Audición Radio Uruguay

Mujica afirmó que políticas laborales de los últimos dos Gobiernos profundizan democracia

El Presidente Mujica reseñó avances logrados en lo laboral de 2005 a la fecha, como la protección de la libertad sindical; las leyes de negociación colectiva, de trabajo doméstico, de ocho horas para trabajadores rurales y de tercerización; mejoras en el acceso al seguro de desempleo, asignaciones familiares y beneficios jubilatorios de mujeres; aumento del salario mínimo, en línea con el ataque a la pobreza y la desigualdad.

Presidente de la República José Mujica

El Presidente de la República, José Mujica, en su audición por Radio Uruguay, aludió a la conocida afirmación artiguista que, a su entender, resume uno de los contenidos fundamentales de su gesta: “Que los más infelices sean los más privilegiados”. “Semejante afirmación traducida a nuestro tiempo tiene una magnitud de consecuencias a veces difíciles de entender, y que tienden inexorablemente a vivir la sociedad”, afirmó.

Sobre la base de esta frase, el mandatario hizo referencia a su participación en Tacuarembó con motivo de conmemorarse el Día del Trabajador Rural y la histórica fecha del 1.º de mayo.

Recordó que desde 2005 a la fecha, y siguiendo la visión del artiguismo, se trató de concretar sucesivos aportes en materia laboral, como por ejemplo: la protección de la libertad sindical, generando más de 40 normas; la Ley de Negociación Colectiva; la Ley de Trabajo Doméstico; la ley de ocho horas para trabajadores rurales y la de tercerización. Se mejoró el acceso al seguro de desempleo, a las asignaciones familiares y a los beneficios jubilatorios hacia las mujeres. Asimismo, aumentó el Salario Mínimo Nacional, y esto “mucho tiene que ver con haber atacado la pobreza y la desigualdad sobre todo en áreas más profundas de la ruralidad del Uruguay, sector más olvidado, donde paradojalmente existe la tasa más baja de pobreza”, indicó.

Aseguró que con la instalación de los consejos salariales, la negociación colectiva se hizo realidad. Este proceso permitió elevar el salario real más de un 36 %. “Crecía el salario real, crecía la economía y bajaba el desempleo, tirando por tierra un conjunto de afirmaciones teóricas de la década del noventa”, añadió.

El jerarca se refirió a los más de 600 mil trabajadores que fueron registrados en la seguridad social en el largo plazo, “y eso es un amparo a los débiles”. Reiteró que se incluyeron las cláusulas de género, se mejoró la seguridad para los trabajadores, se destinaron más fondos para la capacitación. “La negociación colectiva y el diálogo social se generó como un oficio nacional. Fue una verdadera profundización de la democracia”, dijo.

Mujica entiende que esto tiene mucho que ver con la caída del índice de pobreza. Recordó que más de 900 mil uruguayos dejaron de ser pobres —desde punto de vista estadístico— de 2004 a la fecha. De todas formas reconoció que aún queda mucho por hacer, sobre todo en la cintura del área metropolitana, donde se ubica la pobreza más dura.

“Los hombres somos débiles en memoria, olvidamos con mucha facilidad. Olvidamos de dónde venimos y que las ventajas que se logran fueron por el estímulo y la lucha de soldados anónimos que quedaron muy atrás. Uno de ellos, el artiguismo, que con su gesta y aparente derrota, nos ha sembrado definitivamente una de las cosas más notables que tiene este país”, reflexionó.

El Presidente aludió a la reciente declaración de Naciones Unidas vinculada a que Uruguay es de los países menos desiguales de América Latina y es el país que más bajó la pobreza en menor tiempo. “Que bajara ambas cosas al mismo tiempo es un verdadero orgullo nacional. Objetivamente esta es una característica histórica de largo plazo del Uruguay por muchos factores. A lo largo de historia de América Latina podemos sentir el orgullo de ser el pequeño país —con poca gente— menos desigual, con sentido de profundo republicanismo e ideas claras de la necesidad del amparo social y del reparto”, indicó.

Consideró que esto tal vez haya quedado grabado del conjunto de definiciones del artiguismo, como del que surge la frase citada al comienzo. “Buena cosa sería que nunca lo olvidemos a lo largo del acontecer nacional, cualquiera sean los avatares, las caídas y las subidas. Socialmente, como país, jamás olvidemos que debemos atender con devoción a los que van quedando al fondo de la fila y al costado de los caminos. No esperemos que el mercado por sí solo arregle los problemas de igualdad y justicia social”, concluyó. 

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