Diego Cánepa

Países en ONU coinciden en interpretación flexible de convenciones en lucha antiadicciones

El prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, sostuvo que los países participantes de la 57 Reunión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU estuvieron de acuerdo en que hay una interpretación flexible de la convención internacional en materia de combate a las drogas mientras se mantenga el objetivo de luchar y trabajar contra las adicciones. Uruguay reiteró en esa asamblea de Viena que no pretende ser modelo de nadie.

Diego Cánepa
En un breve balance de su participación en la conferencia de la Comisión de Estupefacientes de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Cánepa recalcó que Uruguay está cumpliendo con las convenciones internacionales, pero que, a su vez, aboga por una interpretación flexible de la convención.
 
“Estados Unidos y varios países europeos y latinoamericanos señalaron que están de acuerdo con esta postura”, mientras que entre los principales que discrepan están Rusia y China, detalló Cánepa, quien como presidente de la Junta Nacional de Drogas lideró la delegación uruguaya a este encuentro realizado este mes en Viena.

“Pero también hubo otro debate en Viena, del cual en Uruguay no se habla, y es que hay Estados que entienden que la convención habilita a aplicar la pena de muerte en el caso de tráfico de drogas”, apuntó. Nuestro país y varios de la Unión Europea entienden que esa es una mala interpretación, añadió.

Por lo tanto, en lo que sí estamos todos de acuerdo es en que hay una interpretación flexible de la convención mientras se mantenga el objetivo de luchar y trabajar contra las adicciones”, recalcó.
 
En ese contexto, Cánepa reiteró en Viena que Uruguay “ni quiere ni pretende” ser modelo de nadie.

“Esto es una decisión de Uruguay por sus condiciones institucionales, sus capacidades y la realidad del debate que se ha dado en el tema. Hay muchos países latinoamericanos que están dando la discusión, que nos ponen como ejemplo, pero somos muy respetuosos de que cada país haga su propio proceso”, sostuvo.
 
En diálogo con la prensa, luego de su participación en el encuentro sobre planes de acción de Gobierno Abierto de Agesic, realizado este lunes en Torre Ejecutiva, el prosecretario de la Presidencia manifestó su convencimiento de que Uruguay sigue avanzando en este tema y que “todo el mundo mira con mucho respeto este trabajo”.
 
“Cuando se anuncie la reglamentación, en abril, se verá un enorme trabajo para llevar adelante esto. Como lo dijo el Presidente José Mujica, estamos convencidos de lo que hacemos porque había una evidencia abrumadora de que una política determinada no estaba dando resultado y por lo tanto había que cambiarla”, puntualizó.

“Ahora vamos a tener una política nueva, que la llevaremos adelante y en unos años se hará una evaluación genérica del impacto real que tuvo en la sociedad uruguaya. Si mejoró la atención en salud, si mejoró el acceso para las personas adictas y si bajó la violencia de determinados sectores vinculados al narcotráfico”, advirtió el jerarca.

Cánepa hizo hincapié en subrayar que ningún país ha expresado una condena a Uruguay por su ley de regulación del mercado de la marihuana, sino que, por el contrario, hay un respeto enorme a la decisión soberana del país, vinculada a lo que entiende es la mejor estrategia para mejorar la salud pública de sus ciudadanos.

“En el caso uruguayo, la droga más consumida es el alcohol y, por lejos, la que genera mayores daños en la sociedad y, sin embargo, es legal. Lo que hemos hecho es mandar un proyecto de ley, después de un trabajo de dos años y una nueva estrategia nacional contra el consumo abusivo de alcohol, para establecer un régimen mucho más estricto”, narró.
 
La segunda droga más consumida en el país es el tabaco, recordó, en alusión a las medidas tomadas por el Gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) para regular estrictamente dicho mercado.
 
“La tercera droga más consumida es la marihuana”, y su cultivo y venta era ilegal hasta que se votó esta ley en diciembre pasado. Constituía el 90 % del mercado ilegal de drogas, precisó. “Por lo tanto acá hay una doble función que lo explicamos claramente en Viena y que es atacar al narcotráfico para quitarle mercado y, en segundo lugar, fiscalizar y controlar qué pasa con estas drogas”, agregó.
 
“No es posible que a través de un mercado invisible se pueda controlar mejor que con un mercado visible. Cuando un Estado hace visible un mercado tiene mucha más capacidad de control y de desarrollo de su política pública de salud para atender a quienes tienen problemas de consumo”, advirtió.

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