felicidad humana. La única cosa trascendente para cada uno de los seres humanos es la vida real y concreta y esta no se puede esclavizar, no se debe perder y es la meta de cada ser y no puede intentarse un desarrollo contra la felicidad humana. Eso no sería desarrollo”, agregó.


Indicó que hay una agenda en cada país y en el continente americano, pero hay una agenda del mundo que ningún país puede revertir. 


¿Quién va a limpiar los océanos de los continentes del naylon que ha creado nuestra civilización? preguntó el Presidente a los demás gobernantes de la región. “La humanidad tiene que plantearse cosas propias de ella, hay un programa para la humanidad entera. Ningún país, ningún continente puede resolver solo este tipo de problemas que son el río de la vida del futuro”, cuestionó. 


“Para poder tener peso en este mundo tenemos que juntarnos, y tenemos que darnos cuenta que es mucho lo que se puede hacer si la humanidad junta sus fuerzas, si junto al programa de los países que luchamos por nuestra agenda hay un programa que nos compromete con el mundo para combatir el despilfarro y la energía que tiramos”, añadió. 


Mujica se preguntó: “¿Por qué despilfarramos tanto por todos lados (2.000 millones de dólares por minuto en presupuestos militares). Si la humanidad no es capaz de pensar como especie, si la humanidad sigue pensando apenas como país y dentro del país como clase social y pensando solamente en lo nuestro y en la nuestra, entonces la civilización está condenada”, sentenció.


El Presidente expresó que es la primera vez que el ser humano tiene tantos medios y herramientas como constructor de su propia historia. “Somos responsables —en parte— de la historia en que vivimos. Por eso los latinoamericanos nos tenemos que juntar, por esto y para pensar en este mundo, pues hay que gritarle fuerte a este mundo sobre la responsabilidad que hay con la vida”. “Hay naciones que se creen muy fuertes, pero tienen la fortaleza de los escombros”, sostuvo. 


Respecto de los cambios globales, dijo que es una larga batalla porque no es un cambio mágico que está a la vuelta de la esquina y apostó por el desarrollo de la tecnología, con una responsabilidad ante la vida. “Debemos sujetar nuestros despilfarros para ayudar en los momentos que los pueblos lo necesiten, es responsabilidad de la humanidad”, destacó. 


Mujica comentó a sus pares que los autos que se vendieron este año en Uruguay cubren, si se ponen uno al lado del otro, más de 400 kilómetros. Tras este ejemplo, alertó que “el planeta tiene límites”. 


“La ciencia advirtió al mundo, a tiempo, ¡paren la mano!, pero la política fracasó y no pudo seguir a la ciencia, no pudo recoger el guante que le tiraba”. "Nada más que por estas pavadas, los latinoamericanos nos tenemos que integrar", recalcó el mandatario. 


Se manifestó convencido de que ningún país latinoamericano puede enfrentar solo esta incertidumbre. “Necesitamos un cambio cultural, una marcha que será larga”. 


Mujica señaló “hemos dado un paso fantástico”, pero tenemos que construir con inteligencia la integración, el cuidado global de la salud de los latinoamericanos. Agregó que es mucho lo que hay por hacer y que es necesario crear corrientes políticas e inteligencia y sembrar en la cabeza de las futuras generaciones. 


Al finalizar, el mandatario reflexionó acerca del destino de la humanidad y el milagro de la vida. “Los seres humanos estamos dotados de conciencia y por eso debemos juntarnos, porque el continente es joven”, puntualizó.

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