Uruguay sigue abierto al diálogo

Para Almagro, sentencia de CIJ impide que mecanismo de consulta sea un veto implícito

El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, explicó que tres numerales de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) impiden que el mecanismo de consulta se transforme en un “veto implícito” que detenga la realización de obras productivas sobre el río Uruguay o, como en el caso de UPM, impida que Uruguay autorice elevar la producción. La solicitud de UPM se realizó en octubre de 2011.

Canciller Luis Almagro y secretario de Presidencia, Homero Guerrero

También señaló que “es impensable que un mecanismo de consultas pueda tener plazos eternos”. Recordó que el pedido de ampliación de información por parte de Argentina fue atendido completamente por parte de Uruguay. La falta de respuesta definitiva implica que Argentina está anulando las características propias de una consulta; se transforma en un "veto implícito" para impedir cualquier solicitud. Esto constituye una flagrante violación de lo establecido en los numerales 153 a 155 de la sentencia de la Corte. 

Las exigencias impuestas por Uruguay a UPM son una señal para que la empresa cumpla con los estándares internacionales de calidad más exigentes del mundo. Almagro añadió que todo el esfuerzo medioambiental no puede estar concentrado solamente en una empresa, por lo cual Uruguay exigirá controles a lo largo de todo el río Uruguay. 

El titular de Relaciones Exteriores explicó que la decisión uruguaya no viola la soberanía ambiental argentina, porque la autorización del incremento de la producción de UPM se tomó de acuerdo a las competencias de una autoridad nacional, compatibles con lo establecido tanto en el Estatuto del Río Uruguay como en el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. 

“UPM es la planta de celulosa a partir de eucalipto que tiene los niveles más bajos de fósforo en sus efluentes en el mundo. No obstante, los hemos ajustado nuevamente en función de la situación de fósforo que tiene el río Uruguay, a pesar de que la propia Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) decía que los niveles de fósforo son mínimos. Pero en atención a elevar los niveles de calidad del río Uruguay para que algún día esté mejor, definitivamente teníamos que empezar por un punto. Hoy teníamos este punto y hemos sido tajantes con ellos al respecto”, concluyó el ministro. 

Los niveles de fósforo, endosulfán, pesticidas, comofenoles, carga orgánica, nitrógeno y caudal, y otras sustancias referidas están en consonancia con lo exigido por la normativa uruguaya y son inferiores a los detectados en la desembocadura del río Gualeguaychú. “Tenemos que revisar todos los datos que hay de cada una de las zonas y en cada uno de los proyectos productivos, sin ánimo de frenarlos, sino que, con su período de adaptación y con el tiempo que necesiten para mejorar sus inversiones, ir a esos máximos estándares de exigencia, que para nosotros son fundamentales”, sintetizó. 

El numeral 199 de la sentencia reafirma claramente que para los efluentes dentro de su jurisdicción “cada parte adoptará las normas de aplicación”. El monitoreo de UPM por parte de las autoridades uruguayas comenzó desde el principio de su funcionamiento, a lo cual se sumó todo el material elaborado por el comité científico de la CARU. “Debe ser la planta más inspeccionada, desde el punto de vista ambiental, en el mundo”, sentenció Almagro. 

El canciller sostuvo que nuestro país debe resguardar la calidad del río Uruguay y del río Santa Lucía, los dos ríos más importantes del país, uno por su desarrollo productivo y social y el otro por ser la fuente de agua potable de más de la mitad de los uruguayos. A la vez, volvió a señalar que Uruguay sigue abierto al diálogo con Argentina. Almagro estuvo acompañado en la conferencia de prensa que se desarrolló en la Torre Ejecutiva por el secretario de la Presidencia de la República, Homero Guerrero.

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