Audición M24

Mujica dijo que saqueos en masa obedecen a la civilización actual y mal uso de tecnología

El Presidente de la República, José Mujica, afirmó que los saqueos ocurridos en provincias argentinas “no son un vacío de poder, sino una conducta gremial que crea condiciones favorables para que aparezca el delito en masa”. Negó que sea un fenómeno exclusivo de Argentina, sino de la civilización contemporánea que utiliza la facilidad de comunicación de las nuevas tecnologías para organizar estos “estallidos”.

Presidente de la República, José Mujica

En su audición radial por M24, el Presidente Mujica consideró que es notorio el mal uso que se hace de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de comunicación que, dada su “facilidad", agobian y superan la capacidad de atender. Dijo que, si bien las formas de comunicación permitieron progreso, multiplicación de bienes y trabajo para nuestra sociedad, también generaron malas prácticas.


Como ejemplo, recordó que en el último partido clásico la Policía, por la magnitud de la contienda deportiva, organizó una previa concentración importante de efectivos en el Estadio y alrededores, lo que derivó que en el resto de la ciudad, se triplicaran las rapiñas ese día. Esto se explica en que “ciertos círculos de delincuencia percibieron que la abundancia de efectivos concentrados en el estadio creaba condiciones de débil presencia en muchos otros lugares y por lo tanto se ‘facilitaba’ las condiciones para el quehacer delictivo”.


Asimismo, se refirió a que en estos días en Argentina aconteció una serie de saqueos en provincias, en un contexto de nueva forma gremial de reivindicar intereses y luchar por mejoras salariales. “Esto no es un vacío de poder de forma clásica, sino una conducta gremial en los hechos, capaz no explícitamente estipulada, ni discutida en una asamblea tal vez, pero esa conducta gremial, en los hechos, tiene un quehacer peligroso porque crea condiciones favorables para que aparezca el delito en masa, en forma súbita”, explicó.


Mujica dijo que esos “dolorosos saqueos” presenciados por TV, “nada tienen que ver con masas pobres desesperadas, ni con hambre contenida. Son rapiñas descaradas procesadas en masa ante condiciones favorables. Da para pensar que hay un margen de coordinación o de comunicación porque los saqueadores se concentran rápidamente en algunos lugares. Esto tiene que ver con una patología de deformación de las luchas gremiales que es aprovechada en el campo del delito”, reafirmó. 


Afirmó que este hecho de nuestro tiempo obliga a repensarlo todo, porque el aparato del Estado tiene fragilidades y debe readecuarse. Aludió a la conciencia colectiva de las sociedades, a veces muy fragmentadas. “Nunca deberíamos olvidar que estamos formados en sociedades individualistas, que vivimos en sociedades capitalistas, y estemos o no de acuerdo con ese capitalismo, estamos rodeados de una gigantesca telaraña que nos condiciona a todos”, indicó Mujica, quien agregó que ese “exacerbado interés de competencia y de individualismo” ocurre en una sociedad que tiene como motor fomentar el hiperconsumismo como cultura, funcional a la acumulación.


“Uno puede tener todas las discrepancias filosóficas, y vaya que las tenemos, pero la realidad está allí, estamos inmersos en ella y nos obliga a entender las leyes del capitalismo porque debemos propender al desarrollo para tener recursos fiscales que permitan mitigar la otra gran ley de capitalismo: la inexorable tendencia a concentrar. Para mitigar las consecuencias del reparto negativo, concentrador y egoísta se necesitan los recursos fiscales” para que el Estado pueda luchar a favor de quienes se encuentran rezagados. “Cuando el Estado no cumple ese papel, las condiciones son horribles, por eso se debe luchar por el desarrollo económico que, de alguna forma, favorece al hiperconsumo”, afirmó. 


Dijo que esto explica las reacciones como los saqueos de botellas de whisky y televisores. “Todo está dentro de nuestra sociedad, es parte de nuestras enfermedades y un día explotan. No creo sea un fenómeno de Argentina, sino de la civilización contemporánea, que está allí y que utiliza instrumentos como la facilidad de comunicación para darle a estos estallidos condiciones de masa”, agregó. 


Mujica abogó porque se encuentren, en estas formas nuevas de comunicación, herramientas que sirvan para la construcción humana, lo que por ahora, a su entender, está en el debe.


“Cuando no tenemos respuestas definitivas, tenemos que tener la conciencia clara, porque solo ella actúa como freno de que nuestras conductas no sean fáciles de arrastrar por estas ‘llamaradas’. La conciencia clara es la lucha por la cultura, por los valores, por aprender a cuidar la convivencia, por aprender a respetarnos cuando discrepamos. Es la lucha ejemplar que deberíamos dar quienes mayor representatividad adquirimos en las sociedades, favorable a las condiciones de aprender a convivir, de sostener la tolerancia y encender el respeto social entre todos”, concluyó. 

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