Mujica recibirá documento base para convocar y alcanzar acuerdo nacional de Educación
En un plazo máximo de 45 días, el Sistema Nacional de Educación Pública entregará al Presidente una agenda temática que abrirá un espacio de trabajo con todos los actores de la comunidad educativa y los partidos políticos. Será el jefe de Estado quien realice la convocatoria para construir un Plan Nacional de Educación con el máximo consenso posible.

En esa dirección, los grandes temas de la agenda son: inequidad social y territorial; calidad de la educación; necesidad de cambios de institucionalidad, creación de nuevas instituciones; desafío territorial; gestión de la educación; la educación como sistema; la evaluación de la educación y el camino de los cambios. El jerarca insistió en que este es un tiempo de cambios para la educación, cambios necesarios, posibles e imprescindibles.
Acuerdos interpartidarios
Asimismo, comunicó en su comparecencia en el Parlamento, los avances realizados en el marco de los acuerdos interpartidarios firmados en mayo de 2010. Detalló logros y tareas pendientes, y dio a conocer el plan de trabajo para lo que resta de 2011 y 2012.
Ehrlich explicó que el senador Jorge Larrañaga convocó a la realización de un acuerdo nacional en esta área, lo que confluye con la voluntad del ministerio pero también con lo acordado en la reunión realizada hace siete meses entre el Presidente Mujica, el Consejo de Ministros y las autoridades de la Educación.
En esa instancia se definieron los temas centrales a tratar: continuidad educativa de los jóvenes, culminación de primer y segundo ciclo, extensión del acceso a la enseñanza terciaria y promoción de instancias de aprendizaje a toda la población, con énfasis en la revinculación de numerosos adolescentes y jóvenes a la educación. Esto se traduce en un “compromiso nacional por la educación”.
Acuerdo nacional
Fueron muchos los actores presentes en el Parlamento que utilizaron la misma expresión: “construir un nuevo contrato de la educación con la sociedad”, dijo el ministro. En ese sentido se definió un cronograma de tareas para elaborar un acuerdo nacional.
En una primera instancia, el Sistema Nacional de Educación Pública le presentará una agenda de trabajo al Presidente Mujica en un plazo máximo de 45 días.
Con ese documento en las manos, el mandatario convocará en una doble vía, a los partidos con representación parlamentaria, instituciones educativas y los actores sociales involucrados con la educación, con el objetivo de construir un acuerdo nacional.
Ehrlich indicó que el camino coincide con el planteo trazado para realizar un Congreso Nacional de Educación. Ambos senderos deberían confluir en un Plan Nacional de Educación, señaló.
Existen verdaderas emergencias en materia de integración en educación y trabajo, dijo. Se debe combatir el rezago educativo, la desvinculación, fortalecer la continuidad educativa y multiplicar los esfuerzos para revincular a adolescentes y jóvenes al sistema a todo nivel.
El ministro los definió como “temas que no admiten demoras”, por lo que confía en que se avance en su concreción antes del cierre del quinquenio. La primera meta es que la totalidad de los jóvenes finalicen el primer ciclo de enseñanza media.
Recordó que existen una serie de medidas en marcha e incluso se preparan a nivel del Consejo de Ministros varios planes centrados en la revinculación educativa y la reinserción. En ello trabajan distintas instituciones: MTSS junto a INEFOP; MEC a través de CECAP y ANEP, y MIDES con INAU, con coordinación de OPP.
Asimismo, se refirió al énfasis que puso el Presidente Mujica a una serie de iniciativas centradas en la capacidad de la educación técnica, que apunta a la inclusión en la vida y en el trabajo, lo que puede ser una poderosa herramienta de integración, dijo.
Ehrlich entiende que el sistema educativo debe apostar a la calidad y para ello requiere cambios de naturaleza institucional y gestión. Supone crear nuevas instituciones (Instituto Universitario de Educación, Instituto Terciario Superior e Instituciones de Evaluación Educativa) y apostar a la formación de nuevas generaciones de maestros y profesores.
La meta de todo este proceso de transformación es lograr un sistema educativo que permita el desarrollo pleno de las capacidades de la gente, que contemple tiempos y necesidades distintas de los educandos.
Con estas medidas, el Estado aspira alcanzar un sistema basado en el alumno, que asegure continuidad educativa y una propuesta que tenga pertinencia y relevancia social, a la altura de los desafíos de un mundo cambiante en materia civilizatoria, que sea coherente con el proyecto del país, basado en el conocimiento, las capacidades y la cultura, concluyó.