Beneficiarios del MIDES

Olesker: “20 años de neoliberalismo y exclusión no se resuelve en 1, ni 5 ni en 10 años”

“El proceso de inclusión social requiere de compromiso y corresponsabilidad de las personas, pero no requiere de acciones punitivas para quitarle los beneficios cuando la primera vez no cumplen con las contraprestaciones”, aclaró el ministro Olesker. También consideró que es distinta la situación de los beneficiarios más vulnerables de las políticas sociales que la de quienes acceden a otras prestaciones. “No se puede medir igual todos los segmentos de la población”, añadió.

Daniel Olesker, ministro de Desarrollo Social
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, el martes 13 de marzo dialogó con la prensa sobre las declaraciones del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, sobre la ayuda social que el Gobierno les brinda a las familias de menores recursos, que a su entender “no pueden ser eternas”.

Olesker dijo que es una vieja discusión que la política social dio históricamente. “No se puede medir igual a todos los segmentos de la población”, indicó.

"Con los 30 mil hogares que se definieron como más críticos, vulnerables a la indigencia, donde hoy convergen tres políticas —la duplicación de la Tarjeta Uruguay Social, Jóvenes en Red y Uruguay Crece Contigo— lo que hay que hacer es un trabajo de educación para que una vez que se dan las partidas y la ayuda social, se vayan integrando socialmente", explicó el ministro.

Olesker aclaró que no se debe tomar medidas punitivas, y que no es correcto pensar que a la primera falta en las contraprestaciones la política social se debe terminar. “Requiere educación. 20 años de neoliberalismo y de exclusión no se resuelven en uno, ni en cinco, ni en 10”, sostuvo.

Recordó que hay un segmento de la población que recibe prestaciones sociales globales del Estado, ya en otro nivel, como las Asignaciones Familiares o procesos como el programa de Formació Profesional Básica (FPB) en la UTU o como Uruguay Trabaja, donde hay contraprestaciones que se cumplen. En esos casos, si la persona no concurre o no realiza las atenciones sanitarias que le corresponden, no se le da un apoyo a la habilidad del trabajo.

“Es válida esa afirmación, para un segundo escalón de la integración social y es válido con visión de mediano plazo para arriba”, sostuvo Olesker, quien informó que en el Gabinete Social acordaron la concreción de un protocolo de no cumplimiento. “Qué pasa si no cumple, cuántas veces lo volvemos a visitar, cuántas veces insistimos, para terminar con esta discusión no solo de que no se controla, porque efectivamente se controla, sino también cuáles son las reacciones ante el no cumplimiento, que no son la de quitarle esa ayuda social que lo está integrando después de muchos años de desvinculación al sistema formal”.

El jerarca explicó que en caso de no cumplir, se recurre a la visita familiar del hogar. Como ejemplo relató que algunos alumnos de Aulas Comunitarias recibieron visitas en su casa entre siete y diez veces para que culminen el año, porque no siempre asistían a clases. “Es un trabajo tenso, de apoyo permanente a las familias”, añadió.

En general la tendencia es al cumplimiento, pero hay casos especiales. Estos datos surgen de un informe por el que fueron llamados al Parlamento el próximo jueves 15 de marzo.

90 mil hogares mejoraron su situación económica
Muchas familias dejan de recibir las prestaciones más fuertes porque cambió su situación económica.

El Plan de Emergencia  involucró entre 110 mil y 120 mil hogares. La tarjera duplicada es para 30 mil hogares, o sea que unos 90 mil hogares tienen otras prestaciones, como la Asignación Familiar, Plan de Equidad, una cooperativa social, la revinculación al sistema educativo, pero dejaron de recibir la prestación económica del MIDES, porque su situación mejoró.

De las 30 mil familias a las que se les duplicará la tarjeta, hoy la tienen 15 mil. El trabajo de campo iniciado en julio, tiene por objetivo que a fines de este año los 30 mil hogares —el 3% de los hogares que la estadística y la vida definen como vulnerables a la indigencia— tengan tarjeta duplicada.

Seguramente si las familias tienen jóvenes, de entre 15 y 24 años van a integrar Jóvenes en Red y si tienen madres embarazadas o hijos de cero a tres años van a sumarse a Uruguay Crece Contigo.

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