Mujica señaló corresponsabilidades e instó a no culpar al otro sino a buscar solución
“El Ejecutivo quiere llamarle la atención al país y a la política del fútbol: basta de echarle la culpa a otros. Somos corresponsables como sociedad” de la violencia en el fútbol, unos por acción y otros por omisión, dijo el Presidente. Reconoció el valor de este deporte para el país, exhortó a preservar la convivencia y aclaró que la seguridad en las canchas no la debe dar la policía sino “la madurez global de la sociedad”.

“Los hechos de los últimos
tiempos son tercos, porfiados, golpean y golpean. No soy ni seré nunca
partidario de que los poderes del Estado se inmiscuyan en el deporte,
menos en fútbol, que debe gozar de libre albedrío”, sostuvo el
Presidente de la República, José Mujica, en su audición por la emisora
M24.
“Hay una camada de militantes por sostener el deporte,
particularmente el fútbol, que es una tarjeta de identidad para los
uruguayos. Pero todo tiene límites, y a veces la realidad nos impone
sacudones fuertes”, reflexionó en alusión a su preocupación sobre la
violencia en las canchas de Uruguay, en particular la registrada el
miércoles en la noche en el Estadio Centenario tras el partido entre
Nacional y el equipo argentino de Newell’s Old Boys.
“Somos
absolutamente conscientes de que definitivamente tenemos que empezar a
reaccionar como sociedad, como país”, añadió el mandatario, tras
recordar que el fútbol, como fiesta deportiva, es uno de nuestros
centros de identidad más importante, alrededor del cual viven muchas
pequeñas, medianas y grandes actividades paralelas.
También dijo que este deporte es una actividad “milagrosa”, dado que sobrevive en un mundo profesional que maneja presupuestos millonarios en dólares o
euros.
“En los hechos, para la opinión del mundo, nuestros
mejores ‘embajadores’, quienes hacen que de vez en cuando se nombre al
país, son nuestros grandes jugadores de fútbol que andan por el mundo
llevando la identidad nacional. Debemos darnos cuenta de que este fenómeno
cultural tiene una importancia enorme”, enfatizó.
Convivencia y respeto
Mujica entiende que estos actos de barbarie, como la ocurrida el miércoles en
el Estadio Centenario, nos van debilitando y ensuciando.
“En
caso de seguir con estas cosas, que nos pasan tan seguido en el fútbol,
solo quedarán observando la fiesta un puñado de exaltados que asumen una conducta primitiva, por momentos de manada, a veces conducidos por
minorías, por esas llamadas barrabravas, que terminan imponiendo un
clima de guerra y no de fiesta”, expresó el Presidente, con
preocupación.
La convivencia y la tolerancia en la diversidad
son para Uruguay “un valor central, del cual nos debemos sentir
orgullosos”, indicó.
“No es posible que ese clima (de fiesta) se dispare en derredor de las canchas de fútbol y sea sustituido por un
derroche de violencia inútil que torpedea lo mejor del país: la
convivencia (…). Es la hipoteca del respeto común”, agregó.
El rol policial
“La seguridad y el clima de convivencia alrededor de una cancha no los
tiene que dar la presencia policial, sino que lo tiene que sostener la
madurez global de la sociedad”, advirtió.
“La Policía debe estar por el margen inevitable de desviaciones delictivas, como el
descuidismo, que siempre estará presente donde hay multitudes, pero no
para asegurar que la gente no se agreda en su pasión deportiva”,
argumentó.
Para el Presidente de la República, la sociedad
uruguaya ha “retrocedido bárbaramente”. “La gente de mi generación
recordará que el país era más primitivo, más pobre, pero nos llevaban a
los estadios, se jugaban los clásicos pasionales (Peñarol-Nacional),
llenos de compromiso”, rememoró.
“En aquel fútbol de proletarios donde muchos jugadores eran trabajadores a la vez, corrían menos, se
divertían más pero las hinchadas estaban entreveradas. Estábamos
acostumbrados a convivir. Hoy tenemos que separarnos como si fuéramos
leprosos. Constituimos el mismo ‘nosotros’”, señaló.
