Entrevista en Telesur
“Tal vez yo era injusto, pero pensaba que iba a ser muy difícil que la sociedad estadounidense reconociera como presidente a un hombre de color y ese hecho ya es un progreso fantástico, desde luego que es histórico”, señaló Mujica en entrevista emitida este martes en la noche por la cadena latinoamericana Telesur.
Agradeció el buen tono y disposición de las autoridades de Estados Unidos para considerar “pequeñas cosas” para algunos, que son “grandes” para Uruguay, en el marco de un mundo lleno de tratados de libre comercio, lo cual dificulta la transacción entre países. “Es un mundo de locos”, calificó.
“Le pedimos profesores, abiertamente”, confesó el mandatario en función de su estrategia de atraer inteligencia y conocimiento al país, tal como Alemania realizará en el correr de este año, “en lugar de que nos den plata”, explicó Mujica al periodista uruguayo Jorge Gestoso, que lo entrevistó en un alto de su visita oficial de esta semana a Estados Unidos.
“Tengo claro la independencia política que hay que tener para pelear por nuestra gente”, abundó y advirtió que Estados Unidos también está en la obligación de ser un país bilingüe (español-inglés), tanto por su integración con el mundo como en su propio territorio.
Mujica apuesta por respuesta global a la inequidad
“Hay que pelear por un mundo integrado, más allá de sea un lenguaje de poesía, en apariencia, pero si el bicho humano no entra a sobreponerse, a pensar y a hacerse cargo de la vida del planeta esto se puede transformar en un infierno moderno. Significa que hay que tener tolerancia para el distinto”, dijo Mujica.
Añadió que “nos cuesta a todos hacernos cargo de que estamos viviendo una época muy acelerada, recreando encima de las culturas nacionales una de carácter mundial por la velocidad de las formas de comunicación que existen hoy”.
“El hombre que va a sobrevenir tiene otros horizontes y es distinto a nosotros. Pero hemos desatado una lógica perversa de acumulación (de riqueza) en el mundo y ahora tenemos que pensar cómo se enmienda, y eso no se puede hacer como país, necesitamos un acuerdo de toda la humanidad”, sostuvo.
Calificó a la desigualdad como el gran desafío del mundo, en el marco de la necesaria intervención del Estado para distribuir las riquezas.
En esa línea, Mujica destacó la reactivación del sistema de Consejo de Salarios en Uruguay, que permitió aumentar 250 % el sueldo mínimo en nueve años, con una década de crecimiento consecutivo del producto interno bruto y 54 % de incremento salarial promedio en términos reales en el mismo lapso, pero con mayor énfasis en los ingresos más sumergidos, como son los que perciben los trabajadores rurales y las empleadas domésticas.
“Esto fue posible porque el Estado está machacando”, apuntó.
“Ahora nos están acusando, desde luego, de que trancamos la productividad porque encarecemos los costos del país…, bueno, la batalla de siempre”, indicó y añadió que la preocupación de su gobierno es crecer y repartir. Rememoró que el 34 % de la población uruguaya vivía en la pobreza cuando el Frente Amplio llegó al gobierno en 2005 y que hoy alcanza al 11%, mientras que la indigencia prácticamente está erradicada.
Sin expectativas con los tratados de libre comercio
Mujica dijo que no tiene expectativas con los tratados de libre comercio y opinó que hay que trabajar para “abrir todas las rendijas” para el intercambio”. “Lo mejor es diversificar los mercados”, aseguró.
Precisó que Uruguay tiene en vigor un tratado de libre comercio con México, cuyo resultado es “ni fu ni fa”. Es que el comercio internacional se gana siendo serios y con márgenes de competitividad genuina, basadas en el aumento de la eficiencia en el trabajo uruguayo, enfatizó.
Respecto de esta cuestión comercial, dijo a Gestoso que no incluyó en la agenda del encuentro con Obama nada respecto a una posible negociación entre Estados Unidos y el Mercosur (Mercado Común del Sur), que Uruguay integra con Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.
Venezuela, Cuba y la integración latinoamericana
En otro tramo de la conversación con Telesur, el mandatario uruguayo reafirmó su compromiso en favor de la unidad latinoamericana, con políticas de distribución de la riqueza. En ese sentido, destacó a Hugo Chávez, el líder venezolano fallecido en marzo de 2013, que tuvo tal sentido de la solidaridad con el continente que “por momentos pienso que dio más de lo que tenía” y “ahora le están pasando la factura”.
Por otro lado, subrayó su posición a favor de la paz interna en Colombia y de un mejoramiento de las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
También informo que discutió con Obama sobre la situación en Venezuela, abogando por una solución en el marco del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, con participación de la Organización de los Estados Americanos.
Empero, defendió el derecho a la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano.
Recordó, al respecto, que la Constitución de ese país tiene el mecanismo del plebiscito revocatorio de cargos ejecutivos, incluido el de presidente del país, incorporado en la reforma impulsada al comienzo del mandato de gobierno de Chávez (1999-2013). Calificó la aprobación de esa herramienta “como el paso de mayor audacia democrática en el mundo”.
