OPS/OMS instó a evitar inadecuada manipulación de alimentos por generar enfermedades
La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud eligió la inocuidad alimentaria como tema del Día Mundial de la Salud 2015 que se celebró el pasado 7 de abril. Llamó a prevenir las más de 200 enfermedades (desde diarreas hasta cáncer) que generan los alimentos insalubres, con acciones en toda la cadena alimenticia, desde la producción al consumo, y también lanzó recomendaciones.
La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) sostiene que la salmonelosis, las enfermedades gastrointestinales y la infección por Escherichia coli, entre otras, enferman a más de 582 millones de personas en el mundo y matan a más de 350 mil cada año. Estas enfermedades se deben a la ingesta de alimentos insalubres como carne animal mal cocinada, frutas y hortalizas contaminadas con heces o pesticidas y mariscos crudos que contienen biotoxinas marinas.
Se estima que anualmente una de cada cuatro personas sufre un episodio de enfermedad transmitida por alimentos en las Américas. Niños, embarazadas, inmunodeprimidos y adultos mayores son los más vulnerables a estas enfermedades.
La OPS/OMS recomendó cinco medidas claves para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos: mantener la higiene, separar los alimentos crudos de los cocidos, cocerlos totalmente, mantenerlos a temperaturas seguras y utilizar agua e ingredientes crudos seguros.
En este contexto organizó un evento regional bajo el nombre “¿Qué tan segura es tu comida?” Del mismo participaron diversas autoridades y especialistas sobre la temática y contó con un intercambio vía “webcast” con expertos que respondieron consultas al respecto.
Al cierre de la actividad, que tuvo lugar en la Intendencia de Montevideo, concurrieron el representante de OPS/OMS en Uruguay, Eduardo Levcovitz; el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre; la directora del Departamento de Vigilancia del MSP, Mónica Castro y la intendenta Ana Olivera.
Eduardo Levcovitz hizo hincapié en la importancia de la concientización que se está teniendo sobre el tema en todos los países.
La inocuidad de los alimentos refiere a características esencialmente biológicas, pero cuando se plantea el alimento seguro del campo a la mesa tiene una connotación más importante. “Como colectividad preocupada con la situación de salud de las poblaciones empezamos a migrar de un entendimiento exageradamente biológico y tecnológico a un entendimiento mucho más multidimensional de ese fenómeno que es en gran parte social. Cuando miramos la alimentación desde la producción hasta el consumo estamos en el universo de la determinación social y económica de la situación de salud de las poblaciones”, recordó.
Dijo que la región de las Américas es compleja porque hay, al mismo tiempo, malnutrición y obesidad. Sostuvo que hay una acumulación epidemiológica y el desafío está en mantener los logros en cuanto al control tecnológico y aprender a lidiar con la tendencia a enfermedades crónicas no trasmisibles, que en la región del Cono Sur es importante y tiene a Uruguay como líder cuantitativo. “La mortalidad por crónicas es muy alta en el país. Afortunadamente la prevalencia no es tan alta, por lo que el resultado final no es numéricamente abrumador, pero si prevalencia sigue creciendo, manteniendo los niveles de mortalidad estamos ante un problema serio”, agregó.
El país avanzó en materia de tabaco y está empezando a enfrentar el consumo abusivo de alcohol y tiene adelante los problemas asociados a carbohidratos, sodio y otras grasas.
Levcovitz elogió la naturalización de la integración territorial y entre niveles de gobierno que concretó Uruguay en estos años, y lo considera valioso en el abordaje de estos temas. “El desafío más grande es el de cómo el poder público enfrentará el complejo de determinantes tecnológicos, biológicos, sociales y económicos”, dijo.
Mónica Castro, en representación del Ministerio de Salud Pública, se refirió a la importancia del abordaje interinstitucional de la temática, teniendo en cuenta lo fundamental de coordinar las acciones, respetando el rol de cada uno pero en contacto directo con los demás actores y poniendo en conocimiento del otro la información disponible. Abogó por conocer las fallas en el control de los alimentos en las pequeñas y grandes empresas, y en los hogares, para evitar enfermedades alimentarias.