Valores claves de la alta política

Mujica instó a estudiantes de Rio Grande do Sul a luchar por la vida en el planeta

José Mujica dijo, ante una nutrida audiencia en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, que valores como la vida del hombre y de la Tierra, la libertad, la paz y la integración latinoamericana deben formar parte central de la “alta política”, un desafío de las nuevas generaciones. El mandatario uruguayo abrió así el V Seminario Internacional Universidad, Sociedad y Estado que realiza esa casa de estudios de Porto Alegre.

Presidente Mujica en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Foto de la UFRGS.
El foro inaugurado por Mujica tiene como temática central el “Buen Vivir” en relación al desarrollo sustentable para la integración regional del Cono Sur de América y es organizado por la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), la red de universidades estatales, autónomas y autogobernadas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

En la apertura participaron, además de Mujica, el presidente de la AUGM, rector de la argentina Universidad Nacional del Litoral Albor Cantard, y su colega anfitrión, Carlos Alexandre Netto.

Mujica dividió su conferencia en conceptos como el hombre, la libertad, la integración latinoamericana y la defensa de la vida.

Señaló que la humanidad pasa por una “crisis ecológica” que es consecuencia, no es causa.

“La causa es de orden político, porque hemos entrado en una época donde inequívocamente se precisa gobernanza mundial que puede venir solo por la vía de los acuerdos”, precisó.

“Pero hay un conjunto de temas que se acumulan en el horizonte de la especie humana que ninguna sociedad puede hacerle frente por sí sola, aunque el hombre puede abordarlos si razona como especie, no si sigue razonando como país o como clase”, advirtió.

Tras numerar los principales problemas de orden ambiental que afronta el mundo, resaltó la existencia de una crisis de agua dulce mientras los glaciales se derriten, pese a lo cual se gastan dos millones de dólares por minuto en presupuestos militares en el orbe. Por eso, “decir que no tenemos recursos, es no tener vergüenza”, sentenció.

“Sabemos lo que pasa, sabemos lo que hay que hacer, tenemos la ciencia, la tecnología y los medios económicos y, sin embargo, nos hacemos los distraídos y seguimos mirando para otro lado”, cuestionó.

“¿Eso es crisis ecológica? No, eso es crisis de alta política”, señaló, al tiempo que agregó que hoy los gobiernos de los países en general están más preocupados en quien gana las próximas elecciones y metidos en sus agendas, y esa relación se empeora cuanto más grande es el país.

En relación a los valores, sostuvo que la primera religión debe ser desesperadamente querer la vida.

“Nos dedicamos a asesinar nuestra propia vida y la vida ajena, presos de cuánta cosa se crea, y no le damos valor a esto que se nos está yendo”, añadió.

Reflexionó a continuación que la naturaleza nos dio conciencia para autoanalizarnos y evocó la libertad como elemento que se ha olvidado.

“Hay una libertad al alcance de tu mano que es tener tiempo para gastarlo en las cosas que te gustan y en lo que a ti te motive”, dijo a la audiencia que lo escuchaba con suma atención. Un concepto que definió simple y elemental, pero que cada día que pasa es lo que menos tienen las personas.

Resaltó que América Latina, rica y pobre, llena de recursos naturales y de gente postergada, ha mirado toda su historia a Europa y a Estados Unidos, dando la espalda al propio continente.

Ante esa realidad, reclamó los estudiantes no identifiquen como de un solo país, sino que deben ser de América Latina y, por ello, no deberían tener los problemas de reválidas de sus títulos como ocurre ahora, incluso a nivel de los programas universitarios que no son pensados desde la necesidad de esta región.

“No va a haber integración si previamente no se integra la inteligencia”, remarcó, tras lo cual sostuvo que la inteligencia, a su vez, tiene dos caminos posibles: ser funcional a la acumulación del capitalismo o ser servidora del pueblo que le dio origen, causa y cometido.

Hoy hay una disyuntiva: “hay universidad para multiplicar el capital o universidad para combatir la pobreza y la miseria”.

Indicó, además, que esta época tiene el desafío de unir a los latinoamericanos, porque el mundo se está agrupando en gigantescas unidades de carácter continental, proceso al cual esta región llega tarde pese a la constatación de que es necesario aliarse, no crear enemigos.

“No podemos seguir haciendo discursos al gran (libertador Simón) Bolívar mientras lo asesinamos todos los días. Nuestras fronteras son un ‘engañismo’”, criticó.

“Por eso ahora es el tiempo de la política más que nunca, porque si no hay decisiones y voluntad, entonces primará la estrategia que imponga el mercado”, indicó. “O nos aprestamos para conducir o nos conducen”, remató. 

En esa línea, Mujica sostuvo que las universidades, el Estado, la sociedad, todo hay que colocarlo en la época que nos toca vivir, con los desafíos que hay por delante.

“Los sueños de ustedes (los estudiantes) no son los de mi tiempo (de joven), tienen que recoger las experiencias de nuestras derrotas y dolores, tienen que apuntar a defender el mundo en el cual les toca vivir”, arengó,

“Pero tienen un peligro: que le roben la vida y los transformen en pagadores de cuotas…”, advirtió en medio del aplauso cerrado de los presentes en el recinto universitario de Porto Alegre.

“¡Organícense para defender la vida! En primer término la vida humana, pero para que ello sea posible tiene que cargar también con la defensa de toda la vida que nos acompaña en este barco que anda dando vueltas en el silencio sideral”, instó.

“No estén de acuerdo, pero piensen”, culminó el mandatario uruguayo, llamando a la reflexión de los estudiantes.

Ver texto de la disertación


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