Consideró que la minoría de la oposición venezolana está “para cortar las calles”, en una posición de golpismo que se opone a la otra mayoría de la oposición, que es democrática.
Son recetas golpistas que están circulando y que son utilizadas para derrocar gobiernos populares, alertó. Esto no solo ocurre en Venezuela sino que también “lo estamos viendo en Brasil, con manifestaciones que no tienen que ver con la realidad”, enfatizó.
Es real que Venezuela tiene dificultades económicas, políticas y sociales, pero “en nuestros países siempre hay problemas, en Estados Unidos también, pues siempre hay un margen de población disconforme en cualquier lado, porque la unanimidad no existe ni va a existir”, apuntó.
“El problema es cuando esas diferencias rompen el nivel de tolerancia que implica la convivencia democrática. Entonces no les viene bien nada y vivimos al trancazo”, agregó.
“Esa es la cuestión. Es una especie de huelga general de tácito trancazo de la gestión de un gobierno para que termine amputado sin hacer nada, fracase y las masas le den la espalda por su propia inoperancia”, explicó.
En cuanto al bloqueo de Estados Unidos a Cuba, el Presidente Mujica explicitó que “es una herramienta con una enorme capacidad para hacer pasar mal a la gente, pero no resuelve la ecuación política que se planteaba”.
Rememoró otros bloqueos en el mundo y concluyó: “¿Trancar los remedios? No, así no”, sentenció.
“Pusimos el alma en la cancha”
Sobre su gestión de gobierno, a modo de evaluación, dijo que creyó en transformaciones más rápidas y profundas, de las cuales algunas se consiguieron. “Pero estoy contento porque no jodí a nadie, me pude haber equivocado, pero lo hice de buena fe. Si no lo hice mejor fue porque soy bestia y porque no sé, y porque tenemos limitaciones. Pero pusimos el alma en la cancha: nos vamos como vinimos”, puntualizó.
En materia personal, Gestoso le pidió que contara sobre sus reflexiones al ingresar a la Oficina Oval de la Casa Blanca, desde donde muchas veces se ordenó la detención y tortura de guerrilleros y militantes sociales latinoamericanos, incluido el propio Mujica.
El Presidente de Uruguay respondió: “los edificios no tienen la culpa, no me la voy a agarrar con la arquitectura, hago como que no me quiero acordar porque lo que me interesa es el porvenir”.
Mujica destacó personalidad de Obama y planteó una respuesta global contra la desigualdad
Barack Obama es una “figura de carácter excepcional”, con gran capacidad para sortear obstáculos; un liberal en el más amplio sentido de la palabra, dijo José Mujica a la cadena Telesur. El mandatario uruguayo también elogió el plebiscito revocatorio presidencial en Venezuela, condenó el bloqueo de Washington a Cuba, abogó por la integración latinoamericana y dijo no tener “expectativas con los tratados de libre comercio”.

Agradeció el buen tono y disposición de las autoridades de Estados Unidos para considerar “pequeñas cosas” para algunos, que son “grandes” para Uruguay, en el marco de un mundo lleno de tratados de libre comercio, lo cual dificulta la transacción entre países. “Es un mundo de locos”, calificó.
“Le pedimos profesores, abiertamente”, confesó el mandatario en función de su estrategia de atraer inteligencia y conocimiento al país, tal como Alemania realizará en el correr de este año, “en lugar de que nos den plata”, explicó Mujica al periodista uruguayo Jorge Gestoso, que lo entrevistó en un alto de su visita oficial de esta semana a Estados Unidos.
“Tengo claro la independencia política que hay que tener para pelear por nuestra gente”, abundó y advirtió que Estados Unidos también está en la obligación de ser un país bilingüe (español-inglés), tanto por su integración con el mundo como en su propio territorio.
Mujica apuesta por respuesta global a la inequidad
“Hay que pelear por un mundo integrado, más allá de sea un lenguaje de poesía, en apariencia, pero si el bicho humano no entra a sobreponerse, a pensar y a hacerse cargo de la vida del planeta esto se puede transformar en un infierno moderno. Significa que hay que tener tolerancia para el distinto”, dijo Mujica.
Añadió que “nos cuesta a todos hacernos cargo de que estamos viviendo una época muy acelerada, recreando encima de las culturas nacionales una de carácter mundial por la velocidad de las formas de comunicación que existen hoy”.
“El hombre que va a sobrevenir tiene otros horizontes y es distinto a nosotros. Pero hemos desatado una lógica perversa de acumulación (de riqueza) en el mundo y ahora tenemos que pensar cómo se enmienda, y eso no se puede hacer como país, necesitamos un acuerdo de toda la humanidad”, sostuvo.
Calificó a la desigualdad como el gran desafío del mundo, en el marco de la necesaria intervención del Estado para distribuir las riquezas.
