Mujica criticó a quienes anteponen su deseo de ser gobierno a los intereses nacionales
“La suerte del país poco interesa, lo que importa es llegar al gobierno o mantener el asiento”, sostuvo el Presidente Mujica en alusión a quienes cayeron en el “rentismo político” y entienden que “cuanto peor le va al país y al gobierno, más posibilidades tienen de gobernar”. Reafirmó la necesidad de ser agentes de venta del trabajo nacional y recordó que en el pasado se cometieron “barbaridades” en la relación con Argentina.

El Presidente de la República, José Mujica, en su emisión radial por M24, criticó a quienes priorizan su ambición de llegar al gobierno por sobre los intereses del país. Explicó que si bien los pueblos y la gente no viven solo de “pan”, es imprescindible tener trabajo, techo y cosas materiales que se deben adquirir, muchas veces importar, y que hacen “el marco material que rodea a nuestras vidas”. En este contexto, consideró que, por ser Uruguay una nación pequeña en dimensiones, con un mercado y fuerza de trabajo en proporción pequeña, se debe luchar para vender ese trabajo. “Exportar para los uruguayos es de vida o muerte”, dijo Mujica, quien lo consideró decisivo para el Uruguay todo, más allá de colores políticos.
El mandatario definió como “doloroso” que cueste ver la importancia de “ciertas conveniencias nacionales que ayuden en este mundo difícil en que nos toca vivir, que ayuden a la política de exportar o a la de atraer capital. Parece mentira que no podamos darnos cuenta de que cualquiera sea el tamaño de nuestras diferencias, como nación tenemos algunas cuestiones determinantes comunes que nos hacen a todos”, reflexionó.
Dijo que le cuesta creer que gente formada no se percate de que la política exterior tiene como cometido central ayudar a vender el trabajo de la gente y a multiplicar de una forma u otra los distintos grados de inversión. Debería ser una tarea común que el trabajo nacional prospere y se multiplique, cuidar los clientes del exterior y tratar, por todos los medios, de multiplicarlos y sostenerlos.
Mujica consideró que en Uruguay cuesta ver que la diplomacia es algo más que celebraciones en embajadas, cuesta darse cuenta de que es un instrumento para expresarnos en el muro de los hechos económicos, políticos y culturales. “La política exterior primero debe apuntar a multiplicar el trabajo, el intercambio y la riqueza de nuestra gente”, indicó.
“En una sociedad que lucha por ser abierta, libre y democrática, entiendo el natural derecho que se tiene a toda forma de oposición, a luchar con ahínco por sus objetivos políticos, persiguiendo la idea de algún día ser gobierno. Es esencial y de plano, y no admite discusiones. Pero la existencia de ese derecho natural en una sociedad libre no valida que se pueda hacer y decir cualquier cosa que busque afectar nuestras relaciones económicas, de intercambio, o generar crisis en el campo del trabajo y con ello crear las condiciones de una realidad política que sea francamente adversa para quienes están en el gobierno, tras la ilusión de aprovechar eso para tratar de llegar al mismo”, argumentó el mandatario, quien sostuvo que en estos años hay “dolorosos ejemplos”.
Reconoció que nunca fueron fáciles las relaciones en el Río de la Plata, con los gobiernos argentinos, “porque el río que nos une, también crea intereses contrapuestos”. Dijo que es una historia difícil pero de una grandeza innegable para nuestros intereses. Recordó que miles de uruguayos encontraron en Argentina una segunda patria que no los discrimina, como ocurre en otras partes del mundo y se refirió a la importancia del turismo argentino en nuestras costas, donde miles de uruguayos se ganan la vida. En este sentido, sostuvo que muchas veces los ingresos por turismo igualan e incluso superan a los de la carne exportada. “El turismo es una forma de vender y exportar trabajo, y es puerta de entrada para la ejecución de inversiones que repercuten todo el año en el campo del trabajo. A Uruguay le interesa esta relación que es por lejos -por el momento y pese a las dificultades- el anfiteatro principal de la lucha de nuestros intereses”,dijo.
El jerarca aseguró que en estos años cuando hubo dificultades, en lugar de tratar de ayudar a distender, a buscar salidas y negociar, sobraron los actores que solo buscan la “crítica ácida” y por momentos “insultante” como si eso resolviera los problemas prácticos con Argentina y sin medir las consecuencias que pueda tener. “En la historia se hicieron barbaridades en la relación con Argentina, cuando se intentó que hubiera bases militares en la región; en años de discusiones muy duras; cuando Eva Perón se enfermó y hubo quien pintó‘¡viva el cáncer!’”.
“A aquellos que a lo largo de los años cayeron en un ‘rentismo político’, parece que la suerte del país poco les interesa. Lo que les importa es llegar al gobierno o mantener el asiento”, puntualizó Mujica. “Cuanto peor le va al país, peor le va al gobierno y por ende más posibilidades tienen de gobernar”, explicó.
Mujica llamó a mantener las puertas abiertas e internar abrir otras, a ser agente de venta del trabajo nacional. “Eso es lo que en definitiva le queda de resultado ostensible a la gente. Existe una enorme resistencia a la consideración general de estas cosas, se dice con ligereza que el país no tiene una política exterior común como si alguna vez la haya tenido. Si la tuvo, fue con gobiernos un tanto ‘rabanitos’, que podían tener entre dos una política exterior común, tal vez”, dijo. En buena parte de nuestra historia, el país tuvo enormes diferencias en la política exterior, lo que consideró natural. “Lo que tiene en común son los intereses”, aseguró. “Si tú puedes abrir esa puerta hazlo y tienes que respetar que yo abra otras que tú no puedes. Esa es la actitud madura que deberíamos tener en el Uruguay, pero al parecer esas cosas son enormemente imposibles por la gran ambición política”, concluyó.