Donación y trasplante

Nueva ley define que es donante de órganos quien no exprese voluntad en contra

En setiembre de 2013 entra en vigencia la Ley 18.968 que establece que todos los uruguayos son donantes excepto que se exprese lo contrario. La directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante explicó que los mayores de 18 años que no expresen su voluntad en contrario serán donantes frente a la ley. Quienes no deseen ser donantes deberán registrar su decisión en el Registro Nacional de Donantes.

Inés Álvarez, directora del Instituto Nacional de Donación y Transplante de Células, Tejidos y Órganos

La nueva ley de donación y trasplante (N.º 18.968), que fue aprobada en el año 2012 y comienza a regir en setiembre de este año, permite a los uruguayos tomar una opción ante la decisión de donar o no sus órganos al fallecer. A partir de los 18 años todos los individuos que no expresan su voluntad en contrario son donantes frente a la ley una vez que haya acaecido la muerte.

 

La directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, Inés Álvarez, explicó a la Secretaría de Comunicación que desde que se aprobó esta ley el instituto trabajó en brindar información y concientizar a la población sobre la importancia de la donación de órganos, tejidos y células para que puedan decidir libremente sobre el futuro de lo que definió “el envase de una persona una vez que deje de ser persona”.

 

"El principal cambio de esta legislación es que asume el silencio de las personas como una aceptación a la ley y por consecuencia, la aceptación de la donación de sus órganos”, enfatizó Álvarez. También consideró que esta ley delega la responsabilidad en el individuo para que tome una decisión respecto a la donación. Anteriormente la persona expresaba su voluntad de donación y, cuando no existía expresión previa, la familia debía tomar la decisión en el momento del fallecimiento. 

 

La nueva ley saltea las dificultades existentes y determina que la responsabilidad de la decisión recaiga en cada individuo. Además, exige expresar la decisión de no ser donantes y registrarlo en el Registro Nacional de Donantes. De esta manera, aquella persona que no desee ser donante de órganos deberá dirigirse al Registro Nacional de Donantes, ubicado en el cuarto piso del Hospital de Clínicas, y manifestar su voluntad de no ser donante. Este registro funciona las 24 horas del día, los 365 días del año.

 

El registro existente desde el año 1978 continuará vigente, por lo que, para quienes ya expresaron su voluntad de donar o no donar, su situación continuará invariable, salvo que exista un cambio de opinión y lo dejen estipulado en el Registro Nacional de Donantes. Álvarez agregó que una persona puede optar por ser donante total de órganos o parcial, expresando cuáles son los órganos que desee donar.

 

La entrevistada explicó que el instituto atraviesa el proceso de buscar distintas opciones de lugares donde las personas puedan acudir a expresar su decisión. Recientemente se realizaron contactos con la Agencia del Gobierno Electrónico y la Sociedad de la Información (AGESIC) para estudiar la posibilidad de generar espacios virtuales donde registrar la voluntad de no ser donante.

 

En el caso de los menores de edad, el consentimiento será otorgado por sus representantes legales, siempre y cuando el fallecimiento de ese menor de edad no amerite una pericia forense.

 

La jerarca destacó que la voluntad de donar los órganos no implica que la persona efectivamente se transforme en donante, ya que es necesaria una muerte encefálica que permita que los órganos se mantengan oxigenados. Esta condición representa solamente el 1 % de las muertes que se registran en el país, por lo que no todas las personas que se planteen ser donantes podrán llegar a serlo.

 

Situación actual

Durante 2012, la tasa de donantes efectivos de órganos fue de 16.16 por millón de personas. Los donantes efectivos de tejidos fueron 28.96 por millón de personas y los donantes efectivos de órganos y tejidos simultáneamente 30.79 por millón de personas.

 

Si se comparan estas cifras con otros países de la región, Álvarez dijo que, a pesar que existe una larga lista de espera, la tasa de donación de Uruguay es de las más altas de la región, con casi el triple de la media de América Latina.

 

También transmitió que la técnica del trasplante posibilita salvar y mejorar la calidad de vida de muchas personas. Agregó que el poder ayudar a otro ser humano debe verse como un privilegio, ya que es el mayor acto de amor, por lo que instó a la población a practicar la donación de órganos.

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