Se acude a la policía en busca de seguridad, pero hay que tener en cuenta que
“no hay represión de masas que sea químicamente pura, es francamente
imposible, entonces inculpamos a trabajadores que cumplen con su
obligación”, dijo.
“No podemos morir con los ojos abiertos”
Mujica entiende que existen algunos asuntos “extrafútbol” que “se encubren en estas cuestiones, círculos que tienen tentativa de dominio de
actividades y negocios laterales”.
“Sabemos que a veces hay
contradicciones en la conducta de algunos portavoces de barrabravas y
peleas intestinas (…) y seguramente los dirigentes del futbol también lo saben mucho más que nosotros. Eso quiere decir que el que calla
otorga”, puntualizó.
“Llegó el tiempo de no seguir otorgando,
llegó el tiempo de poner la verdad verdadera, por más fea que sea, arriba
de la mesa y enfrentarla, porque el fútbol es demasiado importante para
el pueblo uruguayo”, indicó.
El Presidente rechazó la posibilidad de que el fútbol deje de ser una fiesta y que las canchas se rodeen de soledad.
“El futbol debe ser una expresión de sentimiento de masas de nuestra
cultura, por más vuelta que le demos tiene una importancia fenomenal, y
no podemos cruzarnos de brazos para que esto se vaya envileciendo
progresivamente y solo cunda lo profesional, la ganancia de un
espectáculo que necesita aporte profesional para tener categoría pero
que debe ser una fiesta de la gente”, insistió.
El lugar de la dirigencia
En esta línea se refirió a los dirigentes del fútbol uruguayo, a los que
definió como “valiosos” y “militantes de una pasión nacional”. Alertó
que deben darse cuenta del valor como mensaje para sostener esa
identidad nacional que es el fútbol.
“Tenemos que alejar el
delito, la conducta de manada, las reacciones mafiosas, la barbarie, el
primitivismo y sustituirlo por un aire de familia, de festividad, de
verdadera fiesta deportiva, de alegría en el triunfo y de apenas una
sonrisa cachadora con el que pierde, pero jamás una ofensa ni una
agresión”, describió.
El Presidente Mujica recordó que el estado de derecho no les permite tomar ciertas decisiones que en otros lugares se hicieron, como “llamar a que estén tranquilos los arquetipos
identificados de la violencia, tenerlos contemplando el fútbol por un
aparato sin inmiscuirse. No se puede desde lo jurídico”, aclaró.
“Es por eso que el Poder Ejecutivo quiere llamarle la atención al país y a
la política del fútbol: basta de echarle la culpa a otros. Tenemos una
corresponsabilidad como sociedad. Algunos pocos por acción, unos no tan
pocos por omisión”, indicó.
En este sentido llamó a encontrar
caminos para que esto no siga aconteciendo, y recordó que en otras
partes del mundo se solucionó. “Amontonando actores policiales no lo
solucionamos, es más, se exacerba”, puntualizó.
Dijo que el
tema no se puede seguir eludiendo a esta altura y que intentarán avanzar al respecto en las próximas horas, en alusión a la reunión que
mantendrá este viernes por la tarde con los presidentes Sebastián Bauzá, de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Juan Pedro
Damiani, de Peñarol, y Eduardo Ache, de Nacional.
“Estamos
lejos de querer afectar al fútbol. Pero no se puede ver solo desde lo
profesional (cumplimiento del calendario deportivo). No queremos
torpedear nada. Lo que tenemos claro es que no podemos seguir así”,
reafirmó.
Insistió en que tienen algunas ideas y que seguramente
otros, “que saben mucho más”, tendrán otras. “Es hora de no lavarse las
manos y ponerlas en práctica. No podemos morir de ojos abiertos, echarle las culpas a cualquiera, y sacarnos de encima la responsabilidad global que tenemos como sociedad”, concluyó.