El contraste de dos modelos

Olesker aseguró que quienes reciben transferencias trabajan, estudian y se formalizan

“Lo que nosotros hicimos fue mostrar que por fin hay un gobierno que se acordó que la gente importaba”, concluyó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker tras su interpelación en la que remarcó la existencia de dos modelos opuestos: el actual y "el de los 90". “Los que reciben transferencias, las reciben porque el neoliberalismo los excluyó y marginó, pero además trabajan, estudian y se formalizan” indicó el jerarca.

Ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker
Al finalizar su interpelación en Cámara de Diputados, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, brindó una declaración a los medios de comunicación, el miércoles 16 de mayo.

El jerarca sostuvo que la diputada interpelante, Ana Lía Piñeyrúa, mantuvo una sola continuidad en su presentación, que fue la idea de que “la gente es vaga y no trabaja, y que lo que generamos con las transferencias es un ejército de dependientes que lo único que persigue es tenerlos cautivos para que voten”.

Modelos opuestos
En su exposición de unas tres horas, Olesker transmitió tres ideas centrales. Primero, que no hay una discusión puntual de una prestación, sino que se enfrentan dos modelos de desarrollo, dos visiones de la sociedad.

Según el ministro, uno de los modelos consiste en creer que el mercado resuelve todo y que la gente debe “matarse” por sus propios recursos y el Estado debe ser prescindente, desertor, neoliberal y excluyente. Consideró que este modelo predominó en la década de 1990. “Los recordamos permanentemente, porque son los años 90 los que nuestra gente no puede olvidar, la memoria histórica de aquellos años que perdimos ingresos, salarios, derechos y que excluimos. Los jóvenes que no estudian ni trabajan hoy son los niños que nacieron en aquellos terribles años 90”, argumentó.

El otro modelo, según la reflexión de Olesker, es el actual, de inclusión, que prioriza la política social. “Hubo muchas falsedades, por ejemplo que aumentaron los jóvenes que no estudian ni trabajan, sin embargo su cifra se redujo”, aclaró. “Hace días que viene diciendo —Piñeyrúa— por los medios que el gasto público social más alto de la historia del país moderno fue el de 1994. Si hubiera sido así, hubiera sido electoralismo, porque el gasto público no puede aumentar en un año electoral. Pero no fue así, es el más bajo de los últimos años. El gasto social del promedio del gobierno frenteamplista 2010-2011 es el doble que el gasto público social de 1994”, sostuvo.

Las transferencias
El segundo tema que expuso consistió en un repaso acerca de los distintos programas sociales. Demostró que las transferencias tienen vínculo con la educación, y que los programas de educación tienen vínculo con el trabajo; que quienes participan en Uruguay Trabaja acceden a cooperativas sociales y que los que concurren a un centro de Formación Profesional Básica en la UTU obtienen trabajo. “La idea de que la transferencia va solita, da réditos electorales, pero es falsa, falsa totalmente”, indicó.

El tercer ítem que expuso fue que si bien aumentaron las transferencias monetarias a las familias del primer ventil de ingresos —quienes integran, en la división de la sociedad en veinte segmentos según sus ingresos, el de menor cantidad de dinero, un 5% de la población—, creció en este sector un 70% los ingresos por trabajo, aumentó 5% la tasa de empleo y bajó 9% la tasa de desempleo, “lo que demuestra que trabajan”, explicó. Asimismo, recordó que creció entre 1 y 8% la asistencia a los centros educativos, según las edades. El jerarca también aseguró que estos indicadores dejan de lado “la tesis de que las transferencias socavan la moral de los uruguayos y generan un ‘ejército de vagos’”.

“Los que reciben transferencias, las reciben porque el neoliberalismo los excluyó y marginó, pero además trabajan, estudian y se formalizan”, expresó Olesker quien concluyó su declaración diciendo: “Lo que nosotros hicimos, nosotros, el ministerio, con todo el equipo que acá vino a trabajar, con todos los legisladores de la Bancada, es mostrar que por fin hay un gobierno que se acordó de que la gente importa”.