De cero a tres años

Nuevo CAIF de Puntas de Manga atenderá a más de 100 niños

Con la presencia del secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) entregó las llaves de un nuevo centro de atención a la infancia y la familia (CAIF), ubicado en el barrio Puntas de Manga, de Montevideo. El jerarca destacó que la primera infancia es una prioridad para el Gobierno y recordó que se le destinó un refuerzo presupuestal de 50.000.000 de dólares anuales.

CAIF

A la actividad, que se desarrolló este viernes 6, asistieron también el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, y el presidente del INAU, Pablo Abdala.

Delgado señaló que la primera infancia es una prioridad para el Gobierno. El refuerzo presupuestal de 50.000.000 de dólares anuales que se destinó a esta política muestra el compromiso con el bienestar y el desarrollo de los más chicos, dijo. En este marco, resaltó el trabajo del INAU, que atiende a unos 100.000 niños y adolescentes en todo el país, a través de sus distintos centros. “Es una de las políticas sociales más lindas”, manifestó.

El nuevo CAIF de Puntas de Manga tiene capacidad para atender a 108 niños de hasta tres años, explicó Abdala. Será administrado por la fundación Dianova, que ya está en contacto con familias de la zona para fomentar la inscripción. En los próximos días, será equipado y, en noviembre, comenzará a funcionar. La obra fue realizada mediante participación público privada, señaló.

El jerarca resaltó la importancia de ampliar la cobertura en este tipo de dispositivos porque brindan atención integral en los primeros años de vida. “En esa etapa, se define tanto en la vida de un ser humano. Está en juego lo que tiene que ver con aspectos emocionales, físicos, cognitivos y neurológicos”, mencionó. Lo que se haga o deje de hacer en estos momentos condiciona las etapas siguientes, agregó.

Asimismo, informó que, pese a la amplia cobertura de los CAIF en todo el país, el principal desafío es lograr incorporar a aquellos niños que aún no asisten. En particular, se trata de aquellos que viven en hogares de los quintiles de ingreso 1 y 2, es decir, los de menores recursos. Abdala consideró que no es problema de falta de cupos, sino una “cuestión cultural”.

Desde el INAU se ha definido una línea de acción para impulsar la inscripción de estos niños. Por un lado, se construyó un índice de vulnerabilidad, que se utiliza para priorizar a los más desfavorecidos. Por otro, se incorporaron 56 duplas técnicas, integradas por asistentes sociales y psicólogos, que se encargan de mantener contacto con las familias para difundir la relevancia de concurrir a estos centros, informó.

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