Para Bonomi se intentó instalar una alarma que perjudica los intereses del país
En un cuarto intermedio de la interpelación parlamentaria, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, señaló que la amplificación de forma no objetiva e incorrecta de la seguridad que los datos no verifican, perjudica el turismo de forma desmedida. “En 2005 hubo más robos y nadie consideró que había una alarma pública, en 2013 hay 246 robos menos que en 2005 y se considera que la cosa es insostenible”.

Durante la tarde del 7 de febrero el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, compareció ante la Comisión Permanente del Poder Legislativo, a raíz de la interpelación solicitada por el diputado del Partido Colorado por Montevideo, Fernando Amado. En un cuarto intermedio de la interpelación, el ministro sintetizó la exposición realizada en el hemiciclo parlamentario, basada en los tres puntos que motivaron la convocatoria: una denuncia por violación a una funcionaria policial en el COMCAR; las cifras de homicidios registradas en enero; y una “ola de robos” en Maldonado.
En la conferencia el ministro sostuvo que una investigación judicial no comprobó ningún abuso sexual en la noche del 31 de diciembre de 2011, pero sí otras irregularidades, por lo cual la investigación administrativa prosigue y tendrá “consecuencias duras”, advirtió Bonomi.
También señaló que de los cuatro hurtos ampliamente informados durante enero, en uno de ellos, la propia víctima, lo desestimó como un hecho de seguridad pública y lo consideró un problema de su círculo personal; otro retiró la denuncia porque consideró que el problema está en su entorno cercano y, en el tercero, se promocionó un hurto de joyas por tres millones de euros, cuando no está confirmado que esas joyas hayan ingresado al país o hayan salido de España.
“Por lo tanto, con la denuncia irresponsable, de forma pública que se hizo y la amplificación que se le dió, lo único que se hizo fue darle visos de credibilidad a algo que no era cierto”, subrayó. Agregó que en la comparativa de hurtos de enero, en Maldonado, los hurtos cayeron un 24 % (979 en 2005, 746 en 2013). “En 2005 hubo más robos y nadie consideró que había una alarma pública, y en un año que hay 246 robos menos que en aquel momento, se considera que la cosa es insostenible”. Recordó que desde diciembre no se registró ningún copamiento.
“Nosotros creemos que, con esta forma de actuar, lo que se hace es perjudicar el turismo en el país, de forma desmedida, por amplificar cosas que no son objetivas ni correctas”, concluyó. “Lo que se ha hecho fue crear una alarma que perjudica al país”, complementó.
El ministro recordó que durante el mes de enero se sostuvo que los homicidios aumentaron en relación al año pasado, pero los datos muestran que cayeron un 18 % (31 en 2012 frente a 37 en 2013). Además, los hurtos entraron en una fase de descenso desde hace más de un año y medio, las rapiñas entraron en una meseta desde junio de 2012 y, aunque faltan datos estadísticos, el Ministerio espera que comiencen a descender.
Violencia interpersonal
“Lo que sí está complicado en el país son los niveles de violencia con los cuales se resuelven los problemas y, aunque no aumentaron los homicidios con respecto a 2012, creemos que tenemos un problema”, argumentó Bonomi, quien informó que más del 50 % de los homicidios de este año fueron determinados por ajustes de cuenta, mientras que sólo el 14 % de los homicidios están vinculados a delitos contra la propiedad.
Finalmente, recordó que FUNDAPRO maneja una definición sobre los homicidios completamente distinta a la del FBI, la Scotland Yard, ONU, BID, organismos internacionales y el Ministerio del Interior que, por el contrario, sí están alineados a las definiciones que usa el mundo entero, lo que posibilita la comparación de datos. Esa comparación permite concluir que Uruguay es uno de los países de América Latina con datos por debajo de la tasa de homicidios de 9 cada cien mil habitantes.
“Hacerle creer a la gente que la proporción de riesgo que tiene es la misma proporción de homicidios que existen no es cierto, porque corren muchísimo más riesgo las personas en actividades delictivas que las personas que estudian y trabajan”, concluyó.
“En una región muy complicada y con una tasa de criminalidad muy alta, cuando se informa como se informa es una irresponsabilidad política, contra el turismo y contra el país”, consignó Bonomi.