En esa línea, Mujica destacó la reactivación del sistema de Consejo de Salarios en Uruguay, que permitió aumentar 250 % el sueldo mínimo en nueve años, con una década de crecimiento consecutivo del producto interno bruto y 54 % de incremento salarial promedio en términos reales en el mismo lapso, pero con mayor énfasis en los ingresos más sumergidos, como son los que perciben los trabajadores rurales y las empleadas domésticas.
“Esto fue posible porque el Estado está machacando”, apuntó.
“Ahora nos están acusando, desde luego, de que trancamos la productividad porque encarecemos los costos del país…, bueno, la batalla de siempre”, indicó y añadió que la preocupación de su gobierno es crecer y repartir. Rememoró que el 34 % de la población uruguaya vivía en la pobreza cuando el Frente Amplio llegó al gobierno en 2005 y que hoy alcanza al 11%, mientras que la indigencia prácticamente está erradicada.
Sin expectativas con los tratados de libre comercio
Mujica dijo que no tiene expectativas con los tratados de libre comercio y opinó que hay que trabajar para “abrir todas las rendijas” para el intercambio”. “Lo mejor es diversificar los mercados”, aseguró.
Precisó que Uruguay tiene en vigor un tratado de libre comercio con México, cuyo resultado es “ni fu ni fa”. Es que el comercio internacional se gana siendo serios y con márgenes de competitividad genuina, basadas en el aumento de la eficiencia en el trabajo uruguayo, enfatizó.
Respecto de esta cuestión comercial, dijo a Gestoso que no incluyó en la agenda del encuentro con Obama nada respecto a una posible negociación entre Estados Unidos y el Mercosur (Mercado Común del Sur), que Uruguay integra con Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.
Venezuela, Cuba y la integración latinoamericana
En otro tramo de la conversación con Telesur, el mandatario uruguayo reafirmó su compromiso en favor de la unidad latinoamericana, con políticas de distribución de la riqueza. En ese sentido, destacó a Hugo Chávez, el líder venezolano fallecido en marzo de 2013, que tuvo tal sentido de la solidaridad con el continente que “por momentos pienso que dio más de lo que tenía” y “ahora le están pasando la factura”.
Por otro lado, subrayó su posición a favor de la paz interna en Colombia y de un mejoramiento de las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
También informo que discutió con Obama sobre la situación en Venezuela, abogando por una solución en el marco del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, con participación de la Organización de los Estados Americanos.
Empero, defendió el derecho a la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano.
Recordó, al respecto, que la Constitución de ese país tiene el mecanismo del plebiscito revocatorio de cargos ejecutivos, incluido el de presidente del país, incorporado en la reforma impulsada al comienzo del mandato de gobierno de Chávez (1999-2013). Calificó la aprobación de esa herramienta “como el paso de mayor audacia democrática en el mundo”.
Consideró que la minoría de la oposición venezolana está “para cortar las calles”, en una posición de golpismo que se opone a la otra mayoría de la oposición, que es democrática.
Son recetas golpistas que están circulando y que son utilizadas para derrocar gobiernos populares, alertó. Esto no solo ocurre en Venezuela sino que también “lo estamos viendo en Brasil, con manifestaciones que no tienen que ver con la realidad”, enfatizó.
Es real que Venezuela tiene dificultades económicas, políticas y sociales, pero “en nuestros países siempre hay problemas, en Estados Unidos también, pues siempre hay un margen de población disconforme en cualquier lado, porque la unanimidad no existe ni va a existir”, apuntó.
“El problema es cuando esas diferencias rompen el nivel de tolerancia que implica la convivencia democrática. Entonces no les viene bien nada y vivimos al trancazo”, agregó.
“Esa es la cuestión. Es una especie de huelga general de tácito trancazo de la gestión de un gobierno para que termine amputado sin hacer nada, fracase y las masas le den la espalda por su propia inoperancia”, explicó.
En cuanto al bloqueo de Estados Unidos a Cuba, el Presidente Mujica explicitó que “es una herramienta con una enorme capacidad para hacer pasar mal a la gente, pero no resuelve la ecuación política que se planteaba”.
Rememoró otros bloqueos en el mundo y concluyó: “¿Trancar los remedios? No, así no”, sentenció.
“Pusimos el alma en la cancha”
Sobre su gestión de gobierno, a modo de evaluación, dijo que creyó en transformaciones más rápidas y profundas, de las cuales algunas se consiguieron. “Pero estoy contento porque no jodí a nadie, me pude haber equivocado, pero lo hice de buena fe. Si no lo hice mejor fue porque soy bestia y porque no sé, y porque tenemos limitaciones. Pero pusimos el alma en la cancha: nos vamos como vinimos”, puntualizó.
En materia personal, Gestoso le pidió que contara sobre sus reflexiones al ingresar a la Oficina Oval de la Casa Blanca, desde donde muchas veces se ordenó la detención y tortura de guerrilleros y militantes sociales latinoamericanos, incluido el propio Mujica.
El Presidente de Uruguay respondió: “los edificios no tienen la culpa, no me la voy a agarrar con la arquitectura, hago como que no me quiero acordar porque lo que me interesa es el porvenir”.