Netto defendió el modelo de desarrollo humano por el que esta Administración trabaja
“Este Estado trabaja para el desarrollo de las capacidades humanas”, insistió el titular de la ANEP, Wilson Netto, quien realizó una comparación entre el modelo neoliberal, que tiene como eje el mercado, y el modelo de desarrollo humano, que pone en el centro a la persona, y que este gobierno defiende. “Cada uno verá en qué lugar se ubica”, dijo, pero aclaró que este no puede frenar el desarrollo real de los ciudadanos.

En el marco del acto inaugural de las obras del liceo N.º 2 de Ciudad del Plata (San José), el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Wilson Netto, se refirió al modelo de desarrollo humano que impulsa este gobierno en sus diferentes áreas.
Recordó que hace algún tiempo las discusiones en la educación desde el punto de vista teórico y conceptual tuvieron diversos rumbos. “Permanentemente afloran posturas, soluciones mágicas o propuestas casi, casi elaboradas que simplemente con un poco de intención y actitud llevarían a la sociedad uruguaya a mejores caminos que los que puede sostener hoy. Son muchos los elementos y los discursos que se contraponen, bajo modelos que muchas veces no están claramente definidos”, argumentó.
Netto aludió a dos modelos, uno tiene que ver con el equilibrio central y el carácter dogmático que caracterizan a las políticas neoliberales en el mundo, en las que el centro de atención es el mercado. Este modelo se contrapone al trabajo que lleva adelante el Estado uruguayo, con un modelo de desarrollo humano en que el centro es la persona, su desarrollo, y donde las acciones deben estar dirigidas al desarrollo de los territorios, que involucran no solo espacios geopolíticos, sino también personas, culturas, dinámicas, reales oportunidades para que las personas que allí habitan tengan posibilidades de ocuparlas.
“El modelo de desarrollo tiene dos características muy claras que se contraponen a dos de los puntos del modelo neoliberal, uno es que favorece y hace énfasis en la descentralización, en la desconcentración, y por tanto, a partir de ahí, atiende algo poco respetado en el otro modelo —de uniformidad y de macro visión de la vida de las personas— que es la diversidad; diversidad de situaciones e intereses. La educación bastante tiene que discutir al respecto y bastante tiene que ver dónde se quiere encontrar, si en un lugar dogmático, central y uniforme o en un lugar abierto, con centro en la persona, reconociendo la diversidad y asumiendo que la única manera de alcanzarlo es a través de la desconcentración y la decisión de mayor responsabilidad a cargo de los territorios”, argumentó.
El jerarca dijo que esto plantea elementos que fortalecen al modelo neoliberal, uno es que es muy fuerte en su dogma, lo que al desarrollo humano debilita, porque tiene una dosis muy alta de pragmatismo, teniendo en cuenta que los ajustes, las situaciones a atender tienen que analizarse y definirse por los actores locales. “Eso rompería la posibilidad de la centralidad y el equilibrio central que prevé el modelo neoliberal”.
“Yo quiero dejar claro que este Estado trabaja para el desarrollo humano, trabaja para el desarrollo de las capacidades humanas. Cada uno verá en qué lugar se encuentra, cada uno verá cómo hace uso de los modelos, y luego, cómo lo desarrolla en la práctica, para que en la vida real de las personas, de los niños, de los jóvenes y de sus familias, el impacto y la presencia de los distintos instrumentos que tiene el Estado se pongan de manifiesto”.
“La discusión es si los ámbitos estuvieron permanentemente abiertos a las discusiones de modelo sobre qué lugar debe ocupar la educación en la sociedad, el análisis, los instrumentos. La convicción desde este Estado es que ese ámbito debe estar absolutamente libre, democrático y promotor de ideas; no puede actuar en ningún momento como freno al desarrollo real de los niños, adolescentes y sus familias”, añadió.
Netto entiende que se debe tener claro cuáles son las herramientas que queremos construir, más allá de los discursos, para fortalecer nuestra sociedad, a nuestros niños y jóvenes “frente a esas políticas duras de mercado que de alguna manera nos condenan a sentirnos más que en la insuficiencia o en la carencia de lo material, nos alejan de la posibilidad de planear en nuestra vida un espacio de felicidad”. Finalmente el titular de la ANEP aludió a la importancia de tener dignidad en la actitud de todos quienes “abrazan” la educación como profesión para estar al frente de las posibilidades reales de desarrollo de la gente.