Audición Radio Uruguay

Mujica plantea evitar medidas hipócritas en política sobre drogas

El Presidente José Mujica insistió en impulsar un debate, "duro pero necesario", sobre la marihuana. “Lo que Uruguay plantea es no hacer la política hipócrita de algunas sociedades, donde, por ejemplo, se comercializa bajo receta médica y en realidad se trafica", indicó. Por otra parte, lamentó un delito con consecuencias mortales ocurrido el lunes 5 de agosto, y se refirió a la relación entre delito, droga y violencia.

Presidente de la República, José Mujica

En su audición por Radio Uruguay, el Presidente de la República, José Mujica, aseguró que “es un día triste” en alusión a los hechos de violencia de ayer —lunes 5 de agosto— que ocasionaron la muerte de un trabajador de la seguridad, la de uno de los hombres que delinquió y heridas de gravedad para otro funcionario de Policía que se encuentra en estado delicado. “Esto nos tiene que servir, entre otras cosas, para pensar algunas de las razones de esa tendencia que en las sociedades contemporáneas, particularmente en las Américas, tiende a darse en este tiempo”, sostuvo.


Mujica relató algunos de los comentarios acerca de los trabajos aportados por la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que implican el análisis de técnicos sobre la drogadicción y las consecuencias que ocasiona para la sociedad. En ese trabajo hay datos de estudios que indican tasas muy elevadas de consumo en personas detenidas, por lo que se infirió que la probabilidad de delinquir es mayor para quienes consumen drogas. Según resumió el Presidente, que las personas analizadas hayan consumido regularmente no prueba que los delitos ocurran bajo la influencia de la droga o por la necesidad de consumir, pero existe una relación entre delito, violencia y consumo de droga.

El documento agrega que mientras que la marihuana parece disminuir la agresividad, la cocaína puede estimularla y la heroína tiene más relación con delitos contra la propiedad. “Ninguna afirmación debe tomarse como terminante, pero sí es terminante que cuando las adicciones se vuelven patológicas, se rodean de un ambiente que incrementa la agresividad y la violencia”, dijo Mujica, quien agregó que estos trabajos afirman que el consumo de drogas podría ser una consecuencia y una causa de la exclusión social, que puede provocar un deterioro considerable de las condiciones de vida. Por otra parte, indicó que los procesos de marginación social pueden ser determinantes para el consumo problemático de drogas. "Al usuario se le ve como un minusválido o desviado social, generalmente asociado a delincuencia, violencia, peligrosidad y amenaza para la sociedades", dijo Mujica.

“La sociedad reacciona de forma refractaria, tiende a cerrarle las puertas pese a su voluntad de rehabilitarse y el resultado final es un importante porcentaje de recaídas y reingresos, lo que reduce sustancialmente la eficacia de la inversión que se realiza en tratamientos”, afirmó.

El Presidente insistió en que el hecho de que la comercialización de drogas se realice en la clandestinidad solo asegura un monopolio “para los audaces que atrás de una tasa de ganancia inusitada son capaces de jugársela, de violentar, porque la conducta es de quien quiere ganar dinero apresuradamente y está dispuesto a todo". "Opera una degradación metodológica en la sociedad, donde la vida termina no valiendo nada”, reflexionó. 

“No hay soluciones mágicas”
Recordó que estos fenómenos datan de un siglo de represión y que anualmente el Estado invierte más de US$ 80 millones sin lograr más que una eliminación de dos o tres mil kilos de drogas que se prenden fuego. Según Mujica, los resultados son ridículos, frente al enorme esfuerzo económico y el riesgo de vidas que implica. 

“No hay soluciones mágicas, pero bajar la guardia es peor”, dijo. “Uruguay plantea no hacer la política hipócrita que se da en algunas sociedades”, agregó el Presidente y ejemplificó con California (Estados Unidos) donde consideró que se practica la “hipocresía” de comercializar la marihuana bajo receta medica, y en realidad “se trafica abiertamente”. En otro país “se mantiene la ley pero se dio orden que no se cumpla”, agregó. “Todos esos mecanismos de ‘mentiras legales’ son hipócritas. Es útil llamar a las cosas como son. Hay que ensayar un cierto margen de regulación para sacarle la clandestinidad a los miles de muchachos que encuentran un "escapismo" hasta divertido. Estamos regalando a nuestra gente a que tenga que concurrir a un mercado ilícito, aquellos que fuman alguna vez y los que caen en adicción”, dijo el mandatario. “No agarramos a tiempo a los enfermos porque se los entregamos a la clandestinidad”, insistió.

Mujica expresó que es necesario que se informe sobre la problemática, que se sepa que los presos vinculados con las drogas le cuestan al país US$ 30 millones por año y que en 2012  se contabilizaron cerca de 80 muertos por ajuste de cuentas, homicidios. “Se desparrama la violencia como un uso y la crueldad en el seno de nuestra sociedad como si la vida de los hombres no tuviera ningún valor. Es muy duro este debate pero como sociedad lo tenemos que dar”, concluyó. 

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